El mercadeo post María
El huracán María arrasó con todo a su paso, incluyendo nuestros planes de mercadeo. Todo lo que teníamos en agenda para 2018 fue remplazado ante la realidad de que teníamos que movernos a una nueva forma de hacer mercadeo.
La responsabilidad social empresarial tomó mayor prominencia en nuestras acciones y muchas marcas hicieron la diferencia desarrollando iniciativas para ayudar a levantar comunidades e industrias. Esta semana celebramos la Semana de Mercadeo, que nos presenta la oportunidad de reflexionar sobre el estado de nuestra industria en esta era post María.
Nos encontramos en un 2018 con una economía de consumo en rebote. Las gráficas de desempeño en ventas parecen dibujar montañas rusas, con picos extremadamente elevados, seguidos por caídas que asustan. Tenemos menos consumidores, como consecuencia del éxodo de puertorriqueños. Sin embargo, circula mucho dinero en la calle por factores como ayudas federales e inversiones de reconstrucción, entre otras.
Los retos que enfrentamos en la industria de mercadeo son los más difíciles de la historia moderna de nuestro país. El lograr presupuestos razonables, bajo estimados de ventas poco predecibles, hará más difícil asegurar un retorno de inversión adecuado. Las premisas de los planes cambiarán constantemente y será cuesta arriba implementar activaciones de mercadeo bajo un nivel alto de incertidumbre. Identificar las tecnologías nuevas será más importante que nunca, pero tendrá un alto grado de complejidad en un ambiente de muchas iniciativas emergentes, pero no probadas. La planificación estratégica y el “brand building” a largo plazo chocará más que nunca con la urgencia de generar ventas inmediatas por medio de iniciativas promocionales.
Para poder sobresalir en este ambiente de tantos retos será indispensable que todos los profesionales de mercadeo se adiestren continuamente, ya sea sobre las herramientas que se utilizan a diario, como sobre las nuevas tendencias de manejo de marcas a nivel global. Sin embargo, las compañías continuarán reduciendo los presupuestos en este renglón, buscando ser cada vez más financieramente eficientes. Quedará en las manos del profesional encontrar formas de mantenerse relevante, diestro y nutrido de nuevas ideas.
Estamos experimentando el momento más significativo de “democratización” del mercadeo en nuestra isla. Con la perdida de tantos empleos y negocios, los puertorriqueños se están reinventando. Desde “food trucks”, boutiques virtuales, aplicaciones móviles y “short-term rental”, entre muchos proyectos propulsados por las redes sociales y otras herramientas digitales accesibles. El resultado es un gremio de mercadeo en crecimiento catapultado por personas de todas las edades, clases sociales y niveles de preparación que buscan lo mismo que todos los otros profesionales de mercadeo; conectar su producto con el consumidor.
Tal como hizo con nuestra vegetación, el huracán tuvo un efecto de destrucción, germinación y florecimiento de nuestra industria. Tenemos un gran futuro, pero también tenemos que sobrevivir el presente. Queda en nosotros continuar evolucionando, transformando y creciendo. El mejor recurso que tenemos como país es nuestro talento que, por ejemplo, se hace sentir a través de la música, en todo el mundo, todo el tiempo. Ese talento innato que poseemos para conectar con el público debemos maximizarlo, haciendo mercadeo de clase mundial, que sirva de propulsor económico para todas nuestras industrias. ¡Vamos a ser parte integral de este nuevo Puerto Rico, que se crece!
“Para poder sobresalir en este ambiente de tantos retos será indispensable que todos los profesionales de mercadeo se adiestren continuamente”