“Las negociaciones no han progresado en los últimos días. Los demócratas están convencidos de que no habrá dinero para el muro y ese es el problema”
a Trump y que sonó como candidato a ser su nuevo jefe de Gabinete tras el anuncio de la salida de John Kelly, vaticinó ayer que el Gobierno podría estar frente a un “cierre de administración de larga duración”.
“Las negociaciones no han progresado en los últimos días. Los demócratas están convencidos de que no habrá dinero para el muro y ese es el problema”, sentenció Meadows en declaraciones a la cadena de televisión CNN.
La clausura del Gobierno federal es parcial porque tres cuartas partes de la administración -incluido el Pentágono- tienen fondos hasta septiembre de 2019.
No obstante, la parálisis afecta a agencias de 10 departamentos del Ejecutivo, incluyendo Transporte y Justicia; así como a decenas de parques nacionales, que suelen ser una gran atracción turística.
El cierre afecta a 800,000 de los 2.1 millones de trabajadores federales, que no cobrarán mientras permanezca cerrado el Gobierno y están a expensas de la aprobación de un presupuesto.
De hecho, la Oficina de Gestión de Personal (OPM, por su siglas en inglés) del Ejecutivo envió ayer cartas a sus empleados para que puedan justificar sus impagos de créditos, hipotecas o alquileres que puedan surgir por culpa del cierre parcial de la administración.
La agencia gubernamental proporcionó una misiva de muestra a los trabajadores afectados para que puedan comunicarse con las entidades que esperan un pago regular y explicarles que no pueden hacerse cargo hasta que no cobren su nómina.
“Soy un empleado federal que recientemente ha estado suspendido debido a la falta de fondos de mi agencia. Debido a esto, mis ingresos han sido ampliamente reducidos y no puedo pagar el costo total de mis pagos mensuales, junto con otros gastos”, se puede leer al inicio de la carta de muestra.
El cierre de la administración se prolongará así hasta enero, cuando los demócratas, gracias a su nueva mayoría, tienen previsto asumir el control de la Cámara baja y podrían aprobar una financiación de la administración sin destinar fondos para el muro anhelado por Trump.
Este es el tercer cierre que afronta Trump desde que llegó al poder a principios de 2017. El primero se produjo en enero de este año, coincidiendo con su primer aniversario en la Casa Blanca, y se alargó durante tres días; mientras que el segundo fue en febrero y duró apenas unas horas.