Se transforma la religiosidad en Puerto Rico
La definición de lo que es y cómo se vive la fe en la isla ha cambiado, particularmente entre adolescentes y jóvenes adultos
No se identifican como religiosos, sino como espirituales. Sus creencias religiosas no necesariamente son las mismas que las de sus padres, ni siquiera si fueron criados como miembros activos de una iglesia. Cada vez más, la definición de lo que es y cómo se vive la fe en Puerto Rico -particularmente entre los adolescentes y jóvenes adultos- ha cambiado y las iglesias se han dado cuenta.
No hay estadísticas recientes que evidencien este cambio en Puerto Rico, pero las anécdotas y vivencias de líderes religiosos dan cuenta de cómo ha evolucionado la religiosidad en la isla las últimas décadas.
“No creo que eso es algo malo, pues nos ayuda a articular el lenguaje religioso que queremos llevar. Es un reto, lo veo como algo bueno que nos invita a remirar algo, a remirarnos a nosotros mismos”, expresó la reverenda Arelis Cardona, de la Iglesia Presbiteriana Reverendo Ramón Olivo Robles en Monteflores, en Villa Palmeras, en Santurce.
Sin embargo, hace varios años que la actitud en torno a la religión ya venía cambiando.
Las estadísticas más recientes sobre Puerto Rico datan del año 2014, cuando un informe del Pew Research Center estableció que el 56% de los habitantes de la isla se identificó como católico. Entre el resto de la población, el 33% dijo ser protestante, mientras que el 8% señaló no estar afiliado a religión alguna. El 2% de los residentes se identificó como “otros”, lo cual incluye las demás religiones tradicionales, como el judaísmo y el islam.
Para el 2010, la misma entidad señaló que el 69.9% de los residentes en Puerto Rico se identificó como católico, mientras que 25.1% dijo ser protestante. En total, el 96.9% de la población de la isla se identificó como cristiana.
“Sí, hay un cambio, no podemos ser ciegos. Hay un cambio en la manera en que la gente vive y expresa la fe. El tema de la espiritualidad ha tenido un auge tremendo y es positivo, buscar la trascendencia, el significado de la vida, que es tan complicado, es algo positivo para personas de todas las edades”, indicó Cardona.
El especialista en Doctrina Social de la Iglesia y coordinador de proyectos del Centro de Pastoral Universitaria de la Universidad del Sagrado Corazón Edwin Figueroa explicó que los jóvenes y los adultos menores de 40 años están creando “su propio estilo espiritual alternativo”.
“No desisten de la creencia de Dios, pero sí desisten de la experiencia congregacional, de la experiencia ritual de las iglesias. Se alejan, quizás, de esa experiencia de Dios congregacional o comunitaria y están pudiendo establecer una relación más personal o de grupos pequeños con lo que llaman la deidad”, destacó Figueroa.
La Encuesta Social General (GSS, por sus siglas en inglés) -un proyecto de la entidad investigativa NORC, de la Universidad de Chicago, y de la Fundación Nacional de las Ciencias- destacó que, para el 2018, el 23.2% de los estadounidenses no pertenecía a ninguna religión. Esto representa un grupo mayor que los compuestos por las personas que se identificaron como católicos (23%) o como protestantes moderados o liberales (23%).
Sin embargo, solo el 5% de los encuestados informó que no cree en Dios, mientras que el 13% señaló que cree en algún poder superior. Según GSS, el 53% de los estadounidenses señalaron que creen, sin duda alguna, en la existencia de Dios.
Entre los que no pertenecen a ninguna religión, el 33.6% está compuesto por jóvenes adultos de 18 a 34 años.
La tendencia es similar en otros países. En España, el informe Laicidad en Cifras de la Fundación Ferrer i Guardia destacó que, para el 2018, el 27% de los españoles se identificaba como ateo, agnóstico o no creyente. En Francia, el 47% de la población se identifica como
“Se necesita un poco más educar teológicamente sobre la fe para que nuestra fe madure”
PADRE JUAN LUIS NEGRÓN DELGADO DECANO DE ARTES Y HUMANIDADES DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE PUERTO RICO
“En las religiones, buscamos que las personas participen de la vida religiosa, pero tratamos, si no buscan de ningún templo, que sean líderes en sus comunidades, que ayuden en lo social”
FELIPE LOZADA OBISPO LUTERANO
“La fe cristiana todavía tiene mucho que aportar. En el área de la doctrina social de la Iglesia, se trata de reproducir las mejores prácticas de Jesús, cómo podemos traducirlo en pieza fundamental de la sociedad”
EDWIN FIGUEROA CENTRO DE PASTORAL UNIVERSITARIA DE SAGRADO CORAZÓN
no creyente.
El teólogo y decano de Artes y Humanidades de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, padre Juan Luis Negrón Delgado, sostuvo que Puerto Rico no es ajeno a la desconfianza hacia las instituciones, una actitud que afecta tanto a las iglesias como a los gobiernos.
“Pero, en mi experiencia pastoral, veo que todavía se mantiene que la gente valora mucho su fe, valora mucho celebrar la fe. Basta ver una noticia de alguna desgracia, una persona que tuvo un accidente, una situación grave y está en un hospital, y la gente se reúne fuera de la institución a orar. Hay un deseo de participar de la fe”, comentó Negrón Delgado, párroco de la Parroquia San Esteban Protomártir en Guavate, en Cayey.
SINCRETISMO
Figueroa sostuvo que, en su experiencia de trabajo con estudiantes universitarios, ha notado que estos crean una especie de “collage” de creencias, mediante el cual adoptan doctrinas o prácticas de distintas religiones.
“Los jóvenes están, sin saberlo, planteándose una teología ecológica, principalmente. Aunque pareciera que los jóvenes son más materialistas, lo que yo he visto es que se mueven hacia lo natural, los animales, esa espiritualidad ecológica está tomando arraigo... Lo que es la meditación también, las cosas orientales están tomando arraigo entre los jóvenes”, explicó.
Sus observaciones coinciden con otro informe de Pew Research Center del año pasado, en el cual se reveló que el 61% de los estadounidenses que se identifican como cristianos tienen creencias “New Age”, una corriente espiritual individualista que combina tradiciones orientales y occidentales. El análisis detalló que 40% de los cristianos cree en los síquicos, mientras que 26% sigue la astrología.
Dentro del cristianismo, también han surgido movimientos o se han asumido posiciones que han alejado a personas que se sienten desilusionadas, apuntó el obispo de la Iglesia Luterana en Puerto Rico, Felipe Lozada.
“Quizás algo no tan grande como en Estados Unidos, pero en Puerto Rico, hemos visto las nuevas tendencias teológicas que han cambiado la teología tradicional y eso ha permitido que tengan otras ideas”, expresó el obispo. “La que se llama la teología del progreso, que encumbra a la persona que tiene que tener dinero, riqueza, cuando la Biblia, el entendimiento evangélico lo que busca es el bienestar de la comunidad, trabajar para tener la mejor calidad de vida posible. Eso aleja a las personas tan pronto ven que no hay resultados”, añadió Lozada.
Los discursos de poca tolerancia hacia grupos sociales -como la comunidad lésbica, gay, bisexual y trans (LGBT)- o la participación activa de líderes religiosos en eventos político partidistas también impulsan ese distanciamiento de los feligreses o impide que se unan nuevos creyentes a ciertas iglesias, apuntó el obispo.
“Es importante entender que la experiencia religiosa, la experiencia de la fe no es una ideología, no es una idea, es una persona: Jesucristo. Entonces, en la medida en que uno tiene esa experiencia con Jesucristo, es que la vida de uno cambia y se transforma, y cambia para ser buena persona, para ser una persona justa, para tener una actitud de servicio, de compromiso, para ayudar precisamente a las personas que se encuentran en situaciones de sufrimiento, que se encuentran marginadas y excluidas”, señaló, por su parte, el padre Negrón Delgado.
Aunque en los servicios, misas o cultos es posible que se observe poca participación de las generaciones más jóvenes, Lozada, de la Iglesia Luterana, señaló que, a la misma vez, es común que sean estos los que se hagan cargo de los proyectos sociales de las iglesias.
“Mucha de nuestra juventud se envuelve mucho en ayudas sociales, se mueven muchísimo. Lo veo también en otras denominaciones, sobre todo después de los huracanes Irma y María, están ayudando mucho en la reconstrucción. Ese sentido de propósito social, además de cantar y alabar a Dios, tener un ministerio de labor social es importante”, indicó Lozada.
La reverenda Cardona, de la Iglesia Presbiteriana, también coincidió en que la relación del puertorriqueño con su fe cambió tras el paso de los huracanes en septiembre de 2017, ya fuera porque necesitaban apoyo emocional o porque buscaban ayudar a los demás en medio de la devastación que reinó en el país.
ACEPTACIÓN VS. EXCLUSIÓN
Para que las religiones tradicionales -particularmente, el cristianismono dejen de ser relevantes, es necesario un cambio de enfoque, argumentó Figueroa.
“Hay que hacer un cambio de paradigma, ya no la conocemos así, pero debemos regresar a una cristiandad de solidaridad, de estar mano a mano con la gente que sufre. Cuando veo frente al Capitolio a religiosos en un lado y a grupos seculares en el otro, esa cristiandad no da frutos, no es fructífera”, sostuvo el coordinador de la Pastoral Universitaria del Sagrado Corazón.
Figueroa adelantó que, tan pronto como el próximo semestre académico, la Universidad del Sagrado Corazón podría estrenar un centro de investigación teológico social, que ayudará a “superar mitos” y “crear una fe más crítica”.
El sacerdote Negrón Delgado señaló que más estudios teológicos y filosóficos acercarían a las personas a las iglesias, pues ayudarían al ser humano a contestar las grandes preguntas existenciales sobre la vida y la existencia.
“La teología no es otra cosa que un entendimiento de Dios. Siempre se puede comunicar de maneras distintas. Eso no atenta contra la fe, atenta contra la comodidad de los que trabajamos dentro de la iglesia, pero puede ser bien estimulante”, dijo Cardona.