Exigen la apertura de comedores escolares
Alcaldes y entidades no gubernamentales alertan sobre la necesidad de la gente
Ante el rechazo del gobierno central de abrir los comedores de escuelas públicas y el reclamo de múltiples sectores para que la gobernadora Wanda Vázquez recapacite, varios alcaldes establecen mecanismos para proveer comidas a los residentes que pasan hambre
Cuando el Municipio de Morovis estableció una línea de ayuda para las personas que necesitaban alimentos, la alcaldesa Carmen Maldonado tenía en mente que recibirían pedidos de las poblaciones que estaban acostumbrados a atender: adultos mayores, personas postradas en cama o enfermos.
No pensó que recibirían peticiones de adultos jóvenes, profesionales y empleados del sector privado que, de repente, perdieron sus trabajos por el cierre parcial de los comercios para frenar la transmisión del coronavirus y tenían problemas para adquirir alimentos.
“Una situación que nos encontramos, particularmente lo viví yo, es que recibía llamadas de maestros. Maestros que visitaban a los estudiantes, que tenían comunicación con los padres relacionado con las tareas que tenían que entregar semanalmente y se dieron cuenta que había falta de alimentos en los hogares”, relató Maldonado.
Ayer, la administración municipal moroveña comenzó a distribuir comidas no procesadas a familias de estudiantes, tanto de escuelas públicas como privadas. Repartirán las compras lunes, miércoles y viernes desde distintos planteles, utilizando un mecanismo de servicarro, explicó la alcaldesa.
“Cuando me doy cuenta que seguía en aumento la necesidad de alimentos, definitivamente nos movimos de inmediato para trabajar con esta iniciativa”, señaló Maldonado, al detallar que utilizan parte de un fondo de emergencia de $160,000.
Ante el rechazo del gobierno central de abrir los comedores de escuelas públicas, como han reclamado múltiples sectores, varios alcaldes se han dado a la tarea de establecer mecanismos para proveer comidas a los residentes que necesiten alimentos en medio de la pandemia.
A un mes y medio de que se decretara un toque de queda y cierre parcial de comercios, las necesidades de los ciudadanos han ido aumentando y tienen pocas alternativas para solucionarlas por sí mismos, destacó el alcalde de Cataño, Félix “Cano” Delgado.
“Exigimos transparencia en la distribución de los alimentos, nos encontramos ante una crisis de seguridad alimentaria”
MARCOS SANTANA RED POR LOS DERECHOS DE LA NIÑEZ Y JUVENTUD
“Estamos hablando de que entre los más afectados están los que trabajaban en la empresa privada que no tienen recursos ahora, no tienen desempleo ni PAN”
CARMEN MALDONADO ALCALDESA DE MOROVIS
“El desempleo ha creado una situación crítica para acceder a la comida. Las ayudas que ha ofrecido el gobierno central no están llegando (a la gente). Por eso, la urgencia; y es importante que el gobierno central revalúe su posición de abrir los comedores, porque hay mucha gente que uno conoce que no tiene comida”, manifestó Delgado.
Ayer, Cataño estrenó un programa para distribuir unos 2,000 desayunos y 2,000 almuerzos en 11 puntos del municipio. La comida es confeccionada y suplida por el Departamento de la Defensa, luego que el alcalde llegara a un acuerdo con las autoridades del Fuerte Buchanan.
“Al municipio no le cuesta nada, Buchanan nos da todas las comidas. Esa es una de las recomendaciones que le hago al gobierno central, que abran los comedores y nos integren a los municipios, a las organizaciones sin fines de lucro, para distribuir la comida. Así, las empleadas de los comedores no tienen que exponerse al contacto con los niños, con padres, y se minimiza el riesgo de contagio (con COVID-19)”, señaló el alcalde de Cataño.
La administración de Wanda Vázquez Garced ha indicado que no contempla la apertura de los comedores en medio de la emergencia. Para proveer alimentos a las familias de escasos recursos económicos, el Departamento de Educación ha donado más de 374,000 libras de comida a más de 80 organizaciones sin fines de lucro.
La Junta de Supervisión Fiscal (JSF) ha insistido que Educación debe hacerse cargo de la distribución de alimentos a los estudiantes del sistema público, ya sea a través de los comedores escolares o encargándose de la logística y supervisando la entrega de alimentos que hagan las entidades no gubernamentales.
“La solución implementada a corto plazo hasta la fecha es insuficiente para cubrir las necesidades de todos los estudiantes, y el gobierno de Puerto Rico debe continuar explorando más soluciones efectivas”, sostuvo la directora ejecutiva de la JSF, Natalie Jaresko.
Jaresko señaló que el Congreso ha aprobado legislación que flexibiliza los requisitos para dar alimentos a las familias, así como créditos y subvenciones para que los distritos escolares cubran el aumento en costos que esto supondría. Asimismo, exhortó al gobierno a trabajar con el Congreso para poder participar de un programa especial para otorgar beneficios adicionales para los participantes del Programa de Asistencia Nutricional Complementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) durante la pandemia, al que la isla actualmente no tiene acceso.
“La Junta de Supervisión está al tanto de las muchas compañías que ya han puesto sus recursos y apoyo a la disposición del Departamento durante la emergencia del COVID-19 al prestarse para preparar los alimentos y ofrecer sus servicios de distribución”, añadió Jaresko.
Entre esas entidades están las 100 organizaciones sin fines de lucro que componen el Task Force Social del Pueblo, que ayer entregó un informe al gobierno que recomienda la creación de alianzas con municipios y el tercer sector para abrir los comedores escolares de forma segura y se puedan repartir comidas.
“Las organizaciones sin fines de lucro no somos expertos en el manejo de alimentos. No es suficiente donar libras de alimentos, eso no atiende el problema del hambre del país”, indicó el director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Niñez y Juventud, Marcos Santana Andújar.