Trump en actitud de espera
Funcionarios del gobierno estadounidense empezaron a retractar la amenaza del presidente
WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo ayer que está tomando una actitud de espera en cuanto a su amenaza de cerrar la frontera con México.
En declaraciones antes de una reunión con el secretario general de la OTAN, Trump dijo que está complacido con las medidas tomadas últimamente por México y que “veremos qué pasa”.
Pero aclaró que está “dispuesto a cerrarla” si le parece necesario y lo hará si México deja de ayudar o si no llega a un acuerdo con el Congreso para reformar las leyes de inmigración.
“Tendremos una frontera fuerte o tendremos una frontera cerrada”, dijo.
Previamente, varios funcionarios del gobierno empezaron a relativizar la amenaza de cerrar la frontera con México al tiempo que lidian con un auge de la inmigración centroamericana.
La semana pasada, Trump dijo que sellaría la frontera sur en los próximos días si México no detiene la inmigración ilegal hacia Estados Unidos. Un cierre tendría consecuencias económicas gravísimas para ambos lados de la frontera al cortar las cadenas de suministros y el flujo de bienes.
La secretaria de prensa, Sarah Sanders , dijo que “con el tiempo, puede suceder que la mejor decisión sea cerrar la frontera”, pero que el presidente “no trabaja con plazos concretos” y “estudiará todas las opciones sobre la mesa”.
El Consejo de Asesores Económicos está realizando estudios sobre el posible impacto del cierre de la frontera y “trabaja con el presidente para darle esas opciones”, añadió.
Se hacían esfuerzos en el gobierno para desacelerar y minimizar el impacto de la amenaza de cerrar la frontera.
El vocero de la Casa Blanca Hogan Gidley dijo en declaraciones a MSNBC que se estudian una serie de opciones que no llegan al cierre total, como cerrar algunos puertos de ingreso o parcialmente todos ellos. “Todo está sobre la mesa”, dijo Gidley.
Aunque no se ha tomado la medida extraordinaria de sellar la frontera nacional, las demoras en los puertos fronterizos han aumentado a medida que unos 2,000 agentes asignados a verificar camiones y autos han sido transferidos al control de las multitudes, dijeron funcionarios de Seguridad Nacional.
Los arrestos en la frontera sur se han ido por las nubes en los últimos meses y la cifra de detenciones o rechazos de ingreso se acercaba a 100,000 en marzo, la más alta en 12 años. Más de la mitad son familias con niños.