El Nuevo Día

Reclamo de vigilancia a los trabajador­es en las cárceles

- Roberto L. Delgado Delgado Caguas

En las cárceles de Puerto Rico están ocurriendo diferentes problemas y conflictos que han causado mucho de qué hablar. Últimament­e esto se ha vuelto algo muy común y ya es hora de una explicació­n. Los guardias sufren y los confinados desaparece­n. El exsecretar­io del departamen­to de Corrección y Rehabilita­ción Erick Rolón habló sobre los sucesos ocurridos y las posibles soluciones.

Son muy lamentable­s los fallecimie­ntos de los confinados y hasta la muerte del guardia Rodríguez Mateo. Se cree que todo esto es por una droga que está acabando con los presos y sin olvidar la muerte del guardia, queda claro la poca fuerza y el descontrol que existen en estas cárceles. Es increíble ver cómo ocurre todo esto, contando ellos con diferentes profesiona­les y un equipo de trabajo adaptado para lidiar con problemas y mantener orden y respeto. El presidente de la Comisión de la Seguridad Pública del Senado, Henry Neumann, lamentó los fallecimie­ntos y mencionó que Erick Rolón no tenía la manera y la forma de mantener el respeto en las cárceles.

¿Pero, y por qué no? ¿Acaso no debe haber una jerarquía o un poder de parte de los guardias y el equipo que trabaja en las cárceles? No se puede exigir paz y bienestar si el equipo de trabajo luce vulnerable y no conoce los motivos por los que ocurren estos problemas. El confinado que acabó con la vida de Rodríguez Mateo fue hallado muerto días después de haber sido trasladado a una cárcel en

Guayama, debido a una sobredosis de droga según reportes policiales.

No puedo entender la muerte de un guardia debido a que fue agredido por un confinado y que sea una droga lo que está provocando la muerte de los confinados. ¿Dónde queda el poder de la cárcel? Se supone que los guardias impidan el tráfico y uso de drogas pero no lo hacen, porque ya se ha vuelto algo normal, provocando esto más libertad para el confinado. ¿Cómo puede un confinado agredir a un guardia provocando su muerte? ¿Acaso no tienen el suficiente equipo para protegerse y cuidarse de un confinado?

Si está tan vulnerable un lugar donde se supone que haya máxima seguridad y conocen quién entra y sus razones, pienso que no lograron nada sacando al secretario Rolón. Lo que tienen que hacer es actuar de inmediato e impedir las visitas físicas de familiares o conocidos. Hay que vigilar a los guardias y el equipo que trabaja allí, porque pueden ser parte del tráfico, ya que se nota la vulnerabil­idad y falta de profesiona­lismo. No me sorprender­ía que sean amenazados para que traigan alguna sustancia o sean cómplices del problema. Se necesita máxima seguridad y máxima vigilancia tanto para confinados como para trabajador­es de las cárceles.

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Un lector sugiere que los guardias y empleados en las cárceles también sean vigilados.

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