Los atletas no pierden su norte en plenas fiestas navideñas
Muchos atletas del patio tienen que resistirse a las tentaciones que trae el periodo navideño
Puerto Rico, el país de las Navidades más largas del mundo, es un hervidero de celebraciones, música, comida y bebida que no para hasta después de las famosas Fiestas de la Calle San Sebastián a mediados de enero.
Para las personas que disfrutan de estas festividades, no hay problemas con amanecerse en una parranda con amigos y familiares mientras se degusta un sabroso plato de arroz con gandules acompañado de lechón, pasteles, ensalada de papa y un vaso de coquito.
Pero, ¿qué sucede cuándo eres un atleta de alto rendimiento o profesional y hay que mantener unos controles para no aumentar de peso y perder el norte? Y si se está fuera de la isla, ¿cómo se maneja la nostalgia que se produce lejos de la familia y los amigos en la época festiva?
Las palabras clave son “enfoque” y “disciplina”, coincidieron atletas y una profesional de la salud mental que fueron entrevistados ayer por El Nuevo Día.
UNA META PARA NO CAER EN TENTACIÓN
Para la boxeadora y medallista de oro centroamericana Ashleyann Lozada, mantener la dieta durante las fiestas navideñas “es fuerte porque todos están comiendo de todo y tomando y uno tiene que estar fiel (a la dieta)”.
Sin embargo, a ella la ayuda tener un círculo íntimo que la apoya y el haberse fijado una meta muy específica: clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
“El atleta de alto rendimiento tiene que hacer mucho sacrificio. Tiene que entrenar día y noche y tener una alimentación estricta. Pero yo me rodeo de buenas amistades, que no me sonsacan y me ayudan. Además, soy muy disciplinada y mi enfoque está mucho más fuerte con los clasificatorios olímpicos. Yo quisiera comer muchas cosas, pero estoy enfocada en las Olimpiadas”, compartió la campeona nacional de los 57 kilogramos (125 libras) y quien entrena en Puerto Rico en estos momentos.
Mientras, el tenismesista Brian Afanador, quien se mantiene acuartelado en su natal Utuado, compartió que ha logrado manejar su peso con una rutina de ejercicios y una dieta que ha logrado mantener en medio de las tentaciones navideñas.
“He perdido de 13 a 15 libras en este último mes. Lo normal es que uno gane peso en estos días, pero me he mantenido porque he trabajado muchísimo mi aspecto físico. Bajar unas libritas que tenemos de más me ha ayudado porque me siento más rápido y con más balance. Esto me va a llevar al próximo nivel”, sostuvo Afanador, quien realiza cardio y entró en una dieta en la que consume mucho menos carne.
Los atletas profesionales no se escapan de esta realidad. Así lo atestiguaron los púgiles Jeyvier Cintrón y Félix Verdejo, quienes están fuera del país para cumplir con sus respectivas peleas.
Cintrón, quien ayer salió hacia Japón para su pelea titular ante el japonés Kazuto Ioka el 31 de diciembre, le comentó a este medio en una entrevista reciente que pasar las festividades navideñas fuera de
Puerto Rico era “fuerte”.
“Son mis primeras Navidades fuera de Puerto Rico, sin la familia, sin nada. Pasando hambre, dieta. No hay lechón que valga. Pero estoy enfocado porque es un pez gordo con el que voy a pelear porque él es bien conocido allá ya que ningún peleador allá ha sido campeón en cuatro divisiones”, dijo.
Verdejo, quien lleva varias semanas acuartelado en Las Vegas para su pelea del 18 de enero contra el mexicano Manuel Rey Rojas en Nueva York, reconoció que estar alejado de sus seres queridos y de su hija Miranda ha sido difícil.
Para hacerlo menos arduo, siempre se recuerda que estos sacrificios son necesarios para lograr su meta de un título mundial.
Cuando ese pensamiento no funciona como quisiera, echa mano de la tecnología.
“Hay que tener la mente centrada en un objetivo, pero es fuerte como quiera”, manifestó.
“Ha sido bastante difícil tener que ver a las personas por FaceTime, como a mi hija, porque no es lo mismo verla por ahí que tener ese contacto con ella. Pero esto es parte de, y sé que todo pasa por un propósito. Vendrán Navidades y muchos fes
“Yo quisiera comer muchas cosas, pero estoy enfocada en las Olimpiadas”
ASHLEYANN LOZADA BOXEADORA
“¿Cómo se maneja esta parte (las tentaciones)?
Manteniéndolos
en la meta y preguntándoles qué tú harías si no estuvieras aquí”
DRA. ROSA HECHAVARRÍA
PSICÓLOGA CLÍNICA Y DEPORTIVA
tejos”, puntualizó el boxeador que no negó que también extraña “típica comida navideña”.
LA DIFERENCIA DE ESTAR AQUÍ O ALLÁ
Al abordar este tema, la psicóloga clínica y deportiva Rosa Hechavarría hizo una distinción en los casos de los deportistas que se quedan en la isla en diciembre y los que se acuartelan en otro país en plena preparación para algún evento.
Los primeros, tienen la suerte de poder compartir las fiestas con sus familiares, lo que les ayuda a manejar de forma positiva una parte de su entrenamiento porque tienen lo que la profesional llamó, de forma coloquial “tender loving care” (cuidado amoroso y cariñoso).
Por el otro lado, deben manejar las tentaciones que enfrentan, como el ofrecimiento de comidas que no cumplen con los valores nutricionales que deben seguir o las desveladas en las fiestas navideñas.
“¿Cómo se maneja esta parte (las tentaciones)? Manteniéndolos en la meta y preguntándoles qué tú harías si no estuvieras aquí. Es llevarlos al aquí y al ahora, a la realidad”, expresó la doctora, quien labora con los atletas del Comité Olímpico de Puerto Rico (Copur) y tiene su práctica privada.
Hechavarría aprovechó la oportunidad para puntualizar en algo que a su juicio es crítico: la insistencia que ejercen algunos allegados de los deportistas para que consuman alimentos y bebidas que los pueden llevar a aumentos de peso no deseados.
“En muchas ocasiones, los papás —sin
querer y sin darse cuenta— los llevan a hacer cosas que no deben. Les dicen ‘chico, ven, comparte, que tú nunca estás aquí. Ahora que estás, vente para que tu tío y tu abuelo te vean’. Entonces, la abuela le tiene un caldero bien grande y le pregunta que cómo no va a comer si le han cocinado. Eso es una presión bien grande que ejercen sin querer porque lo que quieren es agradarlos y apoyarlos”, apuntó.
“Pero esto es un apoyo con el que hay que tener cuidado porque a veces nosotros, sin querer, desapoyamos en lugar de apoyar”, agregó la experta, quien invitó a esos familiares a no perder de perspectiva que muchos de los atletas de alto rendimiento están en busca del sueño de su vida con las clasificaciones olímpicas.
En cuanto a los competidores que pasan las Navidades en otros países, sostuvo que las dificultades son más o menos iguales, pero la dinámica es distinta.
“Ellos están afuera por obligación, porque en Puerto Rico no tienen competencia o no tienen con quien foguearse. Al no quedarle más remedio, están con la añoranza de estar aquí, y esa añoranza trae una carga de tristeza. Estos atletas deben cuidar su parte emocional en cuanto a depresión y ansiedades”, sentenció Hechavarría.