El riesgo del voto cibernético
En los últimos dos años, las revelaciones de que los sistemas electorales han sido objeto de ataques cibernéticos han afectado la política pública a nivel mundial. Recientemente un juez en Georgia ordenó al sistema electoral estatal tener la alternativa de un sistema que tenga papeletas de papel para los votantes y para posibles recuentos. La mayoría de los estados de Estados Unidos se mueven a sistemas que mantienen las papeletas electorales en papel y abandonan la votación puramente electrónica para poder tener la capacidad de un recuento. A pesar de contar ya con ese sistema en Puerto Rico, en la propuesta de Reforma Electoral nos aprestamos a abrir las compuertas a la votación cibernética que conlleva altos riesgos.
Los líderes de la seguridad nacional en Estados Unidos dicen que la infraestructura electoral continúa siendo blanco de ataques en línea de las agencias de inteligencia extranjeras. La vulnerabilidad más significativa incluye las papeletas por Internet.
Estudios recientes de la Association for Computing Machinery (ACM por sus siglas en inglés) concluyen que la votación en línea aún no es factible. Entre los problemas se incluyen los ataques a servidores, el “malware” dirigido a dispositivos y otros. Identificaron riesgos en todos los eslabones de la cadena de votación.
Según el ACM, los estudios del gobierno federal, del Departamento de Defensa y del sector privado han examinado la viabilidad de la votación por Internet y concluyen que no es segura y no debe usarse en las elecciones de gobierno dentro de los Estados Unidos. Puerto Rico tiene profesionales de ciberseguridad de la mayor excelencia, pero no posee los recursos ni habrá el tiempo para asegurarse que la tecnología sea suficientemente segura.
¿Acaso creemos que la Comisión Estatal de Elecciones posee mejores herramientas y talento que la Oficina de Ciberseguridad y Comunicaciones del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos?
Debemos dejar que nuestros expertos en ciberseguridad, tanto en el sector privado como público, y nuestros estudiantes de ciencias de cómputos y de ingeniería de software realicen el “hackeo de sombrero blanco” para determinar cuáles son las vulnerabilidades de los sistemas electorales de Puerto Rico antes de llevar estos sistemas a producción durante el proceso electoral. No debemos exponer el sistema electoral y las próximas elecciones a un “hackeo” malicioso que cause una crisis política en el país.