El nuevo jefe de FEMA, José Baquero, y su plan para la recuperación
FEMA y COR3 esperan terminar con la adjudicación de fondos a proyectos en el 2021
A casi tres años del catastrófico huracán María, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) ha separado fondos para el 30% de los más de 10,000 proyectos que financiará como parte de la reconstrucción de Puerto Rico.
La promesa, sin embargo, es que estas iniciativas cobren mayor celeridad los próximos meses y que, antes que termine este año, se haya encaminado la mitad (50%) de los proyectos y, para el 2021, todos ya tengan una partida específica para financiarlos, indicó ayer Ottmar Chávez, jefe de la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3).
Estos proyectos varían, desde la reconstrucción de salones en escuelas públicas o centros “head start”, hasta la instalación de sistemas en acueductos comunitarios, la reconstrucción de carreteras, canchas, centros comunales, oficinas de gobierno y parques, entre otra infraestructura pública.
Una vez obligados o separados los fondos, las entidades que desarrollarán los proyectos -que pueden ser desde agencias estatales hasta municipios u organizaciones sin fines de lucro- tienen entre cinco y siete años para completar la obra. Algunas iniciativas particulares, como las que se desarrollan en la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), podrían durar más, entre ocho y 10 años.
“De lo que he podido ver, los primeros dos años fueron un poco lentos. Eso no es necesariamente algo fuera de lo normal porque, en otras emergencias, en esos primeros dos años hay más respuesta que reconstrucción”, dijo José G. Baquero Tirado, quien hace una semana se estrenó como nuevo coordinador de FEMA para la reconstrucción de Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses.
FEMA presentó al nuevo funcionario como el nuevo coordinador “permanente”. Es decir, es quien asumiría el rol en propiedad y no en un destaque temporero como sus antecesores. Es el tercero que ocupa ese puesto desde que María azotó el país, en 2017, provocando daños cuya reparación costaba $94,000 millones, según estimados del gobierno de Puerto Rico.
“(El carácter permanente del nombramiento) es un reconocimiento de la agencia de tener un compromiso aquí por largo tiempo. (La reconstrucción tras María) es la inversión más grande de nuestra historia. Lo que se necesita en respuesta es diferente a lo que se necesita en la fase de recuperación. Ahora, que es trabajo de más largo plazo, y la agencia decidió contratar un coordinador permanente. El rol mío era de organizar la oficina y ser parte de esa selección del licenciado Baquero”, dijo Álex Amparo, el coordinador de FEMA en Puerto Rico por el último año.
La llegada de Baquero Tirado al cargo ocurre en un momento en que la agencia está reenfocando sus operaciones de unas adjudicativas a unas de supervisión de iniciativas de reconstrucción ya encaminadas.
Amparo indicó que, hace un año, cuando comenzó en destaque como coordinador de la reconstrucción de Puerto Rico, se aprobaban entre 10 y 15 proyectos al mes. “En los últimos meses, se aprueban de 400 a 500”, destacó.
“La recuperación toma tiempo porque se tiene que hacer lo correcto. Ahora, con el ‘pace’ (paso) que tenemos, estamos más rápido que Sandy (el huracán que afectó a varios estados del noreste de EE.UU. en 2012)”, abundó Amparo, quien una vez culmine la transición en Puerto Rico regresará a trabajar en las oficinas centrales de FEMA en Washington D.C.
PRIMERA EXPERIENCIA EN FEMA
Baquero Tirado nunca había trabajado en FEMA. El funcionario hizo gran parte de su carrera federal dirigiendo las oficinas, en Puerto Rico, de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés). También trabajó en esa agencia en la ciudad de Orlando, en Florida, entre 2003 y 2005.
El funcionario indicó que fue seleccionado al puesto tras un proceso competitivo en FEMA. Sostuvo que, después de 15 años en TSA, buscaba nuevos retos profesionales y entendió que podía colaborar a través de la agencia de manejo de emergencias. “Era suficiente tiempo haciendo lo mismo”, sostuvo.
“Creo que este trabajo es la función federal más importante que hay en Puerto Rico en este momento”, dijo Baquero Tirado, quien es graduado de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico y dirigió por dos años la Autoridad de los Puertos.
El funcionario, quien estaba en las oficinas regionales de FEMA en Nueva York al momento de la entrevista, no habló ayer de encomiendas especiales más allá de la básica de impulsar los proyectos asociados con los desastres que han afectado a Puerto
“Los primeros dos años fueron un poco lentos. Eso no es necesariamente algo fuera de lo normal porque, en otras emergencias, en esos primeros dos años hay más respuesta que reconstrucción”
JOSÉ G. BAQUERO TIRADO
NUEVO COORDINADOR DE FEMA EN PUERTO RICO
Rico los últimos años, incluidos los terremotos de enero en el suroeste de la isla.
“En términos de dinero asignado y la encomienda, este es uno de los proyectos más grandes que ha tenido FEMA. El dinero asignado a Puerto Rico luego de María es más que (el que se asignó tras los huracanes) Katrina y Sandy combinados. Estamos hablando de un proyecto extremadamente importante y, en ese sentido, tenemos un amplio apoyo del mejor personal para trabajar esto a nivel local, la región y los ‘headquarters’ (oficinas centrales)”, manifestó Baquero Tirado, quien como abogado se especializó en derecho marítimo.
Según Chávez, desde que comenzó la emergencia, FEMA ha asignado $17,700 millones para diversas iniciativas, la mayoría correspondientes a la fase de emergencia, como recogido de escombros y reparación de infraestructura crítica, como carreteras y la represa de Guajataca. De este dinero, la agencia federal ya ha desembolsado el 60%, destacó.
Los atrasos, sin embargo, estaban en las iniciativas de reconstrucción que, por primera vez en FEMA, se están llevando a cabo bajo la sección 428 de la ley orgánica de la agencia, que permite no solo reemplazar la infraestructura averiada, sino reconstruir con infraestructura moderna y más resistente a desastres naturales.
Este proceso, sin embargo, requería una serie de estimados de daños específicos para cada proyecto, y muchas veces el gobierno de Puerto Rico y FEMA diferían en los montos contenidos en los documentos. Esto provocó que se entrara en una dinámica de revisiones que obligaron a posponer las fechas límites trazadas originalmente para completar esta fase de los trabajos. Posteriormente, se acordó un sistema especial para agilizar los proyectos con estimados de costos menores de $123,000. Con esto, muchos de los proyectos comenzaron a encarrilarse.
Chávez indicó, por ejemplo, que los municipios de Ponce, Salinas y Villalba adjudicaron recientemente subastas, lo que dio paso a reconstrucciones de infraestructura comunitaria en estos pueblos con fondos de FEMA.
Amparo, por su parte, indicó que muchos trabajos de emergencia podrían catalogarse como reconstrucción porque implicaron reparaciones que benefician a largo plazo el país, como el levantamiento del sistema de postes que carga la transmisión y distribución de electricidad.
“Cuando hablamos de emergencia, son proyectos que se tienen que hacer de inmediato, como los miles de toneladas de concreto en la represa Guajataca, que va a estar ahí por los próximos años”, sostuvo Amparo.
La expectativa de que se agilicen los trabajos se basa en el ritmo con el que están completando los procesos burocráticos previo al desarrollo físico de las obras.
“La meta es que, para el año que viene, se esté terminando con la obligación de fondos por completo”, subrayó Chávez.
“Estamos listos para enfrentar el reto con el apoyo de todo el equipo de trabajo que tenemos”, puntualizó, por su parte, Baquero Tirado.