Discusión en la ONU en medio de tensas relaciones
El bloqueo vuelve a enfrentar a Cuba y Estados Unidos, que atraviesan una seria crisis diplomática
LA HABANA, Cuba.- La crisis diplomática entre Cuba y Estados Unidos vivirá hoy una nueva escalada, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) discuta en pleno una resolución que condena el bloqueo o embargo económico contra la isla, una inicitativa que la administración de Donald Trump intenta dinamitar.
La discusión de la polémica resolución se da en un contexto de marcada enemistad entre los respectivos gobiernos, producida por la llegada de Trump a la Casa Blanca, quien ha intentado demoler el histórico acercamiento que construyeron los expresidentes Barack Obama y Raúl Castro Ruz.
Trump ha utilizado como argumentación principal el caso de los llamados “ataques sónicos”, un misterioso incidente mediante el cual unas dos docenas de diplomáticos estadounidenses enclavados en La Habana sufrieron daños neurológicos de diverso nivel tras escuchar un presunto ruido agudo.
Montándose en ese escándalo, del cual todavía no hay una solución clara y en el que Cuba niega cualquier participación intencional, Trump dejó inoperante la Embajada en La Habana, reabierta tras casi medio siglo por Obama, y ordenó restringir los mecanismos para que los estadounidenses viajen a la isla, que fueron flexibilizados por la pasada administración en la Casa Blanca.
Igualmente, el presidente estadounidense ordenó una intensa ofensiva diplomática en la ONU, donde revirtió la votación de 2016, cuando -por primera vez desde 1992- Estados Unidos no votó en contra de la resolución contra el bloqueo y decidió, en su lugar, abstenerse.
En el 2017, Trump dispuso un voto en contra junto con Israel, que en el 2016 también se había abstenido junto a Estados Unidos. Este año, la estrategia estadounidense ha ido en la dirección de conseguir ampliar esa base de oposición, lo que supondría una derrota para Cuba, que ha visto consistentemente cómo crece el apoyo en la ONU.
En ese sentido, Estados Unidos promovió un conjunto de enmiendas a la resolución que deberán ser debatidas en el pleno, lo cual hará el proceso más tedioso y provocará que la discusión se empantane en la forma y no en la figura. Además, el gobierno estadounidense intenta contar con el apoyo de países que reciben alta financiación en programas de Estados Unidos, los cuales busca atraer a que, por lo menos, se abstengan en la votación.
Cualquier cosa para Cuba que no sea el 191-2 del año pasado supondría un retroceso, por lo que el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, mantiene una intensa campaña mediática para denunciar lo que entiende como una movida deliberada de la administración Trump.
“Estados Unidos ha decidido presentar enmiendas a la resolución con el pretexto de endurecer el bloqueo contra Cuba. Con el objetivo también de crear la ilusión de que hay apoyo internacional a esa política y también para dificultar la aprobación de la resolución”, dijo Rodríguez Parrilla, quien presentará el informe de Cuba a favor de la resolución en el pleno de la ONU y explicó que hoy se discutirán las ocho enmiendas de Estados Unidos y la resolución, mientras que la votación ocurrirá mañana.
LARGA HISTORIA
La resolución contra el bloqueo o embargo se presentó por primera vez en 1991.
El bloqueo, como se le llama en Cuba y dice la resolución, o el embargo, como lo identifica Estados Unidos, fue establecido por una orden ejecutiva del presidente John F. Kennedy el 7 de febrero de 1962, a raíz del triunfo de la Revolución cubana que trajo consigo la crisis de los misiles con la Unión Soviética.
La diferencia estriba en que un bloqueo económico es considerado un acto de guerra, y un embargo no. La comunidad internacional coincide en que se trata de un bloqueo.
Con el paso de los años, aquella medida de Kennedy se convirtió en una madeja de decisiones ejecutivas, regulaciones, procesos admnistrativos, decisiones judiciales, disposiciones extraterritoriales y leyes del Congreso que hace muy difícil su desmantelamiento en el complejo sistema estadounidense.
Cuba reclama que desde su implantación, el bloqueo ha causado $933,678 millones en pérdidas a su economía y que sólo entre abril de 2017 y marzo de 2018, esos daños alcanzaron los $4,321 millones.
El impacto del embargo es de amplio espectro, pues toca básicamente todos los rublos económicos del país, al tener un carácter extraterritorial y limitar la capacidad de Cuba para hacer transacciones bancarias, adquirir materia prima, comprar productos de consumo, exportar bienes y servicios, importar medicinas o equipamiento médico, entre otros.
“Aquí lo que Estados Unidos no acaba de entender, no sé sin son brutos, es que a quien le hacen daño es al pueblo, no a los dirigentes del Partido. Esa gente tiene su nivel de vida resuelta por donde están, y no tengo problema con eso, porque eso pasa en todos los países, que los políticos tienen la mejor vida, pero ellos deben acabar de entender que nos están matando”, dijo a El Nuevo Día un vendedor ambulante de vegetales que se identificó como Yuniel y quien asegura ser maestro de profesión.
“La gente es la que sufre las carencias del bloqueo, no el gobierno. Y eso lo que hace es que nos dé rabia, que se crean que están provocando que los queramos, todo lo contrario, lo que hacen es unir al pueblo”, indicó una transeúnte de nombre Sandra Cabrera.
El escenario explicado por ciudadanos comunes y por empleados estatales no se resolverá con una votación a favor de la resolución en la ONU este año, pero la estrategia cubana estriba en seguir persistiendo, de modo que la comunidad internacional decida finalmente comenzar a presionar a Estados Unidos o que, en un mejor resultado, el propio Congreso estadounidense decida poner fin a esta compleja política.
“Estados Unidos ha decidido presentar enmiendas a la resolución con el pretexto de endurecer el bloqueo”
BRUNO RODRÍGUEZ PARRILLA CANCILLER CUBANO