El Nuevo Día

Arde el caucus del PNP por los juegos de azar

Un grupo de representa­ntes de la mayoría consignó su oposición a que se legislara para legalizar estas máquinas

- LEYSA CARO Y JAVIER COLÓN puertorico­hoy@elnuevodia.com Twitter: @Leysa0320/ @JaveColon

La inclusión de las máquinas de juegos de azar en el proyecto de reforma contributi­va provocó ayer un intenso pulseo en el caucus novoprogre­sista en la Cámara de Representa­ntes, hasta el punto que el presidente del cuerpo, Carlos “Johnny” Méndez, propuso sin éxito atender esos asuntos en medidas separadas.

El proyecto no había sido aprobado -al cierre de esta edición anoche-, pero el vicepresid­ente de la Cámara, José “Pichy” Torres Zamora, adelantó que votaría a favor, a pesar que, durante el caucus, apoyó una moción para que la medida de las tragamoned­as se atendiera por separado.

Se decidió que, de los ingresos por la venta de licencias, se destinaría un 45% para el retiro de Policías, otro 45% para el pago emitido por los municipios por concepto de la tarjeta de salud y 10% al Fondo General.

“Creo que el tema debió haber tenido un poco más de detalle, pero una vez el caucus decidió atender el tema junto (a la reforma contributi­va), mi voto va a ser a favor”, expresó Torres Zamora.

Tras el caucus, se acordaron una serie de enmiendas al borrador del proyecto. Torres Zamora explicó que el pago de marbete por cada máquina sería de $1,500. Además, se buscaría que cada operador pague $300 adicionale­s por máquina a la División de Juegos de Azar para los esfuerzo de fiscalizac­ión. El tope por premio sería de $1,000.

El proyecto dispone la conexión de 25,000 máquinas tragamoned­as al sistema del Departamen­to de Hacienda y de otras 20,000 si un estudio determina que hay suficiente mercado.

Cada operador mayorista podría tener un máximo de 500 máquinas. Además, se incluirían enmiendas para evitar que operadores se asocien en una sola empresa que pueda controlar el mercado.

Torres Zamora también intentaría incluir una enmienda para que personal de la Oficina del Comisionad­o de Institucio­nes Financiera­s (OCIF) se integre al proceso de certificac­ión.

El representa­nte José Aponte Hernández, quien aseguró que votaría en contra del proyecto, también había pedido sin éxito, en el caucus, integrar a la OCIF en el proceso de inspección de las máquinas y en la evaluación de antecedent­es a la que están sujetos los operadores de máquinas en los casinos.

El expresiden­te cameral también mostró preocupaci­ón por la sección 27 del proyecto, en la que se dispone que la persona con licencia podría remover y contabiliz­ar los ingresos de las máquinas. Además, sería responsabl­e de distribuir todo el ingreso de dinero generado por las máquinas de azar.

Luego que Aponte Hernández levantara bandera, la mayoría se amparó, sin embargo, en que el equipo va a estar conectado al sistema de Hacienda, lo que permitiría que se registre la entrada del dinero.

Aponte Hernández también cuestionó que no se hayan tomado en considerac­ión dos estudios peticionad­os en el 2009 y 2013 por la Compañía de Turismo a la empresa Spectrum Gaming Group que, entre otras cosas, proyectaba­n recursos menores a los que visualiza esta medida legislativ­a. También, advertía que el país estaba sobresatur­ado, por lo que se debía detener la aprobación de cualquier tipo de juego.

Igualmente, el estudio indicaba que la legalizaci­ón de las tragamoned­as puede poner en peligro la partida que le correspond­e a la Universida­d de Puerto Rico.

Al igual que Aponte Hernández, la representa­nte María Milagros Charbonier se opuso a las máquinas, durante el caucus, y anticipó que votaría en contra de la medida en el hemiciclo. Dijo que su posición no es solo resultado de sus principios cristianos, sino “por el daño que le hace a nuestra sociedad”. También, cuestionó las proyeccion­es de recaudos para suplir las necesidade­s a la Policía.

“Creo que no hay números ni tampoco se logran. Estas son unas probabilid­ades demasiado enormes”, manifestó Charbonier, al indicar que habría emitido un voto a favor de la reforma contributi­va sin la inclusión de los juegos de azar.

Por otro lado, la legislació­n solo permitiría 10 máquinas por negocio. Los establecim­ientos autorizado­s deberán estar a no menos de 100 metros lineales de una escuela pública o privada y/o una iglesia o congregaci­ón. Tampoco podrán ubicarse a menos de 1,200 metros lineales de un hotel con casino.

El proyecto establece que, una vez firmada la ley, la Compañía de Turismo deberá confeccion­ar un reglamento dentro de 60 días para delinear el orden de prioridad en la concesión de las licencias de máquinas de juegos de azar. Ese reglamento deberá ser aprobado por la Asamblea Legislativ­a.

También, se dispone que tendrán “prioridad”, durante los primeros tres meses de vigencia del reglamento, las empresas o individuos con licencias vigentes de máquinas de vídeo o juegos electrónic­os o empresas o individuos con licencias de máquinas de entretenim­iento para adultos.

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Archivo/ david.villafane@gfrmedia.com El vicepresid­ente cameral, José “Pichy” Torres Zamora, adelantó que votará a favor de la reforma porque acatará la decisión mayoritari­a del caucus.

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