Brenda Torres Barreto: Acción para recuperar playas y Estuario
Los aguaceros copiosos como los de la semana pasada por el paso de la tormenta tropical Isaías tienen un efecto perjudicial sobre varios de nuestros recursos ecológicos, recreativos y económicos más importantes: las playas metropolitanas y la Reserva Estuarina de la Laguna del Condado.
Decenas de visitantes que el sábado acudieron a darse un chapuzón en estas zonas pudieron haber quedado expuestos a erosiones en la piel y trastornos gastrointestinales por los altos niveles de enterococos detectados en ocho de doce estaciones de monitoreo de calidad del agua. En el área urbana, estas bacterias provienen en su mayoría de escorrentías impactadas por descargas sanitarias arrastradas hasta allí por las lluvias asociadas a la tormenta.
El daño no lo causan las lluvias, sino una infraestructura de agua obsoleta y colapsada, la cual debió haberse corregido desde antes del paso de los huracanes Irma y María, según dispuesto por el Departamento de Justicia federal. El acuerdo incorpora tanto al gobierno central como al municipal, ya que el manejo de la infraestructura del agua es compartido y requiere de colaboración estrecha entre cada una de las partes. La Agencia de Protección Ambiental tiene ante sí el reto de lograr la integración de esfuerzos entre las partes.
Las entidades señaladas como responsables en el acuerdo son: el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), la Autoridad de Carreteras y el Municipio de San Juan. Entre un mar de detalles a ser cumplidos por estas entidades, la AAA está comprometida a invertir $1,500 millones para la operación, limpieza e inspección del sistema sanitario que recoge y transporta aguas usadas a la Planta de Tratamiento Regional de Puerto Nuevo. El DRNA está obligado a monitorear la calidad de agua en estaciones de bombeo para detectar bacterias por descargas sanitarias, así como a proveer fondos en apoyo a la inversión de mejoras por las demás partes.
La Autoridad de Carreras y el Municipio de San Juan deben continuar cumpliendo con sus respectivos permisos federales para el manejo de escorrentías, y realizar labores necesarias de reconstrucción del alcantarillado que les corresponde a las comunidades de Ocean Park, Santa Teresita, Park Boulevard, el sector Las Marías y Punta Las Marías. Entre las acciones de cumplimiento están la inspección, limpieza y reparación de todos los componentes de la infraestructura de alcantarillado existente en sus respectivas jurisdicciones.
Ahora bien, la temporada de huracanes de 2017 cambió por completo el escenario bajo el cual se hicieron los acuerdos. Hemos visto cómo las descargas ilícitas se han agravado, mientras el funcionamiento de la infraestructura envejecida empeora.
Por ende, su cumplimiento cobra mayor relevancia que hace cinco años. De cumplir con lo dispuesto, eliminaremos la amenaza por aguas de lluvias impactadas por descargas sanitarias; resistiremos el flujo recurrente de eventos atmosféricos severos sin comprometer la salud de las personas; ofreceremos información material a las agencias pertinentes como FEMA y el Departamento de Vivienda, sobre el grado de impacto de estos eventos atmosféricos para el acceso a fondos de recuperación; y nos moveremos hacia un país sustentable y fiscalmente responsable.
Exhorto a las entidades responsables de poner en vigor estos acuerdos por consentimiento a presentar el estatus de sus acciones, así como sus planes para cumplirlos. De bajar la guardia ante el ritmo de impacto por el cambio climático, sufriremos del síndrome de remediar, sin espacio para la recuperación de Puerto Rico. Tengamos en cuenta que ya estamos en la tercera temporada de huracanes desde el desastre que produjo la inacción sumada al huracán María. Para muestra, basta el impacto que dejaron las lluvias de la tormenta Isaías en nuestros valiosos recursos naturales metropolitanos.