Sin procesar las muestras
El Negociado de Ciencias Forenses reconoce que no analiza esos casos si no hay querellas
Casi la mitad de los 3,000 “kits” de evaluación forense de casos de agresiones sexuales guardados en bóvedas del Negociado de Ciencias Forenses no han sido procesados porque la falta de una querella que denuncie esos actos presuntamente impide su análisis.
Así lo informó ayer Mariel Candelaria, administradora del Banco de Datos de ADN de Ciencias Forenses, durante una vista ocular del Senado en esa entidad pública, en la que enfatizó que en ninguna jurisdicción de Estados Unidos presuntamente procede el análisis forense de esas muestras sin que medie una querella.
“(Las muestras no se analizan) a menos que la persona se querelle y el policía nos avise”, dijo sobre la evidencia de material genético que se recopila cuando una víctima de agresión sexual acude a un hospital y se somete a un examen forense de agresión sexual, comúnmente conocido como “safe kit”.
La Resolución del Senado 417 ordena a la Comisión de Seguridad Pública a investigar la acumulación de muestras o “kits” de evaluación forense de casos de agresión sexual en Ciencias Forenses.
“Esto es una situación de emergencia”, afirmó el senador novoprogresista Henry Neumann, quien preside la comisión legislativa, al salir de la bóveda donde se guarda la evidencia forense de estos casos. En esa área, no se permitió el acceso de la prensa.
Neumann y los legisladores que lo acompañaron observaron en las bóvedas piezas de ropa y “kits” forenses, además de machetes y drogas que forman parte de otro tipo de evidencia que se custodia allí.
Según trascendió ayer, algunas de las pruebas no procesadas datan del 2004. Sin embargo, debido a que el término prescriptivo para procesar los delitos de agresión sexual es de 20 años, se enfatizó que muchos de esos casos podrían estar aún vigentes para ser encausados.
Entre los casos pendientes, Mireya Hernández, supervisora del Laboratorio Forense de ADN en Ciencias Forenses, mencionó el de un violador en serie a quien le radicaron cargos en ausencia por haber siete casos registrados con el mismo ADN entre 2006 y 2007.
“Las estadísticas dicen que el 50% de los agresores no se rehabilitan y vuelven a delinquir. Estamos poniendo en peligro a la comunidad en términos generales”, advirtió la senadora Zoé Laboy, autora de la medida.
Para el senador Juan Dalmau, urge establecer un registro local con fondos estatales para estos análisis forenses, de manera que no choque con ninguna prohibición federal que impida procesar las agresiones sexuales sin querellas.
“(Es importante que esa evidencia se analice porque) puede haber un agresor sexual en serie en esos casos”, manifestó Dalmau.
Agregó que le resulta impresionante que durante la última década se haya triplicado la cantidad de casos de agresión sexual pendientes de procesar en Ciencias Forenses por los problemas que continúan enfrentando, como la falta de personal especializado y los problemas presupuestarios.
Datos del 2008 reseñados por este medio reflejaban que, en ese momento, habían 539 “safe kits” de víctimas de agresión sexual en los que mediaban querellas ante la Policía. Para esa fecha, había 852 muestras de este tipo almacenadas en Ciencias Forenses entre el 2005 y 2008.
De esa cantidad, 313 eran de víctimas que determinaron no querellarse. Se estima que el 98% de las agresiones sexuales no se reporta.
Según el Negociado de la Policía, el año pasado se reportaron 1,385 querellas de delitos sexuales. La mayoría de las víctimas fueron mujeres (1,079) y solo 679 querellas fueron esclarecidas, con 155 arrestos, 108 radicaciones de cargos criminales y 61 convicciones. Esa categoría incluye actos lascivos, incesto, agresión sexual conyugal, violación y sodomía.