Buscan trato igual para boricuas que compran por internet
● La Comisión Federal de Comercio deberá delinearle al Congreso su plan para derrumbar las barreras comerciales contra la isla
Aunque el caso más recurrente de discrimen comercial contra los puertorriqueños radica en la merma de comercios digitales dispuestos a enviar sus productos a los suscriptores isleños de Amazon Prime, otros gigantes de las ventas en línea, como Walmart, Home Depot y Best Buy, también figuran en la lista de empresas que la comisionada residente de Puerto Rico, Jenniffer González, espera hacer recapacitar por medio de la Comisión Federal de Comercio (FTC, en inglés).
Encomendada a proteger a los consumidores estadounidenses de prácticas comerciales injustas o desleales, la FTC deberá presentarle su plan para prevenir los casos de exclusión comercial contra los puertorriqueños y residentes de otros territorios no contiguos de los Estados Unidos al Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes federal en marzo, informó González.
“Hay tiendas por departamento, en cualquier estado, que incluyen el que usted recoja el producto en la tienda o lo reciba por correo, pero esas opciones no están disponibles para Puerto Rico”, pero sí a los residentes de Hawái y Alaska, puntualizó la comisionada residente.
Entre las soluciones que el presidente de la FTC, Joseph Simons, se comprometió a presentar el 19 de marzo, González estará pendiente a los materiales de divulgación que esta agencia y el Servicio Postal de Estados Unidos (USPS) generen para educar a los comercios estadounidenses que pasan a Puerto Rico por alto.
“Mucho de esto es desconocimiento de las rutas postales y los servicios que están disponibles (en Puerto Rico). Por ejemplo, en algunos casos, te los envían a Islas Vírgenes (Estadounidenses) y no a Puerto Rico, y en otras cosas, viceversa”, respondió González a preguntas de El Nuevo Día.
Asimismo, el reporte deberá incluir explicaciones concretas de por qué algunas de estas empresas, muchas de las que solo ofrecen servicios digitales, eligen no hacer negocios con los puertorriqueños.
Pero los comerciantes en la isla también son víctimas de este limbo jurisdiccional, ya que deben someter Información Electrónica de Exportación (EEI) a la Oficina de Análisis Económico (BEA) por cada cargamento que supere los $2,500 en valor, lo que encarece sus costos de hacer negocios en Puerto Rico.
Este requerimiento de información no aplica al comercio interestatal, aun cuando la mercancía debe cruzar el espacio aéreo canadiense para llegar a Alaska, por lo que González, junto al representante demócrata José Serrano, espera que BEA mueva sus fichas para derrumbar esta otra barrera comercial.
En cambio, la líder novoprogresista admitió que “Puerto Rico también tiene que hacer unos cambios en los datos de importación y exportación que no tenemos”, con los que el Departamento de Hacienda, el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, la Autoridad de Puertos y el Instituto de Estadísticas trabajan en colaboración con la BEA, el Censo y el Servicio federal de Rentas Internas.
Por otro lado, aunque elogió este esfuerzo, el experto en derecho corporativo y comercio internacional, Jorge Fernández, sostuvo que la decisión final recae solo en las manos de cada empresa.
“No hay legislación que me impida hacer negocios con los puertorriqueños en el internet. Sencillamente, no existe esa barrera legal, como tampoco hay una ley que me obligue a hacerlo. A estas grandes empresas tienes que convencerlas de que el comercio con Puerto Rico vale la pena”, sentenció el socio de la firma legal internacional ECIJA SBGB.
En cuanto al vacío en los servicios digitales, que solo intercambian información y dinero por internet, Fernández advirtió que la retirada de los bancos internacionales en medio de la bancarrota del gobierno estatal abona a la incertidumbre de hacer negocios con los residentes de Puerto Rico.
“Mucho de esto es desconocimiento de las rutas postales y los servicios que están disponibles (en Puerto Rico)”
JENNIFFER GONZÁLEZ COMISIONADA RESIDENTE DE PUERTO RICO
EN WASHINGTON