Urgente llamado a reabrir por etapas la actividad económica
Empresarios plantean al gobierno que busque salidas a la grave crisis, al asegurar que la prioridad será cuidar la salud de los trabajadores La construcción y la manufactura aparecen como los sectores que podrían iniciar un camino paulatino a la normaliz
Establecer la cuarentena tan pronto se identificaron los primeros casos sospechosos de COVID-19 parece haber sido una medida prudente, pues al cabo de unas cinco semanas de encierro, Puerto Rico parece haber dejado atrás el riesgo de un contagio masivo, según datos examinados por El Nuevo Día y fuentes de este diario.
A pesar de que ayer la tasa de letalidad del coronavirus rondaba el 5%, el aumento diario en el número de muertes se mueve a la baja lo suficiente, según entendidos, como para que el gobierno comience a reanudar la actividad comercial y social de manera paulatina.
Según los datos y fuentes de este diario, la tendencia luce tan alentadora que no habría necesidad de convertir el Centro de Convenciones de Puerto Rico en un hospital, ni habría que mantener un cierre casi total como el actual, que cumplirá siete semanas el 3 de mayo.
Además -y aunque por semanas se ha destacado la necesidad de más respiradoresfuentes de este diario conocedoras de la dinámica de hospitalizaciones en la isla señalan que los hospitales no han visto una avalancha en casos y ni siquiera se ha utilizado una tercera parte de los equipos disponibles en la isla en pacientes de COVID-19.
Tales premisas descansan en un modelo estadístico preparado por médicos y que está centrado en el número de muertes asociadas al COVID-19 en Puerto Rico. El análisis ha sido discutido con integrantes, tanto del “task force” médico como del grupo económico que asesoran al gobierno, según fuentes de este diario, y ha sido examinado por personas con conocimiento estadístico y del ámbito financiero.
El estudio también considera hospitalizaciones y el uso de respiradores en pacientes con la condición, datos que los hospitales en la isla suministran al gobierno desde hace poco más de dos semanas, pero que todavía no se han dado a la luz pública.
EL NÚMERO DE MUERTES
Según el análisis, que también exploró el curso de la pandemia en países como España, Italia y Corea del Sur y varias ciudades de Estados Unidos, la variable de muertes parece ser más confiable para entender el alcance de la pandemia. Ello, porque, de acuerdo con lo que ya se sabe del coronavirus en otros países, alrededor de uno de cada tres pacientes (35%) que requieran cuidado intensivo por COVID-19 morirá.
Aunque el gobierno ha insistido en que no será hasta mayo cuando se llegue a un pico en contagios, los datos a la fecha, apuntan a que, si bien los casos acumulados van al alza, las muertes confirmadas por día -entre uno y cuatro- es muy bajo con relación a los contagios.
El Nuevo Día solicitó entrevistar al epidemiólogo David Capó y también pidió datos acerca de las hospitalizaciones, muertes registradas por día, pero la información no estuvo disponible. El Departamento de Salud indicó que Capó podría estar disponible hoy.
“Por días, aquí hubo pisos enteros en los hospitales llenos de casos de micoplasma e influenza”, dijo una de las fuentes, al señalar que, en febrero, los hospitales tuvieron más presión atendiendo pacientes con esas condiciones que la demanda que hayan recibido el pasado mes por casos de coronavirus, sea por visitas a la sala de emergencia u hospitalizaciones.
UN CUADRO INCOMPLETO
Hasta la fecha, el “task force” médico ha centrado sus recomendaciones utilizando como referencia el número de contagiados. Hasta ayer, el número de casos positivos a COVID-19 rondaba los 1,252 y el número de decesos, confirmados o declarados preliminarmente, rondaba 63.
Aunque Salud divulga las camas ocupadas y los respiradores disponibles en Puerto Rico, se trata de todo tipo de hospitalizaciones y equipos en uso, no dedicados a COVID-19.
El secretario de Salud, Lorenzo González Feliciano, ha asegurado que las variables de hospitalización y cuidado intensivo se darán a conocer a medida que el ejercicio de depuración de datos se complete. Ello, luego de admitir la semana pasada que puede haber unos 170 casos duplicados en el universo de confirmados.
De otra parte, y aunque se trata de un indicador no directamente relacionado con las cifras de contagio, la semana pasada, ejecutivos de dos de las principales aseguradoras de Puerto Rico -Triple-S Salud y MSO Puerto Rico (afiliada de MMM)dijeron
a este diario que, desde le inicio de la pandemia en la isla, apenas 159 y 134 de sus asegurados, respectivamente, habían recibido servicios médicos bajo un diagnóstico de COVID-19.
Desde el 15 de marzo, el gobierno decretó el cierre de miles de empresas no esenciales y ordenó el encierro de 3.2 millones de personas con la expectativa de contener el número de contagiados. Esa estrategia, a su vez, evitaría que el sistema sanitario de Puerto Rico colapse, es decir, que no haya suficientes camas, ventiladores o personal para asistir a los enfermos de la condición.
Pero, aun considerando únicamente el número de casos positivos registrados en la isla, la tendencia apunta a la baja.
Durante el inicio de la pandemia en la isla, los casos positivos se duplicaban cada tres días. Por ejemplo, para el 21 de marzo, en Puerto Rico, había unos 23 casos positivos de COVID-19. Tres días más tarde, esa cifra aumentaba a 39 casos.
El 8 de abril, Salud informó 620 casos positivos. Esa cantidad no se duplicó hasta 12 días después, es decir, hasta el pasado domingo, cuando se acumularon 1,252 casos.
“Si estos números son correctos, lo positivo es que el gobierno fue efectivo en declarar la cuarentena y la gente entendió y siguió los consejos y ya no hay manera de continuar justificando el cierre. Hay que abrir poco a poco”, sostuvo la fuente que solicitó no ser identificada debido a que el análisis ya se discute internamente en el equipo que asesora a la gobernadora Wanda Vázquez Garced.