El Nuevo Día

Equipan 20 hogares con cisternas de lluvia

La organizaci­ón sin fines de lucro Plenitud PR escoge y adiestra a familias del municipio de Las Marías para que no les falta el agua durante futuras emergencia­s

- GERARDO E. ALVARADO LEÓN galvarado@elnuevodia.com Twitter: @GAlvarado_END

LAS MARÍAS.- Miriam González Lamberti no disimula cuando habla sobre la cisterna de agua de lluvia que tiene en su casa, en el barrio Altosano de este pueblo, hace poco más de tres meses.

“Todo esto es una experienci­a grande para nosotros, para los niños… un recurso muy bueno. Aquí llueve mucho, así que la casa recoge mucha agua y la cisterna siempre está llena”, sostuvo la mujer de 68 años.

González Lamberti comparte su techo con otras ocho personas, incluyendo a su esposo, hijos y nietos. Todos, aseguró, se benefician de la cisterna, “porque esta es la mejor agua”.

“La usamos para fregar, lavar, bañarnos… incluso, serviría hasta para cocinar después de hervirla. Ojalá la hubiésemos tenido antes del huracán (María), porque estuvimos mucho tiempo sin servicio (de la Autoridad de Acueductos y Alcantaril­lados). Hasta nos cobraron el agua sin tenerla”, relató.

La familia de González Lamberti es una de las 20 escogidas por la organizaci­ón sin fines de lucro Plenitud PR para la instalació­n de cisternas de lluvia, como parte de su misión de apoyar a individuos y comunidade­s en su desarrollo sostenible. De las 20 familias, 10 ya tienen las cisternas en sus hogares.

FUENTE CONSTANTE

Owen Ingley, director ejecutivo de Plenitud PR, contó que, para ejecutar el proyecto, la entidad sometió una propuesta y obtuvo fondos de la Fundación Comunitari­a de Puerto Rico. Con ese dinero, no solo adquiriero­n los equipos, sino que capacitaro­n y les pagan a varias personas por los trabajos de instalació­n. Las familias receptoras también son adiestrada­s para operar y mantener correctame­nte las cisternas.

“Esta es una iniciativa para promover la captación de agua de lluvia. Lo bueno es que es una fuente de agua constante. Después de María, mucha gente perdió el servicio de Acueductos, afectándos­e su vida diaria grandement­e, mucho más que por la falta de electricid­ad”, dijo Ingley.

Explicó que las cisternas tienen una capacidad de entre 150 y 200 galones de agua. Operan por gravedad, es decir, que se llenan a través de tuberías que bajan del techo de las casas. No están conectadas –por ahora– al sistema de distribuci­ón, por lo que las familias deben servirse el agua manualment­e.

Pero eso no es molestia para Rosa González Lugo, de 66 años y vecina de Altosano, cuya familia también fue escogida por Plenitud PR.

“Aquí se va el agua y la cisterna nos ayuda. Cuando se va el agua para el pueblo, aquí nos quedamos a secas. Hace como dos semanas se fue y resolvimos con la cisterna. Como estuvo lloviendo, se llenó”, contó.

Al igual que González Lamberti, González Lugo utiliza el agua de la cisterna para limpiar, bajar los inodoros y regar las plantas. “La he usado hasta para bañarme. ¡Qué falta me hacía después del huracán! Esto es mucho más fácil. Se llena rapidito porque llueve mucho. Nunca había tenido una cisterna”, dijo.

Ingley, por su parte, indicó que Plenitud PR ya no está instalando cisternas de lluvia, toda vez que las 20 familias aprobadas en la propuesta ya fueron selecciona­das. Aprovechó para instar a empresario­s locales a interesars­e en esta industria, “porque aún hay mucha necesidad”.

IMPACTAN UNA ESCUELA

La propuesta de Plenitud PR también incluyó la instalació­n de una cisterna –de 2,000 galones de capacidad– en la escuela superior Luis Muñoz Marín, en Añasco.

Ingley precisó que la cisterna se nutre de un sistema de captación ubicado en el techo y tiene un “bomba de corriente directa” que opera con energía solar.

“El agua de lluvia sale presurizad­a y extendimos el tubo hasta el área del vivero escolar, que se perdió con el huracán y la comunidad lo está reconstruy­endo”, narró.

Yamaira Rodríguez Ávila es trabajador­a social en el plantel, e indicó que la cisterna está en servicio desde abril pasado.

“Ahora estamos trabajando con el huerto, que es el próximo paso. Queremos un huerto que sirva a la comunidad escolar, pero también a todo Añasco, porque nuestra escuela es centro de asamblea en caso de terremoto o tsunami. Queremos estar listos para cualquier emergencia”, dijo.

“Hace poco, hubo una rotura en una de las líneas de Acueductos frente a la escuela, y el agua de la cisterna se usó para descargar los inodoros, limpiar los baños y áreas comunes. El sistema está completame­nte funcional”, agregó Rodríguez Ávila.

Contó que la instalació­n de la cisterna incluyó la elaboració­n de

un mural, para el cual los estudiante­s trabajaron con la artista Natalia Sánchez.

Además, se realizó un taller libre de costo, al que asistieron 96 personas, que fueron orientadas sobre cómo instalar un sistema de recolecció­n de agua pluvial.

“Queremos no solo adiestrar al personal escolar y estudiante­s, sino a la comunidad en general”, sostuvo Rodríguez Ávila, quien describió como “encantador­a y de mucho aprendizaj­e” la experienci­a para los alumnos.

DAN EL EJEMPLO

En su finca, Plenitud PR también tiene cisternas de lluvia, que se utilizan para riego, composta y los semilleros.

Ingley dijo que las cisternas están conectadas a los inodoros.

“Todos esos son usos para los que no necesitamo­s filtrar el agua”, resaltó. Sobre la finca como tal, Cristina

Olán, diseñadora de sistemas administra­tivos bajo AmeriCorps VISTA en Plenitud PR, dijo que sigue el modelo de permacultu­ra. Este es un sistema procura la mayor producción de alimentos haciendo el menor uso posible de agua y energía.

Añadió que, quienes trabajan y viven en la finca, consumen alimentos cosechados allí mismo.

Las estructura­s, a su vez, están hechas con superadobe, un método que permite formar paredes con sacos rellenos de suelos arenosos, mogolla o rechazo de cantera. Es una técnica de bioconstru­cción de bajo impacto ambiental.

Olán indicó que Plenitud PR ofrece regularmen­te talleres sobre diversas prácticas sustentabl­es. Pidió a la ciudadanía mantenerse al tanto sobre futuras fechas a través de las redes sociales de la organizaci­ón sin fines de lucro.

 ?? Especial el nuevo día / jorge a. ramírez portela ?? Miriam González Lamberti, de 68 años, vive en el barrio Altosano de Las Marías y, hace poco más de tres meses, la organizaci­ón Plenitud PR le instaló una cisterna de lluvia en su casa, que comparte con otras ocho personas.
Especial el nuevo día / jorge a. ramírez portela Miriam González Lamberti, de 68 años, vive en el barrio Altosano de Las Marías y, hace poco más de tres meses, la organizaci­ón Plenitud PR le instaló una cisterna de lluvia en su casa, que comparte con otras ocho personas.
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Especial el nuevo día / jorge a. ramírez portela A Rosa González le hubiese gustado tener la cisterna antes de María.
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 ?? Especial el nuevo día / jorge a. ramírez portela ?? Owen Ingley explicó que en la finca de Plenitud PR también hay cisternas de lluvia y el agua se utiliza, entre otras cosas, para riego.
Especial el nuevo día / jorge a. ramírez portela Owen Ingley explicó que en la finca de Plenitud PR también hay cisternas de lluvia y el agua se utiliza, entre otras cosas, para riego.
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Suministra­da La cisterna instalada en la escuela superior Luis Muñoz Marín, en Añasco, tiene una capacidad de 2,000 galones.

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