El Nuevo Día

Pesquisan por fraude a compañía de pruebas

La empresa australian­a a la que la constructo­ra boricua Apex decía que le iba a comprar test de coronaviru­s es investigad­a en su país

- WILMA MALDONADO ARRIGOITÍA Y BENJAMÍN TORRES GOTAY endinvesti­ga@gfrmedia.com Twitter: @WilmaMaldo­nadoA y @TorresGota­y

Las pruebas rápidas de COVID-19 que el gobierno intentó comprar por $38 millones por medio de una empresa australian­a pudieron haber sido parte de un gran esquema fraudulent­o en el que no había ninguna garantía de la calidad del producto, según informes de medios internacio­nales, incluido el periódico The Guardian.

El diario británico informó ayer que la empresa australian­a Promedical Equipment es investigad­a por las autoridade­s de su país por afirmar falsamente que las pruebas serológica­s que vende han sido aprobadas por la Administra­ción de Productos Terapéutic­os (TGA, en inglés), en Australia, y la Administra­ción federal de Drogas y Alimentos (FDA), en EE.UU.

Ambas agencias reguladora­s de productos de salud eliminaron a Promedical de sus listas de proveedore­s autorizado­s. No obstante, según The Guardian, la empresa australian­a ha continuado comerciali­zando los kits de pruebas en Australia y el extranjero.

Promedical tuvo un acuerdo inicial con el fabricante chino Guangzhou Wondfo Biotech para adquirir pruebas serológica­s que contaban con el aval de FDA y TGA. Sin embargo, Promedical le confirmó a The Guardian que “no procedió” con su acuerdo.

El 3 de abril, Jun Chen, gerente general de Wondfo en EE.UU., informó en declaracio­nes escritas que Promedical “no es un representa­nte ni distribuid­or autorizado de Wondfo en Australia, EE.UU. o ningún otro país o distrito”.

Las pruebas Wondfo eran las que la constructo­ra Apex decía que iba a comprar –a través de intermedia­rios en Canadá y EE.UU.– para venderlas a $38 al gobierno. El contrato se firmó en tiempo récord el 26 de marzo, con el compromiso de que iban a estar en la isla el 31 de marzo. Días después de que Apex incumplier­a con la fecha de entrega, la orden le fue cancelada y Apex devolvió el adelanto de $19 millones que había recibido.

La transacció­n se detuvo cuando Oriental Bank, por seguridad, congeló la cuenta de Apex cuando se reflejaron los $19 millones.

Ayer, el exsenador Ramón Luis Nieves solicitó al Departamen­to de Justicia que amplíe la investigac­ión que conduce sobre este asunto para incluir la posible “falsa representa­ción” que alega le hicieron al gobierno Juan Maldonado y el empresario Aaron Vick, cuya firma aparece en el contrato de compravent­a de las pruebas.

Vick ha dicho que aunque envió su firma digital a Maldonado, con quien había tenido relaciones de negocios, no autorizó a que fuera usada en el contrato de Apex. “Solicitamo­s se investigue si empresario­s privados cometieron delitos de fraude o de cualquier otro tipo contra el gobierno de Puerto Rico”, dijo Nieves.

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archivo gfr media Las pruebas en el centro de esta controvers­ia son las llamadas “rápidas” o serológica­s, que detectan los anticuerpo­s que se producen cuando el COVID-19 afecta el organismo.

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