La mejor movida de los Mets y Carlos Beltrán
Cuando uno suma y resta todas las situaciones e incidentes que han pasado desde que el debutante dirigente boricua Carlos Beltrán renunciara a su cargo, uno tiene que concluir que los altos ejecutivos de los Mets de Nueva York, su vicepresidente Jeff Wilpon y el gerente general, Brodie Van Wagenen, tomaron la mejor decisión al romper las relaciones contractuales.
Beltrán, quien jugó 20 campañas en las Mayores y posee números de todo un Salón de la Fama, firmó como dirigente con los Mets el 1 de noviembre del 2019, tras rechazar ofertas de entrevistas con San Diego y los Cubs de Chicago.
Pero, el panorama de Beltrán y los Mets sufrió un cambio cuando, el 12 de noviembre del 2019, el exlanzador de Houston, Mike Fiers, diera a conocer en una historia de The Athletic que los Astros incurrieron en una práctica ilegal de robo de señales en el 2017.
Tras investigar la querella, el comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, emitió un informe el 13 de enero en donde destacó, entre otras cosas, la aportación y liderazgo en esta ilegalidad por parte de los dirigentes puertorriqueños, Alex Cora (Red Sox Boston) y Beltrán cuando militaban con Houston como coach de banca y jugador, respectivamente.
Tres días más tarde, Beltrán y los Mets acordaron su salida como dirigente.
Las razones y análisis de reporteros y gente especializada en Grandes Ligas apuntaban a que bajo la dirección de Beltrán, los Mets serían un foco mediático de atención desde el inicio de los campos de entrenamiento y a lo largo de la temporada del 2020.
Y que siendo Beltrán un dirigente novato, esa presión, y el tener que batallar con una prensa neoyorquina tan incisiva, todo esto iba a ser un claro factor de distracción para el equipo y crearía una atmósfera inestable.
Desde la pasada semana, por ejemplo, lo que se vive en el campo de entrenamiento de Houston, es precisamente eso: pura distracción.
Los jugadores han estado en días seguidos defendiendo sus posturas de todo tipo de ataques en donde se les tilda de tramposos: de ejecutivos de varios equipos, de dirigentes o coaches y hasta de grandes figuras del juego, entre ellos, exjugadores y algunos actuales estelares peloteros.
El tema es una verdadera olla de presión para los Astros y su nuevo dirigente, el veterano Dusty Baker, quien capea el temporal como mejor puede, pero ya le pidió a Manfred, que esté pendiente a las posibles represalias que puedan tener los demás equipos contra sus muchachos. De paso, ya Manfred apercibió a las Grandes Ligas que tendrá mano dura con los que se pasen de la raya con los Astros.
Así las cosas, el equipo del año en el 2020, al que todos estarán pendiente, apunta a que será el de Houston.