Educación y salud edifican futuro
La Navidad es la celebración del nacimiento del niño Jesús, y de su vida, sus enseñanzas y su amor. Y en su amor es propio reflexionar sobre nuestros actos, las bendiciones recibidas, los logros alcanzados y los retos de 2020. En los pasados tres años como rector, me he dedicado en cuerpo y alma al Recinto de Ciencias Médicas, mi segundo hogar.
En tiempos en que enfrentamos grandes y profundos desafíos económicos, como los ajustes presupuestarios en el Recinto en los pasados tres años, nuestro espíritu es el de buscar alternativas para paliar los recortes y seguir cumpliendo con excelencia nuestra misión de servicio, educación e investigación. Junto a mi equipo de trabajo y de la mano de la comunidad universitaria, continuaremos trabajando para mejorar nuestra infraestructura. Hemos remozado puentes, habilitado el teatro de la Escuela de Enfermería y adquirido equipo para diversos laboratorios. Estamos mejorando las instalaciones de la biblioteca y pintamos el exterior del edificio principal Guillermo Arbona, entre múltiples proyectos.
Para mejorar la capacidad de allegar fondos a la primera institución educativa dedicada a la formación de los profesionales de la salud en Puerto Rico, fortalecimos el Decanato de Investigación y establecimos un programa de eficiencia en los costos de utilidades. Junto al Senado, desarrollamos propuestas legislativas de vanguardia para canalizar recursos económicos al Recinto, como son los Proyectos 1430 y 1441. Ampliamos nuestro alcance académico a través del ofrecimiento de cursos en línea.
El impacto comunitario del Recinto se extiende a toda la isla. Para esto hemos generado actividades junto a la Cruz Roja y múltiples entidades. Recientemente impactamos la salud de más de 300 ciudadanos en Vieques, en alianza con la Oficina de la Primera Dama y Haití Se Pone de Pie.
Esta Navidad es oportuna para reflexionar sobre cómo podemos colaborar para edificar una mejor sociedad en la que resalten los valores que prodigamos. La paz y el amor en nuestro interior nos ayudarán a fortalecer valores como el perdón, la tolerancia, la empatía y la solidaridad. La Universidad debe ser un reflejo de esos valores, como esencia social que permita construir un mejor futuro por todos.
Que esa paz y amor que representa el Niño Jesús reine en nuestros corazones, y que podamos brindarlos a otros para mutua edificación. La defensa de la educación, la salud y el futuro es un ejercicio de amor y el amor es la Navidad.