Otra baja en el gobierno por investigaciones
Tania Vázquez se suma a la lista de jefes de agencia que renuncian en medio de pesquisas federales durante este cuatrienio Una investigación de El Nuevo Día sacó a la luz irregularidades en los contratos otorgados por Recursos Naturales
Las irregularidades en el otorgamiento de contratos en el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y la Junta de Calidad Ambiental (JCA), que son investigadas por las autoridades federales, provocaron ayer que Tania Vázquez Rivera renunciara a la jefatura de ambas dependencias.
La dimisión será efectiva el jueves 7 de noviembre, a las 5:00 p.m.
La renuncia de Vázquez Rivera fue aceptada por la gobernadora Wanda Vázquez Garced, quien el pasado lunes le había pedido que explicara y profundizara sobre las sospechas de corrupción que están bajo la lupa del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés).
“Recibí la carta poniendo la renuncia de la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, así que he aceptado la misma. No queremos que esta situación siga siendo una distracción para el gobierno y las prioridades que tenemos”, dijo la primera ejecutiva tras ofrecer un mensaje durante la convención anual de la Asociación de Hospitales de Puerto Rico.
Minutos después, La Fortaleza envió un comunicado de prensa confirmando la dimisión.
“No podemos permitir que, ante tantos asuntos trascendentales para Puerto Rico, se desvíe la atención de los trabajos. El norte es continuar trabajando y procurar el beneficio de todos”, expresó Vázquez Garced en el comunicado.
“Según mi compromiso, este gobierno velará por una sana administración pública. Agradecemos a la secretaria Tania Vázquez (Rivera) su dedicación y compromiso, deseándole el mayor de los éxitos en sus gestiones futuras”, agregó.
LO QUE SE LE IMPUTA
En esencia, a Vázquez Rivera se le atribuye haber permitido que el superintendente del Capitolio, José Jerón Muñiz Lasalle,
influyera sobre contrataciones y otros aspectos decisionales en el DRNA y la JCA.
La Unidad de Investigación y Datos de El Nuevo Día reveló que Vázquez Rivera fue abogada de Muñiz Lasalle en 2016, y nombró administrador de la JCA a Alex Muñiz Lasalle, quien es hermano del superintendente capitolino. Además, allegados suyos y personas relacionadas con sus corporaciones obtuvieron contrataciones en el DRNA y la JCA.
Asimismo, investigaciones tanto de El Nuevo Día como de El Vocero apuntan a que el exsuperintendente capitolino tenía una actitud de jefe en ambas dependencias, aunque no era empleado ni contratista del DRNA ni de la JCA; ni siquiera era miembro de la Rama Ejecutiva.
Pese a la renuncia de Vázquez Rivera, Muñiz Lasalle permanece incólume en su puesto como superintendente del Capitolio. Los presidentes legislativos, Thomas Rivera Schatz y Carlos “Johnny” Méndez, le han mantenido el respaldo, a pesar de que, hace un año, el senador Nelson Cruz les informó que agentes del FBI lo entrevistaron sobre las presuntas irregularidades en el DRNA que involucraban a Muñiz Lasalle. Cruz trabajó anteriormente en el Cuerpo de Vigilantes del DRNA.
Al cierre de esta edición, fue imposible obtener una reacción de los presidentes legislativos.
FUERA DE PUERTO RICO
La renuncia de Vázquez Rivera se dio en momentos en que está de vacaciones fuera de la isla, aseguró la secretaria de la Gobernación, Zoé Laboy.
Dijo que el viaje estaba programado “hace tiempo” y no guarda relación con las irregularidades que se denuncian. “No tie
“La administración pública en Puerto Rico tristemente colapsó hace mucho años, y estos son ejemplos de ese colapso. No colapsó en el vacío o porque algo cayó del cielo” MARIO NEGRÓN PORTILLO CATEDRÁTICO RETIRADO DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
“No podemos permitir que, ante tantos asuntos trascendentales para Puerto Rico, se desvíe la atención de los trabajos. El norte es continuar trabajando y procurar el beneficio de todos”
WANDA VÁZQUEZ GARCED
GOBERNADORA
ne nada que ver”, afirmó.
Por otro lado, Laboy indicó que la gobernadora no le pidió la renuncia a Vázquez Rivera, sino que la funcionaria dimitió por voluntad propia. “Ella presentó su renuncia. Hay una carta expresa que va a terminar sus funciones”, dijo.
Vázquez Rivera no ofreció ayer expresiones públicas.
Su última declaración, vía comunicado de prensa, fue el lunes. Ese día, relató que, el 11 de octubre, dos agentes especiales del FBI acudieron a la sede del DRNA, en Río Piedras, quienes supuestamente le aseguraron que no era objetivo de ninguna investigación.
“Los agentes especiales indicaron que, más adelante, someterían una petición de información mediante un subpoena, el cual fue recibido en mis oficinas el lunes 21 de octubre. El DRNA sometió, el miércoles 23 de octubre, los documentos solicitados, y continuará colaborando y será facilitador, en la medida que nos sea posible, en todos los aspectos que requiera la investigación”, dijo en su comunicado.
El 15 de diciembre de 2016, el entonces gobernador entrante Ricardo Rosselló designó a Vázquez Rivera secretaria del DRNA. Dieciséis días después, la nombró presidenta de la JCA. Entonces, portavoces de organizaciones ambientales y abogados advirtieron que la doble designación acarreaba conflictos de interés y anticipaba la fusión de ambas agencias. Esto último ocurrió con la Ley 171-2018, mediante la cual la JCA se convirtió en una oficina del DRNA.
Vázquez Rivera posee un bachillerato en Relaciones Laborales, es abogada y tiene estudios en Planificación Ambiental y Económica. Este bagaje académico también le valió críticas y cuestionamientos de si estaba preparada para dirigir ambas agencias.
“UNA DECADENCIA”
A juicio del catedrático retirado de la Escuela de Administración Pública de la Universidad de Puerto Rico (UPR) Mario
Negrón Portillo, incidentes como la renuncia de Vázquez Rivera, la investigación federal contra ella y el superintendente del Capitolio y la publicación de grabaciones en que funcionarios exigen donativos legislativos a empleados de confianza, confirman la visión que la ciudadanía ya tiene sobre el servicio público.
“Es ese despecho que tienen, ese sentir de que las cosas no están bien, y creo que todas estas actuaciones lo que hacen es que ponen de manifiesto lo que ya uno sabe: la administración pública en Puerto Rico tristemente colapsó hace mucho años, y estos son ejemplos de ese colapso. No colapsó en el vacío o porque algo cayó del cielo, es que son los ejemplos que llevaron a ese colapso”, dijo.
No obstante, Negrón Portillo insistió en la necesidad de que los ciudadanos no se resignen. “El miedo es que, en la medida en que siga pasando esto y no se ve un resultado, el país se está resignando y se da una actitud de que esto es más de lo mismo. Pero no debería ser así. Ante este desmadre, la gente sigue respondiendo con indiferencia y sarcasmo”, expuso.
Por su parte, Víctor Rivera Hernández, profesor adjunto de la Escuela Graduada de Administración Pública de la UPR, sostuvo que, incidentes como los de las pasadas semanas, solo abonan a una percepción cada vez más negativa de la gestión gubernamental.
“Nuestra administración pública vivió un tiempo de fulgor y de prestigio en Puerto Rico, pero, desde hace tres décadas, la administración pública ha caído en una decadencia y cada acto disfuncional de un funcionario público es un cuestionamiento a la administración pública como disciplina”, dijo el también exsecretario del Trabajo y Recursos Humanos.
Rivera Hernández advirtió sobre el peligro de que la ciudadanía se acostumbre a este tipo de conducta.
“Ante una pérdida de credibilidad de la administración pública, de la gobernanza, de la gestión pública, ya el ciudadano común no tiene ningún tipo de confianza sobre el gobierno”, acotó.