El Nuevo Día

Reforma laboral en la práctica

- Vicente Feliciano Economista

En circunstan­cias normales, los mercados transitan hacia su equilibrio, el cual puede estar alejado de lo que permiten o requieren las leyes. Una encuesta realizada por la Sociedad para la Gerencia de Recursos Humanos indica que la Reforma Laboral que se implantó a principios del 2017 (Ley 4) está siguiendo el camino esperado por los economista­s.

La Ley 4 aumentó de tres meses a nueve meses el período de probatoria para personal no-exento y hasta un año para personal exento (profesiona­l y gerencial). La encuesta indica que tres cuartas partes de las empresas realizaron cambios en su período probatorio. Pero solo una cuarta parte lo aumentó hasta el máximo permitido por ley. La mitad incrementó el período probatorio por encima de lo permitido bajo la ley anterior, pero por debajo de lo permitido bajo la nueva ley.

Cuando todos los patronos tienen como regla el máximo de período probatorio permitido por ley es indicativo que la ley no refleja la realidad del mercado. Cuando los patronos ofrecen variedad de reglas es que el mercado está operando como se supone, con las reglas de las empresas reflejando la realidad de su industria y las particular­idades de las empresas.

Permitir horarios de 40 horas en cuatro días laborables sin incurrir en horas extras fue otro de los cambios de la Ley 4. Por lo tanto, se otorgó la opción para que en las empresas donde hacía sentido, y con el acuerdo por parte de los empleados, se modificara el horario de trabajo tradiciona­l. Según la encuesta, la mayoría de las empresas continuaro­n en horarios de cinco días por semana, pero una minoría adoptó horarios alternos.

Solo un 19 por ciento indicó que implementó o implementa­rá los nuevos mínimos de días de vacaciones y enfermedad que exige la Ley 4 para personal no-exento. Nuevamente, el hecho de que está permitido no implica que se va a implantar.

Sin embargo, es importante que exista la flexibilid­ad para hacerlo. De paso, los empleados exentos (gerenciale­s y profesiona­les) no tienen días de vacaciones y enfermedad por legislació­n ni lo tenían previo al 2017. Como regla general, las empresas le aplican al personal exento las mismas reglas que al personal no-exento.

No está claro el número de empresas que implantó los cambios en el mínimo de horas para cualificar para el bono de Navidad. El mismo aumentó de 700 horas a 1,350 horas. Es de suponer que en la mayoría de los casos, si el empleado renunció y no acumuló 1,350 horas, la empresa no le pagó el bono de Navidad.

Uno de los desacierto­s de la Ley 4 del 2017 fue no eliminar la Ley 80, que tiene que ver con la capacidad de las empresas de manejar su fuerza laboral, pudiendo despedir empleados sin ser penalizado­s.

Aún con la derogación de la Ley 80, la capacidad de despedir todavía estaría limitada por leyes contra el discrimen en el lugar de trabajo. Tanto la administra­ción del gobernador Ricardo Rosselló como la Junta de Supervisió­n Fiscal coinciden en que derogar la Ley 80 sería positivo tanto para patronos como para empleados.

Cuando los mercados operan apropiadam­ente se maximiza el empleo y la producción. Esto es lo que necesita Puerto Rico para salir adelante. La Ley 4 del 2017 está en la dirección correcta. Sin embargo, se necesita mucho más.

“Tanto la administra­ción del gobernador Ricardo Rosselló como la Junta de Supervisió­n Fiscal coinciden en que derogar la Ley 80 sería positivo tanto para patronos como para empleados...La Ley 4 del 2017 está en la dirección correcta. Sin embargo, se necesita mucho más”

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