Mayor el impacto de las bodas de destino en la economía de la isla
Son más las parejas que se casan legalmente en sus países y celebran aquí una ceremonia simbólica
Las playas, las haciendas y la zona colonial de San Juan atraen a muchas parejas de Estados Unidos y otros países que viajan a Puerto Rico para casarse, lo que genera en la economía local un impacto que es mucho mayor de lo que se piensa.
En Puerto Rico se realizaron unos 13,899 casamientos en 2018, de las cuales 623 fueron bodas de destino, según datos del Registro Demográfico del Departamento de Salud. Aunque esos matrimonios constituyeron apenas un 4% de todos los enlaces, el impacto económico pudo haber sido de $21 millones si se parte de la premisa de que el costo promedio de una boda en 2018 fue de $33,931, según un estudio de la página especializada en bodas The Knot. Ese costo no incluye la luna de miel.
Sin embargo, dos conocedoras del sector aseguraron que el impacto económico de las bodas de destino debe ser aún mayor porque la mayoría de las parejas optan por realizar el casamiento legal en sus jurisdicciones de origen y luego viajan a la isla para la ceremonia simbólica y la fiesta.
“Se desconoce el impacto real de las bodas de destino porque no todos los que vienen se casan legalmente en el país, así que celebramos más bodas que las que se registran en el Registro Demográfico”, sostuvo la coordinadora de eventos Hayxanair Hernández Sánchez, fundadora de Nayas’ Event.
Indicó que la razón es que en Puerto Rico se exigen más requisitos que en muchos estados de Estados Unidos a quienes se casan, como por ejemplo una certificación médica y una declaración jurada que estipule el propósito y tiempo de duración de la visita a la isla.
Según Hernández, un factor que abona a que el impacto económico sea mayor es que muchas parejas no se limitan solo a celebrar la boda y la recepción en Puerto Rico. “Buscan un lugar donde puedan hacer el evento y tener una experiencia de vacacionar tanto para ellos como para sus invitados”, dijo la coordinadora. “Pueden estar en la isla cinco días antes o después del evento y realizar excursiones”.
Informó que entre los lugares predilectos para estos enlaces destacan hoteles como El Convento, La Concha y el Condado Vanderbilt, así como propiedades privadas que ofrecen un amplio escenario campestre en Rincón, Aguada, Río Grande, Luquillo, Arecibo, Isabela, Trujillo Alto y San Juan.
Debido a la oportunidad que presenta el mercado de bodas de destino surgió WeddingWaysPR,
un directorio en línea donde las parejas pueden encontrar proveedores de Puerto Rico, incluyendo lugares para la ceremonia y recepción, ajuar, invitaciones, fotografía, videografía, coordinación, música, maquillaje, peinado, decoración, flores, luces, etiquetas, celebrantes, transportación, “catering”, “tours”, y hasta niñeras.
“Es una plataforma digital donde los suplidores pueden promocionarse según su categoría y tener exposición en nuestras redes sociales a nivel local e internacional, así como publicidad y promoción directa con clientes”, detalló Carla Padilla Rodríguez, fundadora y directora creativa de WeddingWaysPR.
En la plataforma, que genera ingresos de lo que pagan los suplidores por estar en el directorio, el usuario crea un perfil que le permite contactar al suplidor que le interesa a través de WeddingWaysPR. También pueden recibir la respuesta a través de la plataforma y, después de la boda, pueden dar una puntuación a ese suplidor.
Cada enlace puede involucrar a diez suplidores o más, dependiendo el presupuesto, según Hernández. En el caso de WeddingWaysPR.com, los más buscados son los fotógrafos, los que elaboran bizcochos y los coordinadores, dijo Padilla.
“Podemos llevar a que las bodas de destino tengan un impacto mayor al 10%”, indicó Padilla.