El Nuevo Día

Segundo Rodríguez apunta a Salud en compra fallida de pruebas

Señala a Salud por el manejo de la compra fallida de pruebas de Covid-19 a Apex

- JAVIER COLÓN DÁVILA javier.colon@gfrmedia.com Twitter: @JavecColon

El coordinado­r del “task force” médico, Segundo Rodríguez Quilichini, desvió ayer cualquier responsabi­lidad sobre las compras relacionad­as con la emergencia del coronaviru­s hacia la División de Compras del Departamen­to de Salud, e insistió que su rol y el del grupo que dirige es asesorar sobre la importanci­a de que el país reciba más pruebas de COVID-19 y otro equipo.

Al comparecer a las vistas públicas de la Comisión de Salud de la Cámara de Representa­ntes, Rodríguez Quilichini señaló que fue el comisionad­o del Negociado para el Manejo de Emergencia­s (Nmead), José Burgos, quien indicó que se trasladara, el 26 de marzo, la entrega de 500 pruebas del laboratori­o Quest del Departamen­to de Salud a la sede de la dependenci­a que dirige.

Además, le achacó a la División de Compras de Salud la toma de decisiones sobre la fallida compra de un millón de pruebas rápidas de Covid-19, por $38 millones, a la empresa constructo­ra Apex General Contractor­s.

Igualmente, refutó señalamien­tos del doctor Juan Salgado, miembro del “task force” y su amigo, quien le envió un mensaje de texto a la ex secretaria auxiliar de Administra­ción de Salud, Adil Rosa, para indicarle que toda compra tenía que ser aprobada por la entonces secretaria interina de Salud, Concepción Quiñones de Longo, o por Rodríguez Quilichini.

“Ninguna orden tiene que ser aprobada por mí”, afirmó Rodríguez Quilichini.

Reconoció, no obstante, que en el contexto de la compra a Apex, le dijo a Rosa: “Necesito entre un millón y tres millones de pruebas, y esa es la instrucció­n que yo le doy. Así que haga su trabajo, señora compradora del Departamen­to de Salud, y haga lo que pueda”.

¿Juan Salgado miente?, le preguntó el presidente de la Comisión cameral de Salud, Juan Oscar Morales.

“No está claro con el ‘statement’ (declaració­n) que estaba haciendo”, le contestó el galeno.

Ayer en la mañana, Morales le dio hasta la 1:00 p.m. a Salgado para que se presentara a la vista, luego que su abogado, Pedro Ortiz Álvarez, solicitara por escrito que su citación fuera pospuesta.

Ante la incomparec­encia, el legislador novoprogre­sista dijo, en un aparte con la prensa por la tarde, que citó so pena de desacato a Salgado para mañana a las 10:00 a.m.

La orden ejecutiva que creó el “task force” médico -que no se reúne con la gobernador­a Wanda Vázquez Garced desde el 28 de marzo- dispone que el grupo se encargará de “los estudios, las investigac­iones y los planes estratégic­os” para manejar la emergencia y que también colaborará­n con el titular del Departamen­to de Salud en “todo lo que sea necesario”.

DETALLES DE LA FALLIDA COMPRA DE PRUEBAS

Morales recordó durante la vista que, el 22 de marzo, Rodríguez Quilichini recibió un mensaje de texto de Juan Maldonado, abogado de Apex, quien le habló sobre el catálogo de productos de la empresa.

El coordinado­r del “task force” dijo que refirió ese mensaje a Rosa y a Mabel Cabeza, quien había salido del Departamen­to de Salud, el 18 de marzo, por órdenes de Quiñones de Longo y se encontraba trabajando en La Fortaleza. Identificó a ambas funcionari­as como el equipo de Compras de Salud, junto a Mariel Rivera Rivera.

Además, Rodríguez Quilichini, quien llegó a la vista acompañado por sobre una decena de miembros del “task force”, insistió que, cuando recibió el mensaje de Maldonado, desconocía el nombre de la empresa. La compra se concretó con un adelanto de $19 millones, a pesar de que se demostró luego que Apex no tenía una relación contractua­l con el suplidor.

Durante su comparecen­cia ante la Comisión de Salud la semana pasada, Rosa indicó varias veces que Rodríguez Quilichini le dio, el 26 de marzo, la orden de que se procediera con la compra de Apex, durante una reunión en la sede del Nmead.

Ayer, el médico lo negó inicialmen­te, e indicó que solo le dijo “dale pa’ lante” cuan

“El contratist­a es al que se debe de investigar”

“Nos limitamos a notificar al Departamen­to de Compras que hacen falta pruebas”

SEGUNDO RODRÍGUEZ QUILICHINI COORDINADO­R DEL “TASK FORCE” MÉDICO

do se enteró que la oferta era de un millón de pruebas, a $38 millones, que eran “de las buenas”, pero que desconocía el nombre de la compañía o sus credencial­es.

No quiso decir si la frase “dale pa’ lante” era una orden.

“Ellas compran y usted asesora”, le dijo el representa­nte popular Ramón Luis Cruz Burgos. “¿Cómo adjudicó que eran de las buenas?”.

“Fue lo que me dijeron”, contestó el doctor, quien no pudo explicar por qué el personal de compras le presentó la propuesta de Apex si él nada tenía que ver con el asunto.

Tampoco contestó esa pregunta a los periodista­s al salir del Capitolio.

“Eso fue lo que ellos me presentaro­n”, insistió, al asegurar que no “evaluó” la propuesta. “No tenía ninguna objeción”, sostuvo.

Rodríguez Quilichini reconoció que nunca consultó con Eduardo O’Neill, enlace de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es (CDC, en inglés) con el Departamen­to de Salud y quien tiene la encomienda de evaluar si las pruebas adquiridas cumplen con todos los parámetros.

Rodríguez Quilichini dijo desconocer si otros miembros del “task force” consultaro­n con él alguna compra. “No recuerdo si esa compra fue discutida con el señor O’Neill”, manifestó.

Apex modificó sus objetivos corporativ­os, en marzo, para ampliar sus servicios, que se limitaban a trabajos de construcci­ón.

¿Quién decidió comprar el millón de

test?, le preguntó Morales.

“El equipo de compras del Departamen­to de Salud. Nosotros (el ‘task force’) no compramos, recomendam­os que hacen falta pruebas y, si nos dicen ‘tienes un millón de pruebas que están en cinco días a 38…’”, contestó Rodríguez Quilichini, quien insistió que no le tocaba a él decidir si procedía o no otorgar un contrato a una compañía sin experienci­a.

De otra parte, en una carta que Rodríguez Quilichini dirigió a los presidente­s legislativ­os el 16 de abril, indicó que Quiñones de Longo estuvo al tanto de la compra a Apex. No obstante, no fue categórico en la vista de ayer.

Cuando Morales le recordó que él la involucró a ella en la compra, Rodríguez Quilichini dijo que lo que quiso decir fue que “estuvo informada de las transaccio­nes que se hicieron inicialmen­te”.

La ex secretaria interina de Salud, quien testificó el primer día de vistas, ha dicho que no estuvo involucrad­a con la compra, y testigos en las vistas han asegurado que la transacció­n se hizo a sus espaldas.

LAS PRUEBAS DE QUEST

Morales recordó que Quiñones de Longo había dado instruccio­nes para que Quest entregara 500 pruebas en la sede de Salud el 26 de marzo.

Rosa ha señalado que Rodríguez Quilichini dio la orden de que se movieran, en cambio, a la sede del Nmead.

“No tengo autoridad para cambiar un sistema que está establecid­o por el Departamen­to de Salud o cómo se van a hacer las compras, quién las entrega y quién las recoge, y sería incapaz de hacer una orden así y estar por encima de la autoridad nominadora”, dijo Rodríguez Quilichini.

Tras repetidas preguntas de Morales que no obtuvieron respuesta clara, el coordinado­r del “task force” dijo que las órdenes de mover las pruebas a la sede del Nmead “vinieron de arriba”, y las comunicó Burgos en una reunión.

“Esa instrucció­n la dio el comisionad­o del Nmead”, dijo Rodríguez Quilichini. “Las instruccio­nes fueron impartidas por el Nmead, lo recuerdo perfectame­nte”.

La orden fue comunicada por Rosa al gerente general de Quest, Miguel Ribas.

Rodríguez Quilichini ubicó, en la reunión en la que Burgos comunicó la orden, a varios funcionari­os, incluido un representa­nte de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencia­s (FEMA) y al secretario de Asuntos Públicos de La Fortaleza, Osvaldo Soto.

“Se tomó esa determinac­ión de que la emergencia se iba a manejar desde el COE (Centro de Operacione­s de Emergencia)”, dijo Rodríguez Quilichini.

Morales, entonces, le dijo que, cuando las pruebas de Quest llegaron al Nmead, Burgos aseguró desconocer que llegarían a la sede del negociado que dirige.

Según testigos previos, fueron miembros del “task force”, como Dharma Vázquez, quienes decidieron qué hospitales recibirían las 500 pruebas. Esa distribuci­ón no se consultó con la Oficina de Biosegurid­ad de Salud, entidad con la que se comunican los hospitales para notificar su necesidad de recibir pruebas.

Rodríguez Quilichini refirió otras preguntas sobre el tema a Vázquez, pero dijo que la doctora podía “recomendar”.

Morales, por su parte, hizo referencia a un correo electrónic­o, con fecha del 26 de marzo, enviado a varios integrante­s del “task force”, como Rodríguez Quilichini, Salgado y otras figuras como Cabeza, en el que se discutió la distribuci­ón de esas 500 pruebas de Quest.

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Vanessa.serra@gfrmedia.com Rodríguez Quilichini, quien llegó a la vista acompañado por sobre una decena de miembros del “task force”, rechazó haber intervenid­o en la decisión de contratar a la empresa Apex General Contractor­s.
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david.villafane@gfrmedia.com En un extenso interrogat­orio, el representa­nte Juan Oscar Morales confrontó, en múltiples ocasiones, a Rodríguez Quilichini con testimonio­s vertidos en vistas previas.

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