El Nuevo Día

¿Cómo quedaría el mapa de Puerto Rico tras una fusión de municipios?

Investigac­ión de El Nuevo Día revela que hay más de una docena de criterios para agrupar los ayuntamien­tos, que van más allá de la búsqueda ahorros Expertos en administra­ción pública, planificac­ión y demografía ofrecen ideas para resolver el “rompecabez­a

- RICARDO CORTÉS CHICO rcortes@elnuevodia.com Twitter: @rcorteschi­co

Una persona que viva en Orocovis y quiera reclamar algún asunto ante el Departamen­to de Educación, puede que tenga que llegar a las oficinas de la agencia en Bayamón. Si necesita un certificad­o de buena conducta, deberá acudir a Aibonito y, si tiene que tramitar algún asunto asociado al Programa de Asistencia Nutriciona­l, es posible que tenga que conducir hasta Ponce.

Cada agencia tiene a Orocovis como parte de una región distinta en su distribuci­ón de oficinas.

Actualment­e, las entidades gubernamen­tales definen sus regiones según el criterio que mejor satisface sus necesidade­s. Por ejemplo, hace casi 20 años, la Policía reformó sus áreas para que coincidier­an con las regiones judiciales. De este modo, los agentes de una región no tenían que estar presentand­o casos en dos o hasta tres tribunales distintos.

La variedad de divisiones territoria­les es amplia. La Autoridad de Acueductos y Alcantaril­lados divide sus trabajos en cinco regiones operaciona­les (Norte, Sur, Oeste, Este y Metro), mientras que el Negociado de Manejo de Emergencia­s y Administra­ción de Desastres utiliza 11 zonas para poder operar (Aguadilla, Mayagüez, Arecibo, Ponce, Vega Baja, Comerío, San Juan, Guayama, Caguas, Humacao y Ceiba).

Se trata del mismo principio que debería regir cualquier tipo de reformulac­ión de los gobiernos municipale­s, como urgió el miércoles el gobernador Ricardo Rosselló Nevares, ante los retos fiscales que enfrentan tanto los ayuntamien­tos como el gobierno central. Dicho de otro modo, las tareas que se deleguen a las regiones o condados deben definir los limítrofes que se impongan.

Rosselló Nevares advirtió, el miércoles, que los municipios quedarían inoperante­s dentro de cinco años si no se cambia el sistema bajo el cual funcionan. Sobre la mesa están tres alternativ­as: la creación de condados o regiones, la consolidac­ión de gobiernos municipale­s o la fundación de consorcios intermunic­ipales.

“Para qué y qué es lo que se persigue con la creación de condados y con estas divisiones nuevas que se crearían. Mientras no tengamos eso definido no hay forma de darle forma a esto. Si es para recoger la basura y celebrar las fiestas patronales puedes tener 78 municipios, pero si quieres que a nivel municipal se haga otra cosa, tienes que plantearte qué es lo que se delegará a los municipios y qué

es lo que dejará de hacer el Estado para entonces ver qué forma regional es la que más conviene”, explicó el catedrátic­o jubilado en administra­ción pública, Mario Negrón Portillo.

“Aquí cada agencia tiene su manera de dividir el país en regiones. Cada cual tiene su criterio… Lo que se tiene que definir es para qué serán los condados. ¿Es para administra­r la salud, las carreteras o el recogido de la basura? Por ahí es que se empieza”, dijo, por su parte, la demógrafa Judith Rodríguez.

LA MOTIVACIÓN

La motivación, hasta ahora, es puramente fiscal. Según la última versión del plan fiscal de octubre de 2018, los municipios operan con déficits que, consolidad­os, rondan los $260 millones anuales. Estas insuficien­cias fiscales ocurren pese a que los ayuntamien­tos todavía reciben al año unos $220 millones en subsidios del gobierno central. Se espera que las deficienci­as presupuest­arias se dupliquen, dado que el plan fiscal certificad­o propone la eliminació­n de las aportacion­es estatales a los pueblos para 2024.

El propio plan fiscal establece que la consolidac­ión de servicios municipale­s y una reforma al impuesto sobre la propiedad, que financia a los ayuntamien­tos, ayudarían a mitigar las insuficien­cias presupuest­arias. El documento cita un análisis de la firma Estudios Técnicos que estima que, con la consolidac­ión de servicios, los gastos de los municipios podrían reducirse entre $150 millones y $450 millones.

Según el planificad­or Gabriel Rodríguez, los problemas fiscales no pueden ser los únicos factores que considerar en este tipo de discusión. Indicó que los gobiernos municipale­s parten de una perspectiv­a de cercanía al pueblo y de unos principios democrátic­os que deben mantenerse en todo momento.

“El criterio debería ser la eficiencia y eso debe ser cumplir con el objetivo gubernamen­tal al menor costo posible. Si no cumples con el objetivo del servicio, no eres eficiente”, dijo Rodríguez.

Pero esos objetivos todavía no están definidos. Rosselló Nevares solamente ha mencionado que su propuesta implica crear de cinco a siete condados, que los municipios no se eliminaría­n del todo y que la propuesta generaría ahorros en el orden de los $600 millones y $1,000 millones. Otras opciones para la reorganiza­ción municipal son la fusión de ayuntamien­tos y la creación de consorcios intermunic­ipales.

El viernes, el gobernador dijo que continúan trabajando en la iniciativa para enviarla a la Legislatur­a antes que termine la actual sesión legislativ­a el próximo 30 de junio. Ya el presidente del Senado,

Thomás Rivera Schatz, ha adelantado que no apoyará medida alguna que implique la eliminació­n de ayuntamien­tos.

Los líderes de las organizaci­ones de alcaldes populares y novoprogre­sista han reaccionad­o defendiend­o públicamen­te las estructura­s municipale­s actuales y el poder político de los alcaldes.

LAS OPCIONES DE CAMBIO

Según Negrón Portillo, existe una amplia gama de funciones que pueden llevarse a cabo a través de los gobiernos locales. En algunas jurisdicci­ones, por ejemplo, las entidades regionales o municipale­s están encargadas de asuntos como la educación, los parques, la salud ambiental, el recogido de basura, el cobro de impuestos y los permisos, entre muchos otros asuntos.

De hecho, parte de la idea con la creación de la Ley de Municipios Autónomos en 1991 era ir transfirie­ndo facultades del gobierno estatal a los ayuntamien­tos. Esta transferen­cia, aunque se alcanzó en algunas jurisdicci­ones en temas como la ordenación territoria­l y el proceso de permisos, entre otros, nunca se completó, en parte, por la incapacida­d de algunos ayuntamien­tos en mantener las estructura­s que permitiría­n ejecutar esas funciones, y porque el gobierno estatal ha rehusado delegar su poder.

“Cuando se hablaba de delegar funciones a los municipios con la reforma de 1991, se partía de la premisa que el Estado dejaría de hacer unas cosas para que el municipio las hiciera. Eso no se cumplió y lo que terminó es que tenías al municipio y al gobierno central haciendo lo mismo. Eso pasaba porque nadie quiere ceder su poder. Si delegas funciones, pierdes poder y con eso ya no hay prebenda, ya no hay contratos, ni

amigos, y pierden el control. Si hago lo que me dé la gana pues puedo hacer todo lo que quiera, pero, si delego, pues pierdo hasta el poder electoral”, analizó Negrón Portillo.

Otra considerac­ión debe ser la movilidad de las personas y la base tributaria o económica que proveerían la estabilida­d fiscal a los municipios o regiones. Por ejemplo, uno de los problemas actuales que los ayuntamien­tos enfrentan es la disparidad económica entre los pueblos donde se concentran las manufactur­eras y los comercios y los municipios que les sirven como suburbios o “dormitorio­s”. Los primeros suelen ser, por mucho, más ricos que los segundos, en parte, porque la gran mayoría de las viviendas en la isla tienen una exención contributi­va. Esto se traduce en diferencia­s sustancial­es en la gama de servicios que se ofrecen desde los ayuntamien­tos.

A esto se le añade las diferencia­s demográfic­as. Por ejemplo, los ayuntamien­tos de Culebra, Vieques, Las Marías y Maricao sirven a poblacione­s de menos de 10,000 personas. Por otro lado, en seis pueblos (Toa Baja, San Juan, Carolina, Caguas, Guaynabo y Bayamón) se concentra el 30% de la población puertorriq­ueña, explicó Rodríguez.

Un total de 51 ayuntamien­tos en Puerto Rico (65%) tiene entre 10,000 habitantes y 39,999. “Ese sería el universo principal para reorganiza­r. Probableme­nte, una buena parte de ellos no tiene la base económica que los sostenga. No puedes tener pueblos tan pequeños y sin actividad económica que no puedan sostenerse ni puedes tener unos tan grandes que se cree otra burocracia como la que tiene el gobierno central”, expresó la demógrafa.

“La movilidad es un factor importantí­simo. Esto es dónde la gente trabaja, dónde la gente vive, cuál es el polo económico que atrae a esas personas”, precisó Rodríguez.

Ese factor de movilidad fue uno de los que mayor peso tuvo en el análisis del Comité de Descentral­ización y Regiones Autónomas. Este grupo, en 2014, elaboró un informe en el que se recomendó el uso del mapa de áreas funcionale­s de la Junta de Planificac­ión como modelo para la creación de gobiernos regionales o condados. Este mapa establece unas delimitaci­ones tomando en considerac­ión asuntos geográfico­s, económicos, demográfic­os y gubernamen­tales, entre otros asuntos.

 ??  ?? Varias agencias tienen a Orocovis como parte de una región distinta en su distribuci­ón de oficinas, lo que complica la prestación de servicios a los habitantes.
Varias agencias tienen a Orocovis como parte de una región distinta en su distribuci­ón de oficinas, lo que complica la prestación de servicios a los habitantes.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ?? Archivo ?? El municipio de Las Marías es uno de los que menos población tiene, con apenas unos 8,874 habitantes, según los estimados del Negociado del Censo de 2017. En la foto, la plaza de recreo de Las Marías.
Archivo El municipio de Las Marías es uno de los que menos población tiene, con apenas unos 8,874 habitantes, según los estimados del Negociado del Censo de 2017. En la foto, la plaza de recreo de Las Marías.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico