Startup Stage Boom se encamina a abrir nuevos mercados fuera de la isla
●●● La plataforma para la contratación de música en vivo se prepara para expandir a nuevos mercados
“El plan de exportación es estar en el primer trimestre de 2019 en Miami. Hay conversaciones para México y Colombia” YISELLE DIPINÍ ANDREU COFUNDADORA DE STAGEBOOM
Con un crecimiento interanual de 197%, la startup boricua Stageboom se alista para fortalecer aún más su plataforma tecnológica, entrar en nuevos mercados en 2019 y crecer su equipo, informaron sus cofundadores Yiselle Dipiní Andreu y Charlie Fuentes.
Stageboom es la plataforma “para contratar todo tipo de música en vivo, para lo que sea, de forma conveniente, fácil y segura”, resumió Dipiní lo que ofrece esta empresa tecnológica que nació de la necesidad de buscar músicos para un evento navideño en 2015.
Inicialmente se concentró en sumar músicos a su catálogo y conectarlos con negocios como hoteles, barras y restaurantes. Pero tras madurar la plataforma tecnológica, está abierta para que cualquier persona escoja y contrate en minutos música en vivo para ambientar la ocasión que desee, sea fiesta, evento corporativo, serenata, aniversario, boda, cumpleaños o funeral.
“Hemos evolucionado a hacer la música en vivo más accesible para todo el mundo. Nos vemos como un conector en el que cada parte nos puede ver como aliados”, sintetizó la también percusionista, quien aclaró que no manejan artistas ni los mercadean.
Por el contrario, señaló que un manejador cuyos talentos estén en Stageboom podría ser más efectivo porque la plataforma le automatiza múltiples tareas que evitan llamadas perdidas, malos entendidos y pagos en el aire.
El modelo de negocio es transaccional, porque los talentos crean sus perfiles de forma gratuita, con el valor agregado de que obtienen una dirección única en la que los potenciales clientes pueden verlos y escuchar muestras de su música.
“Cuando el músico hace dinero, nosotros también hacemos dinero”, resumió Dipiní.
Stageboom retiene 15% por contratación, tajada que le asegura al músico exposición, centralización y la garantía de que recibirá de forma automática e inmediata el pago por su trabajo.
Mientras, los clientes obtienen garantías de comparecencia y comunicación centralizada en caso de cualquier eventualidad, además de la facilidad de tener al alcance de los dedos más de 1,000 músicos de 60 géneros, desde rock, salsa y plena, hasta tango, blues y samba. Por cada contratación, Stageboom retiene $50.
En febrero pasado, Negocios reveló que tres boricuas con experiencia en el mundo del emprendimiento tecnológico, C. J. Acosta, Miguel Ríos y Alfredo Álvarez, habían concretado a finales de 2017 una inversión cuyo monto no se precisó, pero que se complementaría con mentoría.
Con esa inversión, aumentaron personal y solidificaron su tecno- logía, indicó Dipiní.
“Ahora somos cinco en el equipo. No importa la función de cada cual, nos apasiona la música y reconocemos su valor socieconómico”, aportó Fuentes, encargado del componente tecnológico.
Fuentes indicó que luego de mucha búsqueda para contratar una programadora, consiguieron sumar a Neisha Borrero en ese rol.
“Estamos en una fase de automatización. Todo fue pensado para inteligencia artificial y diría un poco más de ‘machine learning’, para que el mismo producto me indique cómo ir moviendo el negocio”, elaboró Fuentes.
“En el futuro, porque es algo que requiere mucho análisis de los datos, queremos usar toda la información anónima que recoge la plataforma para poder recomendarle de forma más precisa al músico cuál es el precio que el mercado le dicta para que sea más exitoso”, agregó.
Además, en noviembre trascendió que Stageboom figuró entre las startups escogidas para recibir un pareo de $75,000 de inversión por el fondo de seguimiento Parallel18 Ventures. Este fondo del Fideicomiso de Ciencia, Tecnología e Investigación está diseñado para apoyar el crecimiento de empresas que, como Stageboom, cumplieron con éxito un ciclo de aceleración en Parallel18 y consiguieron levantar capital privado de al menos la misma suma a parear. Para recibir la inversión, cada empresa se compromete a continuar operando en Puerto Rico y a crear al menos tres plazas de empleo a tiempo completo.
Como toda startup, Stageboom tiene que escalar su negocio en otros mercados.
“El plan de exportación es estar en el primer trimestre de 2019 en Miami. Hay conversaciones para México, Colombia, países donde ya sabemos que la música en vivo es algo bien cotidiano”, adelantó Dipiní.
¿Por qué Miami? Además de ser una ciudad que para muchos se considera la capital de la música latina, allí cuentan con contactos de personas clave en el ambiente y es un destino al que se entra y sale fácilmente desde Puerto Rico, indicó Fuentes.
“Luego la idea es entrar en otros ‘hubs’ de la industria de la música, que iremos identificando por los datos y ajustaremos la oferta”, agregó.
A preguntas de si consideran extender Stageboom a conectar otros tipos de artistas con el público como, por ejemplo, actores o teatro musical, los empresarios indicaron que por el momento no es algo que esté en planes.
“Nosotros queremos operar dentro de algo en lo que tenemos el peritaje y la experiencia: la música. ¿Qué nos depara el futuro? Aún no sabemos. Pero nuestro producto es tecnológico y sí podríamos aplicarlo a otras cosas. Estamos apenas rozando la superficie de lo que se puede lograr con la industria de la música”, aseveró Fuentes.