Alcanzar el potencial de la manufactura
La Sra. Yandia Pérez recién se ha convertido en la primera mujer que ocupa la vicepresidencia ejecutiva de la Asociación de Industriales. La Sra. Pérez podría enfocarse en los manufactureros que actualmente son miembros de la Asociación, pero esto no alteraría la lenta declinación de la manufactura en el país. La alternativa es tener visión para atraer empresas que ahora no operan en Puerto Rico y que por lo tanto no son miembros de la Asociación.
La manufactura en Puerto Rico tiene un perfil desigual. Por un lado, representa casi el 50% del Producto Bruto Interno. Esto se debe a las ganancias del sector farmacéutico que se reportan en la Isla gracias a incentivos contributivos. Por lo tanto, la manufactura es indispensable en términos de impuestos para el Fondo General.
Por otro lado, la manufactura representa el 8% del empleo en Puerto Rico. Esto es marginalmente menor que en los Estados Unidos y menor que muchas otras jurisdicciones incluyendo varios estados de los Estados Unidos.
Dos temas para aumentar el nivel de empleo y en los que la Asociación debe participar son el desarrollo de una industria de fármacos genéricos y la lucha contra el lastre de la Ley Jones.
La Asociación se ha preocupado por las operaciones de fármacos de marca, lo cual es importante. Necesita desarrollar un plan para el desarrollo de una industria de manufactura de genéricos. Un 90% de las recetas despachadas en los Estados Unidos son genéricos. Puerto Rico ha estado al margen del fuerte crecimiento que se ha observado en la manufactura de dichos fármacos.
La falta de volumen impacta negativamente el ecosistema de la industria farmacéutica. Se necesita una masa crítica de producción para que exista la red de suplidores y peritaje que apuntala la competitividad de la industria. Los incentivos contributivos son importantes, pero sin masa crítica de producción se pone en peligro la industria existente de manufactura de fármacos de marca. Volumen de producción es igual a genéricos.
Muchos manufactureros que se beneficiarían de cambios a la Ley Jones no operan en Puerto Rico. Economistas como la Dra. Ann Krueger, así como los Premios Nobel Joseph Stiglitz y Paul Krugman, se han manifestado en contra de la Ley Jones.
Mientras, la Asociación de Industriales ha estado ajena a los esfuerzos realizados por otras agrupaciones del sector empresarial para modificar la Ley Jones. Los navieros, miembros de la Asociación de Industriales, contrataron al asesor económico de la Asociación de Industriales para alegar que la Ley Jones es buena para Puerto Rico.
Supongamos que un manufacturero de alimentos tiene que traer un contenedor de California, primer productor agrícola de los Estados Unidos. Los navieros de la Ley Jones no ofrecen servicio marítimo entre California y Puerto Rico. Hay que traer el contenedor por tierra a través del continente hasta Jacksonville, Florida, y entonces embarcarlo para Puerto Rico. El costo de transportación es cuatro veces lo que sería embarcar en buque internacional desde California a través del Canal de Panamá.
Supongamos que este manufacturero desea exportar su producto a la comunidad hispana residente en Washington D.C. Este tendría que enviar el contenedor hasta Jacksonville y entonces por tierra hasta Washington D.C.
La Ley Jones también incrementa el costo de la electricidad. Grupos empresariales han abogado por una exención a la Ley Jones para traer gas natural de los Estados Unidos. En vez de eso, traemos el gas natural más caro y desde Trinidad. La Asociación de Industriales está comprometida con reducir el costo de electricidad. Sin embargo, ha estado ausente de esta discusión.
No va a ser fácil trabajar por empresas que por ahora no operan en Puerto Rico, pero es indispensable para que la Asociación de Industriales alcance su potencial.