La crítica de Trelles
Bibliotecario, profesor universitario, escritor y crítico de cine, Luis Trelles Plazaola ha definido la mirada de generaciones a la pantalla grande
El profesor de cine Luis Trelles, nacido en Cuba, cuenta con un doctorado en Leyes y una licenciatura en Derecho Internacional, pero es su especialización en el séptimo arte lo que lo llevó a los medios de comunicación.
Con más de 50 años educando y haciendo crítica de cine en Puerto Rico, Luis Trelles Plazaola se ha convertido en una referencia en el mundo cinéfilo y ha influenciado a generaciones en la manera de ver y entender las historias de la pantalla grande.
Natural de Cuba, Trelles llegó a la isla en 1961, con 32 años, un doctorado en Leyes y una licenciatura en Derecho Internacional. Llegó con su familia exiliado de su país, donde el gobierno que triunfó en 1959 habría querido apresar a su hermana, “que no tenía nada que ver con la revolución”. “Se decidió que salíamos todos. Mi abuela, que había vivido aquí en el año 92 y que tenía 94 años, mi padre operado de cáncer en la garganta, mi madre que era ama de casa -los dos de 60 años- mi hermana con la niña pequeña y yo”, revela durante una entrevista en su casa.
Semanas más tarde y mientras visitaba el Centro Universitario Católico, se enteró que había una vacante en la Biblioteca Lázaro de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Río Piedras y logró que lo emplearan, recuerda Trelles sobre el evento que dio inicio a una carrera universitaria que terminaría cerca de 34 años más tarde.
Su pasión por el cine era parte del bagaje que trajo consigo, pues sus padres eran aficionados al séptimo arte e iban al cine todas las semanas. “Desde los 7 años estoy yendo al cine” y en Cuba ya “había empezado a trabajar en el Centro Católico de Orientación Cinematográfica, publicaba crítica en la revista Cine Guía, dirigía cine foros y trabajaba en documentación y archivo”.
De su llegada a Puerto Rico, cuenta una anécdota que asegura pocos conocen. “Como es natural, tuve una crisis al llegar porque me vi en una ciudad que no conocía, sin empleo y con ese familión detrás de mí y estuve dos meses sin ir al cine. Yo dije: ‘Esto es grave’. Pero es que no tenía ni tiempo, ni dinero para ir al cine. Ese es el período más largo que he estado sin ver cine”, dice mientras sonríe.
Esa afición lo llevó a pedir una segunda licencia en la biblioteca para ir a Columbia University, en Nueva York, para hacer una maestría en Cine, Radio y Televisión. Antes ya lo habían enviado a estudiar una maestría en Ciencias Bibliotecarias en el Pratt Institute, también en Nueva York.
“En ese momento (1972) se estaba creando la Escuela de Comunicación Pública (COPU) a nivel graduado y me reclutaron para enseñar los cursos de cine”. En COPU, que más tarde ofreció bachillerato, Trelles se convirtió en el profesor que impartía todos los cursos de cine hasta su retiro en 1995.
Además de convertirse en su lugar de trabajo y desarrollo profesional, la UPR fue un refugio para Trelles, pues era una de las pocas instituciones donde pudo seguir viendo cine internacional.
“En Cuba había mucho cine europeo y asiático. Acá, lo que se veía era cine americano y mexicano, la Universidad (UPR) y el Ateneo mostraban series europeas, pero no era cine comercial”, indica para luego señalar que posteriormente se estableció Cine Arte y más recientemente Fine Arts, empresas que han traído cine de otras partes del mundo y películas enfocadas en una producción más compleja y no en vender boletos masivamente y generar cifras millonarias.
PRESENCIA EN LOS MEDIOS
Su especialización en el cine también lo llevó a los medios de comunicación. Uno
“El cine es una ventana al mundo, distorsionada ciertamente, pero al final trabaja eventos o situaciones del mundo en el que uno vive”
LUIS TRELLES PLAZAOLA
CRÍTICO DE CINE
de sus primeros intentos fue un periódico de circulación general, donde le propuso al director hacer crítica de cine, y “me dijo: ‘Estás loco, ¿para que me quiten los anuncios pagados?’”, recuerda entre risas. Posteriormente, el entonces editor de este periódico José Luis Díaz de Villega lo invitó a escribir y Carlos Castañeda, el director y quien conocía a su hermano, lo aceptó. Ambos eran cubanos, por lo que también tenían otra experiencia con el cine.
Trelles escribió crítica de cine en este periódico hasta 2008, pero en los años previos y durante el desarrollo de su carrera también incursionó en la televisión, en los programas “La gente y su cultura”, “Mirador puertorriqueño”, “TV Cine con Luis Trelles” en el que semanalmente proyectaba y comentaba tres películas, y “Cultura Viva”. Asimismo, estuvo a cargo del comentario de cine de un programa dirigido por el periodista argentino Augusto
Bonardo.
La radio es otro medio de comunicación en el que Trelles ha estado y, desde 1993 hasta 2017, mantuvo una sección de crítica de cine como parte del noticiario de Radio Universidad.
La aportación de Trelles al mundo cinéfilo llegó igualmente a las librerías con los 10 libros que publicó entre 1973 y 2000 y para los cuales no solo documentó lo que ocurría en Puerto Rico y América Latina en el ámbito de la pantalla grande, sino que viajó para entrevistar, especialmente a directoras de cine.
“Siempre me interesó mucho lo que yo consideraba que era una minimización y maltrato de la mujer en el cine porque (en las películas) tú las veías como estrellas, pero lo fundamental en el cine es un director, con la visión de vida que quiere plasmar en la película. En los grandes diccionarios de cine de aquella época apenas había mujeres y yo dije: ‘Pues yo las voy a descubrir’”.
VIDA ESPIRITUAL
Ahora, a sus 90 años, Trelles mantiene una sección de crítica de cine en el semanario El Visitante, de la Iglesia Católica, en el que sigue reseñando cine y ofrece conferencias en la organización Maranatha. Con el gran desarrollo de las series de televisión de las últimas décadas y el servicio streaming, que ha llevado el cine a los televisores de millones de personas, Trelles cree que también es necesario hacer crítica para que sirva de guía y de conversación a esa población.
Trelles está casado con la doctora en Literatura y Letras Carmen Dolores Hernández, quien se ha especializado en la crítica de obras literarias y con quien procreó a Miguel Luis, Mercedes, Carmen María, Luis y María Dolores. Aunque tiene ocho nietos, dice que son “pocos”.
Precisamente, en esta etapa de su vida, su familia es el centro de gran parte de su atención.
“Me he volcado más en la vida familiar, que antes no podía porque tenía tantas actividades. Disfruto mucho de mis hijos y mis nietos, y se ha intensificado mi vida religiosa. Soy un católico de práctica de toda la vida y veo que el final está cerca y, como todo ser humano, me atemoriza. Pero pienso en la redención, en el encuentro y en todo lo que debe pensar un cristiano. Todos los días leo y medito. Tenemos que buscar lo eterno, que es lo espiritual”, declara.