Pruebas a 200 adultos mayores
Los primeros centros de cuidado prolongado impactados están localizados en San Juan y Ponce, pero no fueron identificados
Como parte de una iniciativa que busca impactar a los cerca de 25,000 residentes en los 870 hogares de cuidado prolongado licenciados por el Departamento de la Familia, ayer se administraron las primeras 200 pruebas rápidas para detectar coronavirus en dos centros de ancianos en Ponce y San Juan.
La directora de la Oficina de Licenciamiento del Departamento de la Familia, Llelidza Santiago, no reveló los nombres de los establecimientos impactados, pero dijo que fueron seleccionados de acuerdo con las particularidades de cada uno, así como por la cantidad de participantes y empleados que tienen. “Mientras mayor cantidad de empleados, mayor es la probabilidad de contagio”, explicó.
Se trata de una iniciativa del “Elderly Task Force”, en la que también participan el Departamento de Salud, la Guardia Nacional y Direct Relief, entidad que subvencionó el costo de las pruebas. “Hace varios días, ya veníamos trabajando con algunas contingencias que se han dado en algunas instalaciones, que hemos visto la necesidad de asistirlas porque la administración ha expresado preocupación o sospecha, y esos son los que van a tener prioridad en esta primera fase”, expresó la doctora Minerva Gómez, miembro del equipo de trabajo.
Además de los 870 centros de cuidado prolongado, buscarán impactar los 152 hogares para adultos con impedimento certificados por la Administración de Familias y Niños (Adfan) y 82 hogares geriátricos licenciados por la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca). Hay 50,000 pruebas rápidas disponibles.
Santiago confirmó que -según la información que tiene- ningún residente ha dado positivo al COVID-19, pero sí han resultado contagiados con el virus tres personas que laboran en hogares. Están a la espera de otros dos resultados bajo evaluación del Departamento de Salud.
Gómez indicó que el “Elderly task Force” ha discutido otros temas esenciales para los administradores de las instituciones de cuidado prolongado, como el acceso a los artículos de protección. “Las órdenes tardan en llegar y el costo tiende a ser significativo, específicamente para aquellos hogares pequeños… Hay una necesidad de que se entienda que este es un servicio esencial”, sostuvo.
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Pruebas disponibles para administrar a través de los 870 hogares de ancianos.
“(En algunos hogares)... la administración ha expresado preocupación o sospecha, y esos son los que van a tener prioridad”
MINERVA GÓMEZ
MIEMBRO DEL “ELDERY TASK FORCE”