Un proceso muy gradual
Expertos sostienen que tiene que hacerse con mucha cautela
WASHINGTON.- Las nuevas guías federales advierten que el proceso hacia la reapertura de la economía, como en Puerto Rico, tiene que hacerse con cautela y suavizando ligeramente las restricciones vigentes impuestas para evitar la propagación del coronavirus.
Sin 14 días consecutivos de baja en el número de casos, certeza de que los hospitales tienen capacidad para superar el brote del virus o pruebas suficientes para la población vulnerable, como los trabajadores de la salud, no se debe pasar a flexibilizar las órdenes de quedarse en casa y que limitan la operación de los negocios, según esas recomendaciones.
Aunque el presidente Donald Trump reclama a gobernadores demócratas “liberar” sus estados, las mismas recomendaciones de su grupo de trabajo sugieren un proceso muy gradual.
Las guías del grupo de trabajo de la Casa Blanca establecen que en una primera etapa hacia la reapertura de la economía se debe aún evitar reuniones de 10 o más personas, minimizar viajes no esenciales, y mantener cerradas escuelas y bares.
También sugieren continuar la prohibición de visitas a los centros para adultos mayores. Pero, esas mismas normas promueven reabrir cines, comedores de restaurantes, iglesias y gimnasios, bajo distanciamiento social, una vez alcanzadas las condiciones sobre la reducción de casos, capacidad del sistema de salud y para administrar pruebas de contagio.
“La vigilancia epidemiológica debe continuar… Cada industria y tipo de comercio debería crear reglas que sirvan para minimizar el riesgo”, indicó ayer el médico puertorriqueño Joxel García, quien fue subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y secretario adjunto de Salud a cargo del Cuerpo Regular de Salud Pública durante el gobierno de George W. Bush.
El profesor puertorriqueño Daniel Colón Ramos, neurocientífico de la Universidad de Yale, ha acentuado que “nadie está en desacuerdo con querer abrir y regresar a la normalidad”, pero la reapertura de la economía debe ser una aspiración y poco se logrará sin pruebas suficientes, capacidad para rastrear contactos y una estrategia basada en “datos y ciencia”.
En una serie de tuits, Colón Ramos sostuvo que “por incompetencias del gobierno” de Puerto Rico -cuyos datos no permiten conocer la magnitud del problema-, a nadie se le debe pedir escoger “entre su vida y la economía”.
Un estudio de la Universidad de Harvard advirtió que se deben hacer 152 pruebas por cada 100,000 habitantes para pensar que se calcula correctamente la propagación del virus. Solo Rhode Island tenía hasta ayer esa proporción de pruebas.
El presidente del Centro Unido de Detallistas (CUD), Jorge Argüelles Morán, afirmó que por haberse hecho “muy pocas pruebas” de detección del virus y haber escasa certeza en los datos existentes, Puerto Rico está limitado para tomar una decisión informada.
Argüelles Morán indicó que el grupo de trabajo económico de la gobernadora Wanda Vázquez Garced presentará un plan para reabrir la economía por etapas. Pero, consideró que es evidente que el proceso deberá empezar, cuando sea posible, en negocios “que no requieren una aglomeración de personas”, como las ferreterías, y servicios directos provistos por plomeros, electricistas y jardineros.
“Cines, estadios, casinos, deben esperar”, sostuvo Argüelles Morán.
Los expertos cuestionan si un dueño de un restaurante querrá exponerse a los riesgos de una apertura antes de tiempo para solo atender en su comedor a pocos clientes, debido al distanciamiento social.
Aunque Georgia no ha tenido 14 días de baja en casos de coronavirus, el gobernador de ese estado, Brian Kemp, dijo que el viernes reabrirá los gimnasios, boleras, barberías, salones de belleza y masajes, sujeto a restricciones de salubridad y medidas de distanciamiento social.
Los cines y restaurantes volverían a operar el viernes, pero los bares y clubes nocturnos seguirían cerrados, indicó Kemp.
En otras jurisdicciones se han limitado a abrir al público parques para que la gente camine con distanciamiento social, como en Texas, o playas, como en Florida.
El constitucionalista Carlos Ramos González, de la Escuela de Derecho de la Universidad Interamericana, sostuvo que aunque es cuesta arriba demandar al gobierno de Puerto Rico por “impericia gubernamental” –sobre todo bajo la moratoria que impuso la ley Promesa–, la gobernadora Vázquez Garced debe tener en cuenta que cualquier decisión “expone a patronos y empleados a posibles litigios entre ellos”.
En cado estado o territorio, hay protecciones distintas para los trabajadores, que en el caso del coronavirus pudieran aplicar a las personas más vulnerables a la infección como los de más edad o con condiciones médicas previas.
La misma complicación la tendrán las escuelas y universidades si exponen a estudiantes, maestros y personal administrativo a un regreso a destiempo. “Desde el punto de vista del salón de clase tradicional, plantea un reto extraordinario el distanciamiento social”, indicó Ramos González, quien enseña ahora sus clases en la Inter a través de internet.
Como una segunda etapa, la Casa Blanca prevé que los estados que no han visto un reinicio de casos de coronavirus puedan reanudar las clases en persona, así como las actividades deportivas.
Los médicos, en esa próxima etapa, deberían volver a programar cirugías electivas, y la gente, sus viajes no esenciales. Todavía se recomendaría alentar el trabajo remoto de sus empleados.
El domingo, la administradora de los Centros de Servicios Medicare y Medicaid (CMS), Seema Verma, sugirió que, en lo posible, las autoridades locales de salud permitan reanudar las cirugías electivas.
En una tercera etapa –que nadie predice cuándo ocurrirá–, las guías sugieren que las personas vulnerables reanuden sus actividades públicas manteniendo distanciamiento social y se permitan las visitas a centros de adultos mayores.
“Esta pandemia va a definir los próximos dos años de nuestras vidas… No se acaba con la codiciada primera ‘cima’ (de casos). La cima es la brecha del primer camino. Hay que establecer estrategias y capacidad a largo plazo para combatir este enemigo”, subrayó el profesor Colón Ramos.