Reclaman la reapertura de los negocios
● La empresa privada le propone al gobierno que permita la reanudación de las operaciones, aunque con medidas de protección
Esta semana la gobernadora junto a su equipo de asesores médicos y económicos evaluará las propuestas que recibió del sector privado para que se les permita terminar la paralización de sus operaciones y puedan reabrir sus empresas en una fecha cierta.
En entrevista con Manuel Laboy, secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC), este indicó que la decisión de permitir la reapertura de algunos sectores económicos se hará tomando en cuenta en primer lugar la salud de los empleados y de la clientela. “La salud va primero, es la prioridad”.
A preguntas de El Nuevo Día sobre qué prioridad le da el “task force” económico al sector de la salud en esta emergencia, como por ejemplo, a la reapertura de oficinas de pediatras, oftalmólogos, especialistas en salud mental y otros profesionales de la salud, el secretario expresó que el sector de la salud es “clave”, aunque no ofreció detalles del plan y se comprometió a que el gobierno hará una evaluación ponderada.
Sostuvo que el renglón de la construcción será uno de los primeros que podría reactivarse. “Tenemos inventario de proyectos, como la reparación de puentes, carreteras, proyectos en hospitales, en farmacéuticas y en el sector de alimentos”.
Al indagar sobre si se contempla la construcción de casas nuevas para los damnificados de los terremotos del pasado enero o para los afectados por el huracán María que aún están con toldos azules, Laboy dijo que hay algunos proyectos de vivienda, aunque desconoce el detalle.
Un aspecto fundamental para reanudar las operaciones por sectores, explicó el secretario, es la autocertificación de las empresas, algo con lo que los representantes del sector privado que forman parte del equipo de trabajo económico del gobierno están de acuerdo.
Se refería a que si el gobierno determina que el sector de restaurantes va a poder atender público dentro del establecimiento, cada restaurante tendrá que evaluar cómo puede hacerlo sin poner en riesgo la salud del personal ni la de sus clientes.
Citó como ejemplo el que cada negocio tendrá que eliminar las áreas de “lounge” o salitas donde el personal se reúne a comer y descansar; tendrá que proveerle suficientes mascarillas y desinfectantes de mano al personal, y hasta tal vez separar las sillas y mesas entre los comensales, de manera que haya más separación de espacios. El negocio tendrá que adiestrar a su plantilla sobre las nuevas directrices de seguridad e higiene y asegurar que están en cumplimiento.
Laboy señaló que el DDEC trabaja ya en los formularios que deberá cumplimentar cada empresa. “Si la gobernadora determina que va a implementarse la auto certificación, cada negocio tendrá que evaluar su operación, entre ellas maximizar el teletrabajo, tener estaciones de desinfección, mascarillas, guantes, y mantener los seis pies del distanciamiento”, adelantó.
Las compañías de manufactura figuran también entre las primeras que pudieran reanudar operaciones, según el plan del “task force” económico, aunque Laboy no precisó fechas. “La construcción y la manufactura son los sectores que están mejor preparados”.
Los centros comerciales, cines, restaurantes y negocios con espacios más amplios y que reciben mucho público, tendrían que tener criterios de salud más estrictos, según Laboy.
SURGEN OTRAS INICIATIVAS PRIVADAS
Sin embargo, no todo el sector privado respalda las sugerencias que han hecho sus colegas en el “task force” económico. El Nuevo Día supo que hay, al menos, dos iniciativas de grupos privados para presentar otras propuestas.
En una de ellas están el economista Gustavo Vélez y el empresario Federico
“Friedel” Stubbe, chairman del Grupo PRISA. Estos presentarán sus sugerencias esta misma semana. Vélez dijo que presentarán un plan de reapertura a corto plazo de los sectores, para luego diseñar estrategias de mitigación de daños, analizar qué negocios quedaron en pie, cuáles murieron y maximizar la disponibilidad de fondos federales.
Mientras, Stubbe indicó que hay gente en pánico y con miedo al COVID-19, y aunque hay que ser precavidos y proteger a los empleados, “tiene que haber balance porque si no habrá una debacle económica”.
“Todas las industrias se han preparado durante este mes y podrían reabrir, incluyendo los centros comerciales, siguiendo unos protocolos por industria. Y que el DDEC apruebe o no los protocolos”, manifestó Stubbe.