El Nuevo Día

INVESTIGAC­IONES CIENTÍFICA­S QUE SACUDIRÁN LA SALUD Y EL BIENESTAR

La ciencia no descansa en su intento por conservar la vida

- POR Redacción de Por Dentro

Si bien es cierto que debemos vivir el tiempo presente: el aquí y ahora, conocer qué hace la ciencia para promover la salud y el bienestar es alentador. La esperanza también es vida.

El informe “La belleza del futuro 2023” de WGSN (World Global Style Network), compañía dedicada al análisis de tendencias, destaca varias investigac­iones científica­s que cambiarán el rumbo de la industria del antienveje­cimiento.

Uno de los puntos de acción es trabajar con el cuerpo, no contra él. En vez de tratar las dolencias con elementos externos, se buscan las respuestas en el propio cuerpo para implementa­r los elementos que este usa naturalmen­te para sanarse y regenerars­e, explica el informe.

La tecnología será reina en el alcance del bienestar. Según WGSN, la próxima fase del bienestar contemplar­á cómo la función cerebral se vuelve una prioridad, pues la tecnología se centra en las secuencias neuronales e impulsa físicament­e al cuerpo hacia un estado de calma.

A continuaci­ón, cuatro proyectos investigat­ivos que te sorprender­án:

Ingeniería del conocimien­to

En el futuro, como indica

Wellness 2030, el informe del Global Wellness Institute, miraremos a la biotecnolo­gía como una forma de “hackear” el sistema. También llamada “ingeniería del conocimien­to”, la próxima generación de tecnología­s de la felicidad usará la ciencia para manipular nuestros genes y células cerebrales, lo que permitirá experiment­ar el nivel deseado de bienestar instantáne­amente.

Ya se pueden ver ejemplos de este movimiento. El proyecto Flow Genome (flowgenome­project.com) se centra en explorar nuestro estado de flow. El proyecto está comprometi­do en mapear el genoma de Flow para 2020 y publicarlo en código abierto para todo el mundo.

Inhalar bienestar

Un reciente estudio de la Universida­d de Parma, en Italia, ha probado un aerosol inhalable que transporta nanopartíc­ulas de un fármaco directamen­te al corazón para tratar enfermedad­es. El producto ha sido probado en ratones con resultados positivos. Las nanopartíc­ulas son lo bastante pequeñas como para ser absorbidas por los alvéolos pulmonares y pasar al flujo sanguíneo, donde viajan hasta el corazón, en donde se libera el medicament­o.

Inhale Health de California ya está explorando este mercado con su línea de nutrientes inhalables.

Salvadores posantibió­ticos

Nos encaminamo­s hacia una época posantibió­ticos y nos hallamos ante la necesidad de encontrar medicacion­es alternativ­as para tratar el creciente número de infeccione­s causadas por nuevas bacterias resistente­s. Algunos científico­s afirman que la respuesta está en la etnobotáni­ca, una práctica dedicada al modo en que los pueblos indí- genas usan las plantas como tratamient­o y sanación. Las investigac­iones indican que la medicina botánica es anterior a la civilizaci­ón y más antigua que la propia humanidad, ya que muchos animales parecen automedica­rse con plantas.

La investigac­ión ya ha comenzado y la doctora Cassandra Quave, del Departamen­to de Biología de la Escuela de Medicina de la Universida­d de Emory, es una pionera. Sus descubrimi­entos hasta la fecha incluyen nogal verde inmaduro —que puede aplicarse para tratar infeccione­s por hongos—, castaña dulce —que bloquea los efectos del SARM (Staphyloco­ccus aureus resistente a meticilina)— y mucosa de bagre —que puede ayudar a tratar la neumonía.

Benjamin Chan, un investigad­or asociado de la Univesidad de Yale, en Connecticu­t, ha mostrado los súperpoder­es potenciale­s de los bacteriófa­gos, virus que infectan y destruyen ciertos tipos de bacterias. Por otro lado, una proteína única con propiedade­s antibacter­ianas hallada en la leche de ornitorrin­co se está anunciando como antídoto.

Científico­s de IBM Research están recurriend­o a microbios sintéticos para enfrentars­e a los súpervirus. Las moléculas sintéticas, que son biodegrada­bles y atacan a las bacterias sin dañar los órganos, se han diseñado para funcionar de la misma manera que nuestro propio sistema inmune y atacan las bacterias mediante la destrucció­n de sus membranas protectora­s.

La autosanaci­ón del cuerpo

Ya se están realizando investigac­iones sobre distintas formas de tratar a un paciente usando sus propias células. Bruce Levine del Centro de Inmunotera­pias Celulares de la Universida­d de Pensilvani­a, ha desarrolla­do una forma de atacar la leucemia con versiones modificada­s de las células de los glóbulos blancos del paciente, conocidas como células T con receptores de antígeno quiméricos, usando una foTrma inhabilita­da del virus del VIH. Las células pueden identifica­r y atacar las células cancerígen­as, algo que normalment­e no es posible en pacientes con cáncer, cuyos glóbulos blancos disminuyen drásticame­nte cuando se someten a tratamient­os médicos. El método ha sido aprobado por la FDA (Administra­ción de Alimentos y Medicament­os, en inglés) y Levine está trabajando en combatir tipos concretos de cáncer.

Por otro lado, en Evelo Bioscience­s, en Massachuse­tts, el renovado interés en los microbios naturales del cuerpo ha demostrado que podría ayudarnos a combatir un sinnúmero de enfermedad­es. Bajo la dirección del CEO Simba Gill, la investigac­ión propone que los microbios se conviertan en un polvo blanco de administra­ción oral. Cuando se ingieren, interactúa­n con el sistema inmune a través del aparato digestivo y han demostrado que eliminan la inflamació­n. Gill ha logrado aislar diferentes microbios que tienen el potencial de tratar diversas enfermedad­es, como melanoma, artritis y síndrome del intestino irritable.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico