El ejercicio y la artritis pueden coexistir
La artritis es la sensibilidad, inflamación y debilidad de una o varias articulaciones. Sus principales síntomas son rigidez, enrojecimiento y dolor en las articulaciones.
Tales síntomas pueden limitar movimientos y acciones, incluso hasta incapacitar. Con la edad, las limitaciones y la rigidez aumentan. Los tipos más frecuentes son la artritis reumatoidea y la artrosis.
La artritis reumatoidea es una enfermedad en la cual el sistema inmunológico ataca las articulaciones que comienzan a degenerarse.
Para el diagnóstico de gota es devastador un aumento significativo de ácido úrico en la sangre, y representa un factor de riesgo importante dentro de la sintomatología de la enfermedad.
Las enfermedades o infecciones como el lupus y la psoriasis pueden causar otros tipos de artritis.
Mejorar la calidad de vida y reducir sintomatología deben ser los objetivos principales en cada paciente.
Factores de Riesgo
• Lesión articular previa: personas con un historial de alguna lesión articular son mas propensas a la posibilidad de desarrollar artristis en dicha articulación.
• Movimiento repetitivo y trauma: los atletas que han realizado deportes que promueven saltar, tirar y movimientos que producen impacto entre otros, pueden experimentar episodios de artritis en las articulaciones en sobre uso.
• La edad: el riesgo de varios tipos de artritis, como la artrosis, la reumatoidea, incluso la gota, es que aumentan según la edad.
• El género: la artritis reumatoidea es más propensa a desarrollarse en mujeres, mientras que en hombres, la gota es más común, entre otras afecciones.
• La obesidad: las personas con obesidad tienen mayor factor de riesgo a desarrollar artritis en extremidades inferiores como las caderas y rodillas.
La actividad física
El ejercicio puede aliviar el dolor y mejorar la función articular. Un programa específico, de seguro, mejorará su calidad de vida al igual que su estado anímico.
Caminar, nadar y correr bicicleta son movimientos en actividad física sin impacto, los cuales harán la función de retrasar las discapacidades relacionadas a las afecciones de la artritis.
A su vez, ayuda a las personas con artritis a manejar otras afecciones crónicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
La actividad física debe ser en base a bajo impacto, en ocasiones sin impacto. De esta manera evitas poner cargas o sobre cargas a un sistema ya propenso a lesiones. Monitoreo y modificación
La rigidez, la fatiga y el dolor son síntomas que pueden ir y venir. Puede que usted tenga días buenos y días no tan auspiciosos. Será importante manejar la frecuencia e instensidad de sus ejercicios. Modificar su rutina es la mejor alternativa.
Actividad física de forma segura
• Evalúese con un profesional de la salud capacitado o un especialista en actividad física.
• Modifique la actividad cuando sea necesaria.
• Comience poco a poco hasta que conozca su cuerpo y trabaje con la frecuencia.
• Realice actividad y movimientos que no impliquen esfuerzo indebido.
¿Cómo manejar el dolor antes, durante y después de la actividad física?
Al comenzar un programa de actividad física será normal experimentar dolor y rigidez. Sea consistente. Sentirá alivio con el transcurso del programa. Podría tomar alrededor de cuatro a seis semanas para que los músculos y articulaciones se familiaricen con la intensidad de la actividad. Calentamiento y estiramientos
Antes y después de cada rutina resulta imprescindible adaptar tu rutina con ejercicios de estiramiento, los cuales brindan oxígeno a los músculos y tejido blando que rodean las articulaciones. De esta forma combates la rigidez. ¿Qué debemos vigilar?
• Aumento en la información de las articulaciones.
• Dolor permanente luego de dos horas de finalizada la actividad física.
• Inflamación que no mejora con el descanso o medicación.
Atributos de la actividad física en la población con diagnóstico de artritis
• Aumenta la fuerza muscular y resistencia
• Promueve el rango de movimiento articular funcional.
• Disminuye la rigidez y el dolor articular.
• Aumenta la densidad ósea
Numerosos estudios recomiendan el ejercicio físico desde el comienzo del diagnóstico. La manera correcta es de forma supervisada e individualizada, adaptada a la especificidad de cada paciente.
El autor es fisiólogo del ejercicio y posee un centro de desarrollo y capacitación. Puede ser contactado al correo electrónico: jc_scs@yahoo.com)