NOSTALGIA MEDIÁTICA
El furor feisbuquiano no se hizo esperar cuando el vídeo de La Comay irrumpió en las redes sociales anunciando el concierto de Bad Bunny. Para algunos, el jingle de entrada era el mal recuerdo de un programa boicoteado y cancelado. Para otros, era la posible renovación de votos con la muñeca y su propuesta de entretenimiento vespertino. Para la tranquilidad de algunos y la decepción de otros, La Comay no regresa a la pantalla chica. Pero lo que revela la hábil estrategia de mercadeo orquestada por Bad Bunny es que a los puertorriqueños nos jamaquea la nostalgia.
Recientemente, el grupo musical Los Rivera Destino lanzó una versión en bolero de la canción “Te boté” - originalmente interpretada por Bad Bunny, Ozuna, entre otros exponentes del género urbano del trap. El vídeo, trabajado en una estética bohemia e interpretado con un cinismo juguetón, se hizo viral en cuestión de horas y logró posicionarnos frente a la vellonera e insertarnos en el pentagrama de la nostalgia. Quienes no habían escuchado el tema musical, se acercaron a su lírica traducida en clave de bolero del ayer. ¿Pero qué es la nostalgia?
Muchos, la definen como ese sentimiento que evoca la idea de que todo tiempo pasado fue mejor. Es pensar en el ayer con melancolía, vivir el presente con sarcasmo y mirar al futuro con pesimismo. ¿Pero acaso la nostalgia puede funcionar como una oportunidad para entender el presente?
Por ejemplo, la nostalgia que provoca el ya legendario comercial de pinturas que todos solemos entonar en las salas de cine no es necesariamente una añoranza al producto, sino que plantea los retos de la industria publicitaria contemporánea para producir cuñas efectivas. La melancolía que sentimos cuando vemos vídeos de programas del ayer como Los Kakukómicos no significa querer retornar a las décadas de los 80 y 90, sino que invita a cuestionarnos el estado de situación de la televisión local.
Aunque ya lo pasado, pasado, el pasado y el presente nos debe interesar en mirar al futuro.