Difícil el acceso a la educación
Padres y estudiantes narran los retos que enfrentaron ayer y que impidieron que asistieran a su primer día formal de clases del semestre
Aslin Lebrón Rodríguez estuvo dos horas intentando configurar las cuentas de Microsoft Teams para que sus dos hijos, Dorian y Alexavier, pudieran asistir a su primer día de clases del nuevo año escolar, que ha comenzado a distancia debido a la epidemia de COVID-19 en Puerto Rico.
“Se me cayó el sistema. El internet estaba lento. Aquí, en Yauco, estábamos sin luz”, contó la madre de una adolescente que cursa el séptimo grado y un niño de tercer grado.
En el “proceso largo” para tener acceso a sus cuentas, Dorian, la mayor, perdió su primera clase, mientras que Lebrón Rodríguez no pudo asistir a la reunión de padres que convocó la maestra de Alexavier.
Esta situación, que calificó como “horrible”, retrata algunos de los retos que enfrentan los estudiantes en hogares en los cuales el acceso a internet es limitado. Según datos del Negociado del Censo, en 36 municipios de Puerto Rico -principalmente en el oeste y la región central- menos de la mitad de la población está suscrita a internet de banda ancha. Aún en la capital, la suscripción a internet de banda ancha alcanza el 51.2% de la población.
Carmen Feliciano Ortiz pasó por la misma experiencia, pero peor. En su caso, la computadora comprada por el Departamento de Educación (DE) -como parte de una inversión de $227 millones en equipo electrónico para estudiantes y maestrosaún no ha llegado a manos de su hija Lyanne, de séptimo grado. La profesora nunca ha llamado, agregó la madre, ni le han entregado el código para configurar la cuenta de Microsoft Teams, herramienta seleccionada por la agencia como plataforma de comunicación entre empleados, padres y estudiantes. Educación mantiene un contrato de $9.8 millones con Microsoft.
“Aquí, no hay internet. La señal no funciona. Hay que correr a la ventana”, contó Feliciano Ortiz, quien inmediatamente aclaró que tan pronto sale del residencial Santa Catalina en Yauco tiene señal de internet a través del celular. “Es aquí dentro que no hay”, insistió sobre un mal que incrementó después del paso de la tormenta tropical Isaías.
Linda Correa tampoco pudo conectarse ayer a su primera clase de química de undécimo grado.
“Hoy, comenzábamos las clases”, comentó. “Comenzábamos”, destacó, en pasado, porque intentó decenas de veces entrar a la plataforma de Microsoft Teams con la contraseña provisional que le proveyó Educación, pero le salía incorrecto. Intentó restablecer la contraseña y tampoco lo logró.
“La maestra me dijo que no me preocupara, pero con todo y eso, ¿cómo no me voy a preocupar si hoy iban a discutir el prontuario? No sé mi horario de clases”, agregó la joven, que pertenece al cuadro de honor y quiere ser neuróloga.
ALTERNATIVAS CON EL ESTUDIANTADO
La Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR) exigió, en declaraciones escritas, que la agencia acelere la entrega de equipos, publique el calendario de cuándo se suplirán y se provea acceso a internet gratuito a las familias.
De acuerdo a un estudio que realizó la FMPR, el 56% de los maestros participantes no pudo comunicarse con la mayoría de sus estudiantes.
“Es responsabilidad del Departamento de Educación proveer los datos de los estudiantes actualizados, para poder contactar a toda la familia”, señaló la portavoz de la FMPR, Mercedes Martínez Padilla.
Además, insistió en la necesidad de utilizar a la Corporación de Puerto Rico para la Difusión Pública (WIPR) para complementar el proceso educativo.
Se supone que para finales de agosto, el DE haya recibido 63,500 laptops compradas a la empresa Computerlink. Sin embargo, las laptops distribuidas entre los estudiantes, a la fecha, alcanzan las 23,510, mientras a los docentes se les han repartido 20,000, indicó el secretario Eligio Hernández Pérez. Aclaró que el itinerario de entrega se ha visto afectado tanto por las tormentas Isaías y Laura, en las últimas semanas, como por el aumento de casos de COVID-19, que les ha requerido emplear estrategias que no promuevan filas ni conglomeraciones.
Los datos oficiales preliminares de 166,000 estudiantes encuestados por sus maestros -del total de 285,000 matriculados-revelan que 28.9% carece de internet y 30.1% carece de computadoras, detalló Hernández Pérez.
Por esto, el titular de la agencia reconoció que la modalidad de educación remota no puede ser unilateral. Mencionó, a manera de ejemplo, que dos escuelas, en Barranquitas y Las Piedras, prefirieron hacer un servicarro para entregar los materiales didácticos a las familias.
“Esas son alternativas que alentamos”, expresó el secretario.
“Educación a distancia no es sinónimo de educación en línea. Hay que diferenciar a aquellos que pueden tomar clases en línea”
ELIGIO HERNÁNDEZ PÉREZ
SECRETARIO DE EDUCACIÓN