Mientras más temprano, mejor
Conoce varias conductas positivas que se deben fomentar en el desarrollo de la vida de los hijos
Existe un refrán muy conocido que dice: “los niños son como esponjas que todo lo absorben”. Esto incluye todo lo bueno y lo malo que hay en su entorno, elementos que sirven para formar el carácter y la autoestima que los acompañarán por el resto de sus vidas. Es por eso que es muy importante que los padres les hablen a sus hijos sobre aquellas conductas positivas que les servirán como herramientas para lidiar con todas aquellas circunstancias que tendrá que enfrentar.
“Teniendo en consideración que los padres tienen una capacidad bien significativa de influir positivamente en el desarrollo de sus hijos, tanto cognitiva como emocionalmente, es fundamental que estos puedan iniciar con ellos ejercicios de aptitudes y habilidades que les van a servir como herramientas más adelante para la vida”, indica Gillian J. Torres Torres, psicóloga escolar. “Independientemente de la edad de los niños, siempre es importante comenzar estas destrezas desde que son bien pequeños. Aunque sí sabemos que estas habilidades van a tener un mayor desarrollo cuando ellos lleguen a la adolescencia, la literatura dice que mientras más temprano nosotros podamos abordar estos temas, mejor”.
¿Cuándo es el mejor momento para hablar con el niño?
Según explica Torres Torres, no hay un momento ideal o preciso para entablar una conversación con un niño o un adolescente. Sin embargo, la vida diaria ofrece un sinnúmero de oportunidades que se pueden utilizar para generar conversaciones. Por ejemplo, si están viendo un programa de televisión y ocurre una situación importante en la vida del personaje principal, es una buena oportunidad para explicarle al niño por qué le ocurrió eso o cómo pudo haberlo evitado. Es importante abordar el tema de una manera en que ellos puedan sentirse cómodos al hablar.
“Es importante crear un ambiente sano, donde sea válido cuestionar y analizar estas situaciones. Se les puede hacer preguntas a los hijos que
despierten su curiosidad, y escuchar atentamente lo que ellos tengan que decir”, argumenta la psicóloga. “Más que hablarles sobre algo, hay que tener ese intercambio de ideas, hacer preguntas y escuchar atentamente para que ellos sientan que lo que tienen que decir, también es importante”.
¿Cómo los padres pueden ayudarlos?
Existen varios principios básicos que todo padre podría llevar a cabo para lograr fomentar a los niños conductas positivas:
Enseñarles a los hijos que no deben creer todo lo que escuchan, sin pensar antes sobre ello. Por ejemplo, si los escuchan hablar sobre algo que les dijeron, deben motivarlos a analizar la idea presentada. Analizar esa información que están recibiendo y decidir si eso puede ser verdadero o no. Además, pensar qué elementos de esa información que se trae, realmente se pueden aceptar.
Enseñarles a que no asuma que siempre tiene la razón. Pensar que uno tiene la idea correcta, es satisfactorio. Sin embargo, esto puede llevar a no considerar otros puntos de vista, lo cual es importante para tener más apertura de pensamiento y considerar otras posibilidades.
Despertar el interés sobre diversos temas. Hay que hablarles brevemente sobre una situación, pedirles su opinión y reconocerla como valiosa. Se debe fomentar la curiosidad y la búsqueda de información, algo que se puede hacer haciéndole preguntas a los niños y contestando sus dudas.
Analizar juntos un problema. Cuando los hijos se enfrentan a una situación difícil, se les debe hablar de los componentes de la situación y dividirlos en pequeñas partes si es posible. Esto ayudará a que ellos puedan ver la situación o el problema con mayor claridad, de una manera que sea más manejable para ellos.
Examinar con su hijo la toma de decisiones. Cuando los niños tomen una decisión importante, el padre se debe sentar con ellos y preguntarles qué los llevó a tomar esa decisión, preguntar si consideró otras alternativas y cuestionar por qué descartó otras alternativas. Son dinámicas que van a fortalecer el vínculo y la confianza con los padres.