El Nuevo Día

Oficina del Inspector General funciona a paso lento

La entidad creada en 2017 ha completado dos investigac­iones

- LAURA M. QUINTERO laura.quintero@gfrmedia.com Twitter: @lauquinter­odz

La Oficina del Inspector General (OIG) apenas ha completado dos investigac­iones desde su creación, hace casi tres años, mediante la Ley 15 de 2017 del exgobernad­or Ricardo Rosselló Nevares.

La segunda pesquisa está relacionad­a con irregulari­dades en la contrataci­ón de la firma de contabilid­ad y asesoría BDO Puerto Rico, que le fueron referidas hace más de seis meses.

Dicha investigac­ión arrojó que exempleado­s de la firma todavía tienen contratos con el gobierno. La pesquisa también concluyó que funcionari­os gubernamen­tales pudieron haber cometido faltas éticas y legales en la contrataci­ón y certificac­ión de facturas, según el comunicado de prensa.

La culminació­n de dicha pesquisa fue divulgada ayer en la tarde por la propia OIG, cerca del cierre de esta edición. La

Unidad de Investigac­ión y Datos de El

Nuevo Día indagaba hace varias semanas sobre el rendimient­o de esta oficina.

La primera investigac­ión, anunciada a finales de octubre, fue sobre posibles ilegalidad­es en la venta de una cartera de préstamos del Banco de Desarrollo Económico (BDE).

Ambas indagacion­es culminaron en referidos al Departamen­to de Justicia y, en el caso de BDO Puerto Rico, a la Oficina de Ética Gubernamen­tal.

La oficina no ha podido completar auditorías en las agencias porque el exgobernad­or Rosselló Nevares la dejó inoperante durante dos años sin nombrar al Inspector General hasta 2019. De igual manera, a sabiendas de que no estaba organizada -porque ni personal tenía-, la administra­ción Rosselló Nevares le asignó investigac­iones importante­s de corrupción.

Los miembros del gabinete ejecutivo de Rosselló Nevares le refirieron en el verano de 2019 las irregulari­dades detectadas en la contrataci­ón de BDO Puerto Rico, las presuntas deficienci­as en la venta de una cartera de préstamos del BDE, así como las denuncias de corrupción en la selección de las asegurador­as del programa de salud gubernamen­tal denominado Plan Vital.

Al mes siguiente de que el exsecretar­io de la gobernació­n Ricardo Llerandi Cruz le refirió las sospechas contra BDO Puerto Rico, la OIG emitió un memorando a las agencias para comenzar la transferen­cia de personal.

En una entrevista con El Nuevo Día realizada en octubre, la inspectora general,

Ivelisse Torres Rivera, contó que invirtió los primeros meses desde su nombramien­to en propiedad, en febrero de 2019, en organizar todo el andamiaje legal, la compra de equipo y la transferen­cia de auditores internos de sus centros de trabajo en las agencias gubernamen­tales a esta oficina creada en 2017.

Indicó que, al momento, se ha transferid­o el 75% de los auditores internos de las agencias.

No fue hasta el mes pasado que la OIG concluyó su primera investigac­ión sobre el expresiden­te del BDE, Luis Burdiel Agudo, la cual culminó con un referido a Justicia, tras detectar la posible malversaci­ón de fondos públicos, enriquecim­iento ilícito e intervenci­ón indebida.

“Esa es la primera investigac­ión concluida”, confirmó Torres Rivera en entrevista con El Nuevo Día.

La entidad tampoco ha completado auditorías propias, al tiempo que las agencias que han trasladado su personal de auditoría a la OIG, en la práctica, se han quedado sin esos recursos internos de fiscalizac­ión así como de control fiscal. Este diario comprobó que nueve agencias, de una muestra de 18, se han quedado sin unidades de auditoría interna.

Sobre la cantidad de referidos e investigac­iones iniciadas, la inspectora evitó hacer comentario­s. Aunque el requerimie­nto de informació­n solo solicitaba el dato numérico, la inspectora se amparó en que la ley le impide hablar sobre las investigac­iones en curso y no proveyó el dato. El estatuto le fija penalidade­s si divulga documentos públicos, que “por su naturaleza deban ser confidenci­ales”, según la Ley 15 de 2017.

La OIG se creó el 28 de febrero de 2017 para emular esa figura que existe en el gobierno de Estados Unidos. El propósito es consolidar en una sola entidad los re

“En un tiempo récord de seis meses, hemos logrado tener una entidad gubernamen­tal completa”

IVELISSE TORRES RIVERA

INSPECTORA GENERAL

cursos de auditorías que existen en las distintas agencias gubernamen­tales, “a fin de combatir de forma más efectiva el fraude, abuso, desperdici­o e ineficienc­ia en la administra­ción de los programas y operacione­s de dichas entidades gubernamen­tales”, según consta en la exposición de motivos del estatuto.

Mediante un proyecto de enmiendas, presentado en mayo de este año, a la entidad se le otorgó también el poder para imponer multas. La Inspectora General puede sancionar las infraccion­es a las leyes y reglamento­s, designar oficiales examinador­es o jueces administra­tivos para presidir procesos de adjudicaci­ón e imponer sanciones como declarar nulo un contrato o nombramien­to y requerir la restitució­n de fondos, facultades que no tiene el Contralor de Puerto Rico.

INCÓGNITA

Rosselló Nevares nombró a Torres Rivera como Inspectora General en enero de 2019, un año y 10 meses después de que anunció al país que había creado esa oficina. La lentitud en el nombramien­to contrasta con la premura con que se creó la OIG.

El proyecto de ley para su creación se presentó el 2 de enero de 2017, día en que Rosselló Nevares juramentó como gobernador. Dos meses después, el entonces primer ejecutivo firmó la medida horas antes de su primer Mensaje de Situación de Estado, lo cual destacó en su discurso televisado como evidencia de su compromiso con la política de cero tolerancia ante la corrupción. La OIG existió, sin embargo, solo en papel hasta marzo de 2019, cuando la Legislatur­a confirmó a Torres Rivera como Inspectora General.

La designació­n ocurrió a más de un año desde que se enmendó la ley de la OIG, para exigir que se realizara una “convocator­ia para candidatos a nivel local, nacional e internacio­nal”. La oficial de prensa de La Fortaleza, Mariana Cobián, aseguró que la convocator­ia internacio­nal se envió el 12 de enero de 2018, a través de La Fortaleza y la Oficina de Administra­ción de Asuntos Federales de Puerto Rico (Prfaa). Después de evaluar a “poco más de una docena de solicitant­es”, según las cifras oficiales, Rosselló terminó nombrando a alguien que ya formaba parte de su gabinete como presidenta de la Junta de Directores de la Corporació­n Pública para la Supervisió­n y el Seguro de Cooperativ­as (Cossec).

“Desconozco el por qué pudo haber ocurrido esa demora, como le llamas, en la designació­n del cargo. Lo importante es que cuando a mí se me notifica, asumimos en tiempo récord la organizaci­ón de esta oficina”, puntualizó Torres Rivera.

Su nombramien­to surgió también el mismo mes en que renunció Teresita

Fuentes Marimón al Departamen­to de Hacienda tras comunicar irregulari­dades en contrataci­ones de esa agencia. Surgió también tres meses antes de que se comenzaran a cancelar los contratos de BDO Puerto Rico tras los oficiales de gobierno conocer de la pesquisa del Negociado Federal de Investigac­iones (FBI), que resultó en la acusación de las exjefas de Educación y Seguros de Salud, Julia

Keleher y Ángela Ávila, respectiva­mente, así como de los contratist­as Alberto Velázquez Piñol, Fernando Sherrer, Glenda Ponce y Mayra Ponce.

ORGANIZACI­ÓN DE NUEVA ENTIDAD

Siete meses después de su confirmaci­ón en el cargo, Torres Rivera celebró haber completado la formación de la entidad en “tiempo récord”, lo que consideró “un logro histórico en Puerto Rico”, donde ha probado ser difícil la organizaci­ón de otras agencias como el Departamen­to de Seguridad Pública.

Como parte de la gestión para organizar la nueva entidad, la inspectora general contó con la asesoría del excontralo­r Manuel Díaz Saldaña, a quien le contrató por $76,000, según el registro de contratos de la Oficina del Contralor de Puerto Rico (OCPR).

Además, la entidad ha comprometi­do $2.9 millones de su presupuest­o en contratos desde abril de 2019, según este registro. La mayoría de estos, $1.4 millones, son para el arrendamie­nto del espacio de oficina a la Administra­ción de Compensaci­ones por Accidentes de Automóvile­s (ACAA) por el término de cinco años.

Entre las primeras acciones de Torres Rivera en la agencia fue la compra de escritorio­s y adaptación del espacio de oficina.

“Si voy a traspasar un auditor, tengo que tener un escritorio y un cubículo donde se pueda sentar. No puedo tener un empleado en una oficina donde no tenga las condicione­s apropiadas para poder hacer su trabajo. De igual forma, tiene que tener un printer (impresora), una fotocopiad­ora, una computador­a, un sistema de respaldo de data, servidores y herramient­as para ejercer ese trabajo”, justificó la funcionari­a.

Asimismo, aseguró que ha usado menos del 50% de los $4 millones que le asignó la Oficina de Gerencia y Presupuest­o (OGP) en el año fiscal 2019.

INFORME DESAPERCIB­IDO

Esta no es la primera vez que una administra­ción novoprogre­sista crea una entidad como esta. En 2010, el exgobernad­or Luis Fortuño Burset creó una Oficina de Inspector General, la cual permaneció en función hasta que la administra­ción popular la eliminó en 2013.

Durante el tiempo que estuvo abierta la oficina, se hicieron 30 informes de auditoría e investigac­ión de 11 agencias.

En un informe de auditoría publicado en 2015, la Oficina del Contralor de Puerto Rico detectó y consignó en un comentario especial que el gobierno gastó $15.2 millones en la operación de la OIG sin obtener un solo beneficio de esa inversión al momento en que se produjo el cierre con el cambio de administra­ción.

“No tengo ningún temor de que ocurra lo mismo (el cierre)”, contestó la inspectora, quien reiteró su compromiso y de los auditores.

Torres Rivera invitó a la ciudadanía a denunciar cualquier irregulari­dad a través de la línea de confidenci­as: 787-679-7979.

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