Necesitamos un plan
Si algo hemos aprendido de Estados Unidos en el contexto de la pandemia es que el distanciamiento social funciona. Ante la inminencia de brotes incontrolables, muchas jurisdicciones, incluida Puerto Rico, recurrieron a medidas drásticas. En nuestro país se impuso un toque de queda durante la noche y una norma generalizada de acuartelamiento durante el día, sujeto a excepciones como diligencias médicas y compra de comida, así como exenciones para trabajadores esenciales para garantizar la disponibilidad de bienes y servicios básicos.
La cuarentena ha tenido saldos positivos, pero no puede durar para siempre. Ello sería constitucionalmente impermisible. Además, la cuarentena no resuelve el problema. Su utilidad fue evitar un brote incontrolable que saturara nuestro debilitado sistema de salud. Es una medida temporera.
Salir de la cuarentena para volver a donde estábamos no adelanta nada. El brote regresaría y el sistema de salud colapsaría. Mantener la cuarentena permanentemente nos convertiría en una dictadura y, eventualmente, el país colapsaría completamente. La cuarentena posiblemente durará varias semanas más, hasta junio. La cuarentena nos gana tiempo. ¿Y entonces qué?
El consenso mundial aparenta ser el siguiente:
Debemos aprovechar este tiempo para fortalecer el sistema de salud. Esto incluye adquirir –libre de corrupción- el equipo necesario, como ventiladores y equipo de protección personal para nuestros heroicos trabajadores y trabajadoras de la salud, para que, si vuelven a subir los contagios, estemos listos para atenderlos.
Necesitamos acceso masivo a pruebas para identificar casos particulares, rastrear a las personas con quienes estuvieron en contacto y ordenar aislamientos limitados. El control de los puntos de entrada al país será vital.
Hasta que se desarrolle una vacuna, debemos prepararnos para andar con máscaras de forma cotidiana. Esto requiere que un sistema colectivo de distribución de máscaras al público.
Necesitaremos mecanismos planificados de distanciamiento social efectivos. Esto incluye tomar medidas en lugares como supermercados en cuanto a separación física y contacto limitado.
Como vimos, la cuarentena no puede ser permanente. Tampoco podemos abrir el país y cruzar los dedos. Necesitamos un plan, necesitamos acción. Se nos va la vida en esto.