Universidad de Puerto Rico entregó sus estados financieros auditados
Con casi 10 meses de atraso, el presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Jorge Haddock Acevedo, sostuvo que la institución entregó anoche el estado financiero auditado para el año fiscal 2016-2017, documento que reclaman tanto el Departamento federal de Educación como la agencia acreditadora Middle States Commission on Higher Education.
La universidad del Estado está a un paso de perder la acreditación de Middle States. Poseer la acreditación de esta comisión certifica la calidad de los programas académicos de la institución educativa, pero también la hace elegible para recibir fondos de investigación y de asistencia económica para sus estudiantes.
“Tengo entendido que lo único que falta para nosotros completar los requisitos de la acreditación son los estados financieros (de los años fiscales) 2017 y 2018. Eso es lo único que falta, todo lo demás... No ha habido ningún señalamiento”, expresó el líder universitario.
Haddock Acevedo dejó claro ayer que no se ha puesto en duda el cumplimiento de los programas académicos de la UPR con los altos estándares de calidad de Middle States. Los señalamientos que ha realizado la agencia acreditadora el último año giran en torno a la estabilidad financiera del sistema universitario y su capacidad para continuar con su misión educativa ante los recortes presupuestarios que enfrenta.
El jueves pasado, Middle States dio un ultimátum a la UPR al ordenar a la administración de los 11 recintos presentar las razones por las cuales no se les debe retirar la acreditación.
Los recintos deben entregar los informes el 25 de enero, y deben incluir información sobre el impacto del Plan Fiscal certificado por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), evidencia de que cuentan con medidas responsables de manejo fiscal y un plan “comprehensivo” y “aplicable” para trasladar a sus estudiantes a otras instituciones de educación superior en caso de que pierda su acreditación.
“No vamos a llegar ahí, pero tenemos que escribir ese informe”, sostuvo Haddock Acevedo. “Estamos confiados en que la acreditación que tenemos en este momento la vamos a mantener”, añadió.
El semestre pasado, la UPR tenía 55,060 alumnos.
El nuevo semestre académico aún está en proceso de comenzar
“Esto no termina cuando entreguemos los informes. Esto es algo que vamos a mirar con rigor y disciplina para evitar que pase de nuevo” JORGE HADDOCK ACEVEDO PRESIDENTE DE LA UPR
en los 11 recintos. Ciencias Médicas y Carolina iniciaron el martes pasado y ayer retomó las labores académicas el recinto de Río Piedras. Los campus restantes lo harán entre hoy y el jueves.
RETOS FINANCIEROS
Además del informe que exigió Middle States para el 25 de enero, la administración de la universidad del Estado también labora en la preparación del informe financiero auditado del año fiscal 2017-2018, que cerró en junio pasado. Este se debe entregar para el 31 de marzo.
“La universidad, en un pasado, no había tomado esto en serio”, expresó Haddock Acevedo. “Por 11 años, siempre ha habido un atraso (...) Cuando yo llego en septiembre (asumió la presidencia), ni siquiera teníamos a los auditores externos contratados”, añadió.
La entrega del estado financiero auditado correspondiente al año fiscal 2016-2017 se aplazó en cuatro ocasiones. Originalmente, se debía entregar en marzo de 2018. Tanto Educación federal como Middle States extendieron la fecha límite al 30 de junio, luego al 30 de septiembre, y lo extendieron una vez más hasta el 31 de diciembre, plazo que ajustaron para el 2 de enero de 2019 unas semanas antes de que venciera, detalló
el director de Finanzas de la UPR, Antonio Tejera Rocafort.
Haddock Acevedo descartó que se tomen medidas contra los funcionarios que no cumplieron con su responsabilidad para que los informes financieros estuvieran listos a tiempo.
Por el contrario, el presidente de la UPR sostuvo que están enfocados en “mirar al futuro” y al trabajo que queda por hacer. Por ejemplo, destacó que próximamente comenzará el proceso para confeccionar el presupuesto del próximo año fiscal utilizando un modelo base cero.
“Cada recinto va a tener mayor autonomía con su presupuesto. Se partirá de lo que son los gastos fijos y los ingresos de cada unidad. Esto tendrá un componente empresarial porque cada uno podrá atraer más fondos externos, donativos”, sostuvo Haddock Acevedo, quien rechazó que este modelo sea perjudicial para los recintos más pequeños.