QUERIDO SANTA
Querido Santa Claus, hace años que no te escribo ni te espero con galletas o te envío una lista con cosas que quiero que me regales. Aunque hemos estamos un poco desconectados, esta vez te escribo porque eres alguien que puede realizar milagros y traer sonrisas a un país latinoamericano que necesita -des esperadamentecambios positivos en sus paradigmas sociales, económicos y políticos.
Para que las cosas cambien en mi país, solo te pido lo siguiente: que el pueblo que se levantó en el Verano del 19 no olvide, que recordemos los nombres de los que se robaron el país, que las nuevas generaciones se motiven a votar para dar otro paso, que las nuevas caras de la política vengan a transformar, mejores condiciones para empresarios incipientes, que el gobierno declare emergencia la situación de violencia de género, menos asesinatos por hora, una reforma de retiro para todos los empleados públicos, un gabinete de gobierno con valores intactos, participación ciudadana, proyectos de ley en pro de la equidad, incentivos para jóvenes, la privatización de las agencias no funcionales del gobierno, que la universidad pública sea del pueblo, legalización de la industria de la marihuana, un sistema educativo K-12 eficiente y efectivo, inversiones extranjeras, la creación de productos para exportación, creación de parques y espacios verdes, facturas de servicios públicos más bajas, boricuas con ganas de trabajar y aportar, tolerancia en las carreteras, conocimiento de nuestra cultura, que los puertorriqueños que están en el exterior regresen, un transporte colectivo para toda la Isla, en fin, menos bla bla bla y más acción.
Estoy consciente que no todas las puedes hacer realidad, pero con solo una que nos puedas regalar será suficiente. El corazón del pueblo grita porque el nuevo año sea uno lleno de nuevas aventuras, oportunidades y cambios que nos hagan sentir nuevamente ese amor por la patria que nos vio crecer.
El 2019 fue un año transformador que pudimos palpar y que ha servido hasta reescribir la historia del país. Este próximo año lo único que espero es que continuemos con las mismas ganas y que nosotros mismos nos vistamos de Santa para regalarnos un Puerto Rico digno de admirar.