Escoja usted: taco o ensaladilla rusa
Hay dos signos negativos que el ruso Sergey Kovalev carga en su cuerpo de seis pies: no aguanta mucho en el abdomen y tiende a cansarse después del séptimo asalto.
Pero cuenta con uno positivo: pega durísimo con su derecha y utiliza muy bien el jab, habiendo mejorado desde que cambió a manos de Buddy McGirt.
Sin embargo, comoquiera es desfavorecido 4-1 en las casas de apuestas de Las Vegas, en la defensa de su cetro semicompleto de la OMB, frente al mexicano Canelo Àlvarez, como parte del contrato de este con DZAN por $350 millones, y que tendrá lugar en el MGM Grand Arena, bajo la promotoría de Golden Boy Promotions.
Àlvarez, 52-1-2 (35 KO), gusta de los retos y por eso aceptó este pleito, y se uniría a Sugar Ray Leonard, Thomas Hearns y Mike McCallum como los únicos reyes de 154 libras que se coronaron en las 175.
Ha llamado la atención el deterioro de la relación fraternal de Canelo con Oscar de la Hoya, confesando que solamente son comerciales porque le eliminó una riña con el retador oficial Sergyi Derevyanchenko, el pasado septiembre y que ha insistido demasiado en su tercera batalla con Gennady Golovkin.
Se espera, empero, que Canelo pueda soportar la metralla de Kovalev, consciente que necesita noquear por el favoritismo hacia el azteca, aprovechando la mejoría de su defensiva y de contragolpeo, unido a su velocidad de combinaciones. Asimismo, nadie duda del poder de asimilación de Canelo, que viene de derrotar por decisión unánime a Daniel Jacobs, vencido por GGG pero con apuros del kazajo.
La gran ventaja de los oponentes de Àlvarez es que DZAN les paga más que lo realmente valen: Jacobs se embolsó casi $12,000,000, bolsa fuera de su alcance con otro rival.
De no surgir imponderables, Canelo debería triunfar por puntos, de forma holgada, o por KO’T en la recta final.
Àlvarez, de hecho, siempre se las ingenia para que su desventaja en estatura y alcance no sea óbice, por el contrario, obliga a sus niveles a que se bajen y empareja su alzada.