Respeto hacia el canastero
Tras el incidente de Westbrook, jugadores del BSN señalan que los fanáticos no tienen derecho de insultar en las canchas
Durante sus últimos años en la NBA a principios de esta década, Carlos Arroyo recordó que un fanático en el coliseo de los Bobcats de Charlotte (ahora Hornets) le gritó un insulto relacionado con su nacionalidad puertorriqueña.
El canastero de los Leones de Ponce en el BSN tomó acción y le comunicó lo sucedido a uno de los oficiales del partido. “Le dije a un árbitro que había un fanático sentado en las sillas de arena que dijo algo, un comentario que fue racista. (Cuando pasó) Me olvidé del juego, se lo dije al árbitro y se encargó de parar el juego, fue a donde el fanático y lo expulsaron”, relató Arroyo.
En pasados días, Arroyo rememoró el incidente al ser abordado por El Nuevo Día sobre la confrontación de la estrella de Oklahoma City, Russell Westbrook, con una pareja de fanáticos del Jazz de Utah en el Vivint Smart Home Arena, el lunes pasado.
Westbrook alegó que durante el acalorado intercambio de palabras el hombre, identificado como Shane Keisel, le dijo que se “arrodillase como solía hacerlo”.
El base arremetió contra él y su esposa por el comentario cerca del banquillo del Thunder. Dos días después, la organización del Jazz expulsó a Keisel de por vida de todos los eventos relacionados con el equipo. La NBA, por su parte, multó a Westbrook por $25,000 tras utilizar un lenguaje soez contra el matrimonio. “Westbrook de por sí es un jugador emocional, no aguanta esas cosas. No es el único jugador que hubiera actuado de esa manera dado las circunstancias. El equipo de Utah hizo lo correcto. Al jugador hay que protegerlo. Es triste que en esta etapa tengamos este tipo de problemas. Creo que la liga tiene que hacer algo para proteger el jugador y el producto porque no es la primera vez que sucede”, opinó Arroyo.
En el BSN, Arroyo ha lidiado con insultos por parte de los fanáticos de los rivales locales, más reciente en su regreso a la liga en 2017 con los Cariduros de Fajardo. Durante las semifinales frente a Quebradillas, la afición pirata llamaba ‘Barbie’ al fajardeño. “Es bien difícil exigirle respeto a un fanático porque, de cierta manera, el fanático entiende que tiene cierto derecho de hablarle al jugador de la manera que ellos quieran y eso es incorrecto. Hay que mantener un respeto porque si tú estás con tu esposa o esposo y tus hijos, y le dices algo a un jugador, no esperes que el jugador no te diga nada para atrás”, indicó Arroyo.
El alero de los Leones, Ángel Daniel Vassallo, manifestó que “es bien difícil porque es una situación en la cual los fanáticos pagan por venir a ver el juego. No significa que porque paguen puedan insultar. No escucho las cosas fuera del juego. No sé si es una habilidad porque no he tenido muchos problemas con eso, pero hay veces que sí he escuchado cosas, pero, en realidad, evito, doy la espalda y sigo. Todo depende del jugador”, aseguró Vassallo.