Oportunidades económicas en medio de la dependencia
●●●Expertos vaticinan un mejor panorama económico en el 2019, impulsado por la inyección de fondos federales, pero advierten dificultades ante la falta de un plan económico autosostenible
La producción de alimentos, el turismo, la manufactura de medicamentos genéricos, el desarrollo de productos y servicios dirigidos a resolver problemas generados por la pobreza y la operación de un centro global de trasbordo aéreo, son algunas de las múltiples oportunidades que tiene Puerto Rico para comenzar a encaminar su desarrollo económico en este nuevo 2019.
Sin embargo, los pronósticos de los economistas apuntan en otra dirección, pues afirman que el país carece de un plan económico que se centre en el desarrollo sostenido. En su defecto, cifra sus esperanzas casi exclusivamente en el envío de fondos federales para salir la crisis. Esa dependencia se ha agudizado después del azote del huracán María, ya que el gobierno de Estados Unidos ha aprobado miles de millones de dólares para la reconstrucción de la isla.
Ante el comienzo de este nuevo año -en el que se cumplirán 13 años del inicio de la recesión, convertida ya en depresión-, Negocios entrevistó, de forma individual, a un grupo de economistas sobre qué le depara a Puerto Rico en materia económica y qué renglones lucen mejor aspectados.
“El 2019 será un año mejor que el 2018, pero lo único que está impulsando la actividad económica son los fondos federales y el dinero de las aseguradoras”, dijo el economista Adrián Alós, de la firma Estudios Técnicos.
La firma se vio precisada a revisar a la baja sus proyecciones para el 2019 y el 2020. Ahora, estima que la economía crecerá 3.1% este año y 4.2% el próximo. Inicialmente, había proyectado 5.3% y 4.7%, respectivamente, pero los acontecimientos recientes en Estados Unidos y Puerto Rico motivaron la revisión.
“Estamos en un entorno de mucha incertidumbre, no se sabe cuándo va a entrar el dinero federal, qué cantidad, ni en qué plazo (de tiempo) se va a desembolsar”, sostuvo por su parte, José Joaquín Villamil, principal oficial ejecutivo (CEO, por sus siglas en inglés) de Estudios Técnicos, al explicar el cambio en las proyecciones. “Lo que sí va a haber es una ralentización del crecimiento”, aseveró.
Haciéndose eco de las palabras de Jerome Powell, presidente del Banco de la Reserva federal, Villamil afirmó que Puerto Rico no debería dejarse seducir por los fondos federales temporales de la reconstrucción, y señaló que la mejoría económica que experimentó la isla en el 2018 fue provocada por el impulso de la inyección federal.
No obstante, ese impulso comenzó a perder fuerza en el último trimestre del pasado año, lo que es indicio de que el estímulo ya se esfumó, según Villamil. Se supone que en los meses de marzo y abril próximo entrarán unos $1,500 millones y hay otros $8,000 millones asignados que podrían entrar a fin de año, aunque todavía falta por determinar a qué proyectos se destinarán.
Si ese dinero federal se utiliza para proyectos de infraestructura, más allá de reparar lo que María dañó, es probable que contribuya a encaminar la economía, opinó Gamaliel Lamboy, otro economista de Estudios Técnicos.
Por su parte, Gustavo Vélez, presidente de la firma Inteligen- cia Económica, prevé “un año retante, de muchos desafíos” en la medida que cambien los supuestos en que fundamentó su proyección económica, la que, al igual que Estudios Técnicos, también revisó a la baja. Su estimado inicial era que la economía local tendría un crecimiento de 4.2% y lo recortó a 2.8%.
SE COMPLICA EL PANORAMA
“Toda la esperanza estaba puesta en la inyección federal para la reconstrucción, pero ese dinero no está llegando. El gobierno federal está cerrado -lleva más de un
mes y es el cierre más largo en la historia moderna de EE.UU.-, la burocracia gubernamental impacta también el flujo de dinero y a eso le sumas un posible amago de recesión en Estados Unidos, que no estaba en la ecuación”, dijo Vélez al explicar su revisión. El viernes, al cierre de esta edición, el presidente estadounidense y el Congreso federal anunciaron la reapertura temporal del gobierno hasta mediados de febrero.
Se supone que la isla recibiría más de $12,000 millones en el año fiscal 2018, una cifra casi igual en el fiscal 2019 y $14,000 millones en el 2020, pero el dinero está aguantado, y solo han llegado $9,000 millones. “Todo el mundo daba por sentado que llegaría dinero fresco para reconstruir la isla”, comentó el fundador de Inteligencia Económica.
No obstante, los cambios económicos no solo se dan en Puerto Rico o Estados Unidos, sino también a nivel global, tanto que el Fondo Monetario Internacional revisó también su proyección de crecimiento económico mundial en días recientes. La recortó en 0.2 y 0.1 puntos porcentuales para los años 2019 y 2020, hasta llevarla a 3.5% y 3.6%, respectivamente.
Los aumentos en la tasa de interés, la guerra comercial de Estados Unidos con China y los potenciales choques en el Congreso por temas fiscales, son otros factores externos que también inciden sobre los asuntos económicos de Puerto Rico.
Con ese panorama, Vélez no ve posibilidad de que la economía local pueda desarrollarse sostenidamente en el corto plazo. “El crecimiento económico de un país devastado por el huracán, por la depresión y en quiebra está anclado en una inyección masiva de fondos federales. La economía está tan mala que hace falta grandes cantidades de dinero y aún así sería un estímulo a corto plazo”, aseveró.
Tildó de “súper peligroso” para Puerto Rico la dependencia casi por completo de los fondos federales y señaló que el desarrollo económico debería estar basado en un proceso orgánico de país. “El reto está en cómo crecer a pesar de que no llegue dinero federal y el gobierno de Estados Unidos no ayude a la isla”, manifestó.
Otro hecho que ocurrirá este año y que podría incidir en el comportamiento de la economía es el fin del mandato de los miembros de la Junta de Supervisión Fiscal. El 1ro de julio se supone entre una nueva junta y hay interrogantes de si se quedarán algunos o todos los miembros actuales, según Vélez, o si serán reemplazados por una junta que promueva un control de gastos más riguroso y una mayor austeridad.
SECTORES QUE PODRÍAN CRECER
Pese al cuadro poco alentador, los entrevistados identificaron algunos renglones de la economía que experimentarán crecimiento. Entre ellos, mencionaron el turismo, que está en recuperación y se espera que este año reabran los hoteles que aún están cerrados desde María, como Caribe Hilton, Ritz Carlton y El Conquistador en Fajardo.
“El turismo terrestre se va a recuperar y tendremos el mismo número de habitaciones que había antes del huracán”, dijo Villamil, quien indicó que la obra Hamilton y las reseñas que destacan a Puerto Rico como uno de los mejores destinos turísticos a visitar este año ayudarán a aumentar el tráfico de turistas. En el caso de los cruceros, mencionó que su impacto es mucho menor a la economía y generalmente su aportación se concentra en una zona específica.
La manufactura es otro de los renglones que podría mejorar, aunque levemente y los empleos en el sector subirán un poco, dijo el CEO de Estudios Técnicos. Cabe señalar que la reforma contributiva federal, aprobada en el 2017, le resta competitividad a la isla frente a otros destinos e impacta a una treintena de manufactureras extranjeras que operan localmente, las que generan 70,000 empleos directos.
En el caso de la construcción, la magnitud del crecimiento es incierto, dependerá de la cuantía de fondos federales que entre a la isla, según Vélez. Y en el sector comercial dijo que no proyecta un crecimiento fuerte. Mientras, Alós, de Estudios Técnicos, indicó que en la primera mitad de este año las ventas en el comercio estarán por debajo del año pasado al compararlas con el mismo periodo, pero podrían aumentar para la segunda mitad de 2019, en la medida que vayan llegando los fondos federales.
OTRA ECONOMÍA ES POSIBLE
La socióloga y economista Marcia Rivera fue un tanto más pesimista que sus colegas en cuanto al cuadro económico de Puerto Rico para este año. “Todas las proyecciones son pesimistas, y si las hay positivas están fuera de la realidad, máxime con un cierre del gobierno federal y un presidente que no es predecible y está limitando las ayudas que llegan a Puerto Rico”, expresó.
Agregó, “no hay señal en los índices económicos que demuestren que la economía va a mejorar, más allá de los fondos para la recuperación, y esos pudieran limitarse. Seguimos con medidas de austeridad severas impuestas por la Junta de Supervisión Fiscal”.
Indicó que la mayoría de los fondos otorgados hasta ahora para los trabajos de reconstrucción han ido a firmas estadounidenses, y muy poco de ese dinero ha circulado localmente. Opinó además que las reparaciones no cumplen con el rigor de los códigos de construcción de Puerto Rico, por lo que en muchos casos no aguantarán un próximo huracán.
Sin embargo, la economista apuesta a los recursos de Puerto Rico y a la capacidad e intelecto de su gente para salir adelante. Por ello, visualiza que, en estos momentos de precariedad, lejos de buscar el desarrollo de grandes proyectos, la prioridad tiene que ir dirigida a viabilizar la producción de comida y los movimientos agroecológicos en toda la isla.
“Está probado que en Puerto Rico se puede producir prácticamente todas las verduras y frutas; y ello ayudaría a bajar los precios de los alimentos. Hay que reducir la precariedad tan grande que tenemos en seguridad alimentaria”, dijo Rivera al insistir que la agricultura, junto a otros sectores, es el gancho para la recuperación económica.
“En una economía de crisis, la primera prioridad debe ser el impulso a la agroecología, y Puerto Rico tiene el clima ideal para producir. La Estación Experimental de la Universidad tiene registradas 103 variedades de mangó. En este momento crítico, como tú sales adelante es con la producción de comida y eso ayuda además a la salud de la población”.
En la medida que se mejora el acceso a buena comida, la gente está mejor alimentada; los restaurantes tendrán más abastos y aumentará el número de turistas que llegarán atraídos por la gastronomía. Señaló que el dinero hay que destinarlo a los que produzcan o vayan a producir alimentos, en vez de dárselo a las semilleras multinacionales.
Más allá de la agricultura, el tu-
rismo y la gastronomía, Rivera indicó que Puerto Rico tiene el potencial de ser un jugador importante en la producción de genéricos. “Tenemos el peritaje, las instalaciones… si el gobierno quisiera podría crear un conglomerado de producción de medicamentos genéricos a precios razonables”.
Otra estrategia de desarrollo económico que no conlleva desembolso de fondos federales es el convertir a Puerto Rico en un “hub” aéreo internacional. “Los países alrededor de Puerto Rico, como Panamá, Colombia y ahora República Dominicana, nos han dejado fuera del gran negocio de la carga aérea”.
Estados Unidos ha autorizado a Guam, Alaska y a las Islas Marianas para que los aviones hagan escala y dejen mercancía en esos territorios, y prosigan su viaje. En cambio, Puerto Rico no goza de ese permiso, y por tanto, no le saca provecho a su ubicación geográfica. Lo que hace falta, según la entrevistada, es solicitar el permiso al Departamento de Transportación federal o al Congreso para que los aviones de carga y pasajeros hagan también escala aquí.
“El grueso del comercio internacional se va a hacer en aviones que combinan carga y pasajeros. Los aviones podrían parar aquí a dejar parte de la carga, esa carga se reempacaría para distribuirla a distintos puntos del planeta. Por nuestra ubicación geográfica, podríamos convertirnos en un centro de logística y distribución a nivel global”, aseveró Rivera, quien por más de 30 años ha sido consultora en desarrollo socio económico para países de América Latina y el Caribe.
La manufactura y los servicios pueden reavivar también la rueda económica, sobre todo los relacionados con resolver problemas asociados a la pobreza en el mundo. “El crecimiento de nuevos productos es el motor de muchas economías”, dijo la economista, al tiempo que mencionó que Puerto Rico puede producir paneles solares, en vez de importarlos como ha hecho hasta ahora. “En el RUM (Recinto Universitario de Mayagüez) hay decenas de investigaciones científicas sobre energía solar.