Renovar el sistema vial es alta prioridad para el país
La revitalización de la infraestructura vial es un componente indispensable para la recuperación de Puerto Rico. Al cumplirse 15 meses del impacto del huracán María, esperamos que la puesta en vigor de los planes recién anunciados por el gobierno se tradu
Aspiramos a que la inversión para desarrollar los proyectos del Departamento de Transportación y Obras Públicas pueda completarse a corto plazo, mientras se encaminan otras iniciativas para lograr un sistema vial que facilite la entrada firme del país en la ruta de crecimiento. Esperamos que la designación de Rosana Aguilar como titular de la Autoridad de Carreteras y Transportación contribuya a los esfuerzos de reconstrucción de vías y puentes. La funcionaria y el resto del personal de las agencias relacionadas con el transporte tienen que dar la milla extra para cumplir con la agenda de reconstrucción y completar proyectos necesarios postergados.
En Puerto Rico hay un promedio de 635 vehículos por cada 1,000 habitantes, lo que lo ubica en el duodécimo lugar entre los países con mayor volumen de automóviles. Las carreteras son arterias esenciales para el flujo del transporte industrial y comercial. También lo son para el movimiento de los vehículos de los ciudadanos que integran la fuerza laboral, quienes también dependen de un seguro y rápido desplazamiento para llegar puntuales a los talleres de trabajo, así como a las escuelas y universidades.
Es claro que una red de carreteras en óptimas condiciones es determinante para nuestra economía.
Son legítimas las inquietudes ciudadanas ante el deplorable estado de muchas vías principales del país. Parte del deterioro vial se asocia al severo golpe huracanado. Pero otras serias deficiencias resultan del pobre mantenimiento acumulado. En tal sentido, luce esperanzadora la promesa del DTOP de que las brigadas se multiplicarán este año y que existe una partida de $327 millones de fondos estatales para la reparación de los peligrosos hoyos en innumerables tramos.
Es importante el propósito del titular de Transportación y Obras Públicas, Carlos Contreras, de atender la calidad del asfalto en las reparaciones, y de emplear nuevas técnicas de construcción para contar con una infraestructura de carreteras resistente. Es igualmente relevante conocer que, además de priorizar las rutas principales, se invertirán $75 millones de fondos estatales para rehabilitar vías secundarias.
La asignación para “Abriendo Caminos”, el programa principal para la recuperación vial, asciende a $652 millones en fondos estatales y federales. Sin embargo, será crucial la revisión del programa de mejoras capitales para asegurar el ajuste correspondiente ante la inflación exacerbada post huracán María.
En la encomienda trascendental para la recuperación, por otro lado, es esencial proteger árboles y zonas verdes cercanos a las carreteras. El DTOP debe explicar las razones para los retrasos en las podas, así como las garantías para manejar bien los proyectos en los que solo se justificaría talar árboles enfermos o que representen peligro para los conductores, pasajeros y peatones. En este aspecto, la estrecha colaboración con el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales es indispensable.
El esfuerzo tendrá que complementarse con el apoyo de inversionistas. La “Opportunity Zone Investors Conference”, de este 30 de enero, promete convertirse en un foro informativo de enfoque holístico para promover acuerdos que abonen al avance de la renovación isleña.
Nuestra renovación vial, que también debe integrar a corto plazo un proyecto eficiente de transporte colectivo, tiene que mantener alta prioridad en la agenda del país. Su importancia compara con la de las reformas de los sistemas de energía, educación y salud, que complementan el objetivo mayor de estimular con fuerza el desarrollo sostenible de Puerto Rico. Read the English version of this editorial at endi.com