“HAMILTON” Y LA ISLA
“Who lives, who dies, who tells your story” es el título de la canción que cierra la obra “Hamilton” en su acto final. La historia, ¿quién la hace? ¿Quién la cuenta? ¿A quién inspira?
Aún no se ha presentado la obra “Hamilton” en Puerto Rico y ya está haciendo historia en nuestro país. La situación en torno a su puesta en escena en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico deja al descubierto que finalizando 2018 nos espera un nuevo año de mucho trabajo, no solo para reconstruir a nuestro país sino también nuestros valores como pueblo.
Agraciadamente el mensaje que predomina en las reacciones de nuestra gente ante esta situación es de reconocimiento al valor de la presentación de “Hamilton” en Puerto Rico como un acontecimiento cultural que inspirará a todos sobre historia, educación y valores. Al igual que nos inspira el brío y brillo de su autor, el puertorriqueño Lin-Manuel Miranda.
De seguro todos en nuestra isla hemos conversado sobre la obra, indagado sobre Alexander Hamilton o reaccionado con orgullo a las presentaciones de Miranda.
Estudiando sobre Alexander Hamilton puedo destacar vivencias y educación: huérfano, caribeño, estudioso, revolucionario, inmigrante, respetuoso de la ley y el orden, escritor, financiero.
Cuando leo sobre el fenómeno teatral “Hamilton” coincido con The New York Times de que la obra es “un logro de reimaginación histórica y cultural”. La obra “Hamilton” es especialmente para aquellos que creen que la historia es distante e irrelevante pues les demuestra lo contrario, la historia es de gente real, de sentimientos reales y fallas reales.
Entonces ¿cúal será nuestra historia en 2019? No me cabe la menor duda que será grandiosa. Cambiaremos paradigmas, nuestro país renacerá ante sus retos predominando la tradición del puertorriqueño como uno respetuoso, luchador y solidario. “Hamilton” se ha hecho para inspirar. Así la historia de Alexander Hamilton y la obra de Miranda serán un bálsamo de energía positiva para comenzar 2019 con la nobleza y el gran brillo que nos distingue como pueblo a través de nuestra cultura y educación. Así se escribe la historia.