Sorprendido con disposiciones de la nueva Ley de Armas
Me sorprenden varias disposiciones en la nueva Ley de Armas recién aprobada por nuestra gobernadora, según señaladas en el artículo sobre este tema en El Nuevo Día del jueves 12 del mes en curso, sobre el que enumero las siguientes.
Considero que 20,000 municiones al año es un criterio excesivo como límite máximo para alentar suspicacia sobre el uso adecuado de compras de municiones sobre dicha cantidad.
Entiendo que aún quienes pertenecen a un club de tiro no disparan más de unas cien balas en la semana. La cifra de 20,000 al año resulta entre 350 a 400 a la semana ¡esto considerando que se visite el polígono las 52 semanas del año! Es como para que le salga a uno un callo en el dedo...
Se indica en dicho artículo que aún no se ha atendido la posibilidad de que un ciudadano compre balas en diferentes armerías para burlar la cantidad de 20,000 balas. ¿De qué sirve entonces establecer un máximo que no se puede fiscalizar? Y si no tienen ya que pertenecer a un club de tiro, ¿dónde va a practicar o adquirir destreza quien no pertenezca a uno?
Por otro lado, se indica que se permite adquirir hasta 10 armas del mismo calibre, lo cual a mi entender significa que por ejemplo, se puedan adquirir 10 armas de 5 calibres diferentes, para un total de 50 armas en este ejemplo. ¡Tremendo incentivo para una ganga de sicarios con licencia, crear un mini ejército!
No estoy en contra de que se simplifique y liberalice hasta cierto punto la permisología para la obtención de un arma de fuego, pues es posible que ayude a desalentar
el crimen, si al menos bajo el precepto de que si el anfitrión de una fiesta le pide a sus invitados que vengan armados, de seguro nadie va a iniciar una bronca o discusión. Por otro lado, no debemos ser desmedidos en los límites que deben ser idealmente establecidos para que no se nos vaya de las manos el ser muy liberales.
Es tarde para enmiendas, pero no para señalar las consideraciones importantes que nuestra legislatura omite en un proyecto de ley tan fundamental.
Cuqui Santoni San Juan