YADIER MOLINA
Contagiado con COVID-19 el receptor boricua
El COVID-19 no da tregua en el béisbol de Grandes Ligas tras conocerse el lunes el brote en los Cardinals de San Luis, que terminó afectando al veterano receptor puertorriqueño Yadier Molina.
Aunque al momento no se ha informado de otros brotes más allá de los ocurridos en las filas de los Marlins de Miami y de los Cardinals, la situación de ambos equipos ha puesto sobre relieve la vulnerabilidad de la normativa que estableció las Grandes Ligas previo al inicio de la acortada temporada 2020.
¿Qué ha fallado del protocolo salubrista de Grandes Ligas? ¿Quién tiene la culpa de los fallos que han ocasionado estos brotes en dos de los 30 equipos? ¿Recae en el comisionado, en la Asociación de Jugadores, o en los peloteros?
Sean cuales sean las respuestas, públicamente se ha desatado una reacción en cadena en que las diversas partes, en particular el comisionado de Grandes Ligas, Rob Manfred, y los jugadores, han comen- zado a culparse de parte y parte, dejando en entredicho la efectividad del protocolo de seguridad que se aprobó para comenzar a jugar una temporada acortada a 60 partidos en medio de la pandemia.
Mientras, Molina se convirtió ayer en el primer pelotero puertorriqueño que confirma públicamente haber contraído el coronavirus.
“Me entristece haber dado positivo por COVID-19, incluso después de haber seguido las recomendaciones de prevención. Haré todo lo que esté a mi alcance para regresar lo antes posible para los fanáticos de los Cardenales, la ciudad de San Luis y mis compañeros de equipo. A medida que me recupero, solicito que respeten mi privacidad y la de mi familia durante mi ausencia del equipo”, escribió Molina en su publicación de Instagram.
El Nuevo Día se comunicó con el representante del pelotero, el agente Melvin Román, y este recalcó que por el momento Molina no hará más declaraciones. Se desconoce si el boricua es asintomático.
Molina es solo uno de un total de 13 casos dentro de la organización de los Cardinals, al menos según los confirmados hasta el lunes. De esos, siete son peloteros y los otros seis son miembros del personal. Entre los jugadores contagiados, según confirmó el mismo equipo, están también Paul DeJong, Junior Fernández, Kodi Whitley, Edmundo Sosa y Rangel Ravelo.
Los Marlins, según el último reporte del fin de semana, tenían una veintena de contagiados, 18 de ellos peloteros.
EL DEDO ACUSADOR
Manfred encendió el debate cuando el sábado ofreció una entrevista por ESPN en la que no descartó que la temporada pudiera abortarse en caso de que los jugadores no se comporten.
“Estamos jugando, (pero) los jugadores necesitan ser mejores. Pero no pienso en una suspensión”, dijo Manfred. Esto fue luego de informes de que jugadores de los Marlins habrían asistido a una barra, mientras que igualmente por reportes no confirmados, ha circulado información sobre la supuesta asistencia de varios peloteros de San Luis a un casino.
Mientras otras ligas profesionales han mostrado ser más efectivas con el protocolo establecido para reanudar sus respectivas temporadas, como el caso de la NBA, el béisbol de Grandes Ligas ha sido criticado como organismo por no imponer controles más rigurosos a los jugadores.
Para el puertorriqueño Jerry Morales, quien jugó 15 temporadas en las Mayores y luego hizo una larga carrera como entrenador, Manfred no necesariamente se equivocó al culpar a los jugadores. Sin embargo, sí cree que MLB y la Asociación pudieron haber adoptado un protocolo similar al de la NBA antes de comenzar a jugar, aislando a los equipos en unas pocas sedes, en lugar de permitir que jueguen en los estadios de cada una de las 30 organizaciones
“Tenían que buscar los equipos que tengan estadios bajo techo, que no están expuestos a suspensiones de juegos por la lluvia. Y en cada uno podían jugar ciertos equipos y ciertas divisiones. Iban a estar en un ambiente más controlado. De esa forma hubiera sido más seguro”, analizó Morales.
El otrora jardinero, que jugó para cinco organizaciones, piensa que la Asociación también debió ser más proactiva haciéndole advertencias de rigor a sus representados, pero también cree que en última instancia son los peloteros, como adultos, quienes tienen la responsabilidad.
En su protocolo, que abarca unas 113 páginas, MLB no fue categórico en sus restricciones. Sí hay una recomendación general de evitar las salidas del hotel cuando no se está jugando. Pero, en última instancia, todo ha quedado a discreción de cada jugador.
“La Asociación tenía que advertir, ‘se va a jugar bajo estas circunstancias y ustedes son responsables de cuidarse, porque si no lo hacen, las cosas no van a estar bien’”, dijo Morales.
Derek Jeter, ejecutivo de los Marlins, reconoció el lunes en una videoconferencia que miembros de su equipo no fueron diligentes.
“Los muchachos estaban cerca unos de otros, se relajaron y bajaron la guardia”, manifestó Jeter. “Espero que la gente vea lo que nos pasó a nosotros y lo usen como una advertencia si no siguen los protocolos al 100 por ciento”.
Pero el otrora campocorto de los Yankees no responsabilizó del todo a sus peloteros. “Todo el mundo está tratando de buscar a alguien o algo que culpar. Realmente no hay una sola persona o cosa a la que señalar. Esto es una crisis de salud con la que todos estamos lidiando”, dijo Jeter.