Momento mágico
● Ese instante, en que lo miras por primera vez a los ojos, se grabará en tu memoria para siempre
Aun cuando la tecnología permite que la embarazada vea a su bebé en su interior, la definición de la imagen no es exacta a la realidad.
Una carita con la que toda madre sueña y cuenta los días para verla por primera vez.
Esas primeras horas del nacimiento, donde mamá y bebé se encuentran, son únicas. En ese prístino momento el mundo se detiene —si eres primeriza o no, no importa—; la magia es la misma.
LA PRIMERA IMPRESIÓN
Muchos recién nacidos son criaturas diminutas y mojadas cuando acaban de nacer. A menudo sus cabezas son ligeramente puntiagudas. Tampoco es extraño que nazcan azulados y magullados. También es posible que se vea comprimido, ya que sus piernas y brazos se han mantenido doblados a la altura de las rodillas y de los codos mientras estaba en el útero.
Su piel puede tener uno de varios aspectos posibles; al principio se ve un tanto roja, rosa o púrpura. Algunos nacen con una capa blanca denominada vérnix caseosa, que protege a su piel de la exposición constante al líquido amniótico en el útero. Esta capa se elimina con el primer baño del bebé.
Otros bebés nacen muy arrugados. Y algunos, especialmente los bebés prematuros, tienen un aspecto suave y con pelo debido al lanugo, un pelo fino que se desarrolla mientras están en el útero. El lanugo generalmente se cae después de una o dos semanas.
UNA VEZ EL BEBÉ ESTÉ EN TU REGAZO, MÍRALO A SUS OJOS
● La mayoría de los recién nacidos abren los ojos apenas nacen. Al principio, los ojos serán marrones o gris azulado.
● Al observar a tu bebé, es posible que notes que su cara está un poco hinchada.
● Puedes notar que tiene pequeños bultos blancos dentro de la boca o en la lengua.
● También podrías observar que los senos y el pene o la vulva del bebé están un poco inflamados. Fuente: Oficina de Salud de la Mujer del Departamento de Salud de Estados Unidos, womenshealth.gov, Fundación Nemours, kidshealth.org/ y Medline Plus, medlineplus.gov