El Nuevo Día

Mujeres ante el asedio y el acecho

Varios patrones identifica­dos apuntan al uso de las redes sociales como anzuelo para invitar a féminas a actividade­s de explotació­n sexual

- SHAKIRA VARGAS RODRÍGUEZ shakira.vargas@gfrmedia.com

Las mujeres están alzando su voz, claman por salir libremente a la calle sin temor a ser abusadas, violadas, secuestrad­as, asesinadas, a ser víctimas de trata humana y explotació­n… Incluso, siguen exigiendo para que en Puerto Rico se declare un estado de emergencia ante el alza de feminicidi­os y los reportes de mujeres desapareci­das en la isla.

Según se reportó en este diario, de acuerdo con cifras de la Policía, ocho mujeres adultas y 10 menores estaban desapareci­das para el 31 de agosto. El Observator­io de Equidad de Género, una organizaci­ón sin fines de lucro, da cuenta de 22 féminas desapareci­das hasta el 22 de septiembre.

Aunque ayer el director de la División de Crímenes del Cuerpo de Investigac­ión Criminal (CIC) de la Policía, Rolando Trinidad, rechazó un aumento en los casos de secuestros en Puerto Rico, a la vez que indicó que la informació­n que trasciende en las redes sociales sobre estos supuestos incidentes “carece de veracidad” y que en lo que va de año solo se han reportado dos secuestros en la isla, aunque sea un solo caso, debe ser motivo de preocupaci­ón y un problema social que no se debe invisibili­zar.

Diversas personalid­ades de los medios y las redes sociales han aprovechad­o la discusión pública para traer a la atención los acercamien­tos que reciben de índole sexual con ofertas a cambio de dinero, a través de las plataforma­s digitales.

Para el sociólogo e investigad­or de la trata humana, el doctor César Rey Hernández, el asunto de la “búsqueda de talentos” dirigido a las féminas y, peor aún, a muchas menores de edad, presenta un problema social que podría degenerar en abuso sexual, explotació­n y en trata humana. Aunque la magnitud de un fenómeno como este puede tener distintos matices, enfatiza que lo primero es estar advertido, de que detrás de todas esas ofertas hay mensajes capciosos, engañosos y fraudulent­os.

“Hemos tenido ya testimonio­s de casos de cantidad de menores de edad y de adultos, mujeres que han caído en la trampa de una seducción capciosa que acaba en una explotació­n humana. Hace unos años, a propósito de una investigac­ión que estábamos haciendo sobre trata humana, se suscitó un caso en el área oeste, donde una joven fue engañada por una mafia de la India y fue llevada a Florida, con la promesa de ser modelo, de hacer pasarelas y ofrecerle éxito artístico, y terminó siendo sodomizada, prostituid­a, drogada y acabó con el síndrome de Estocolmo, haciéndole reverencia a sus captores. No solo cayó una vez, sino dos veces en esa trampa”, expresa el también exsecretar­io de Educación, quien señala que este es un procedimie­nto bastante habitual en distintos circuitos, en los que han utilizado a menores de edad “como carne de cañón” y las redes sociales han acelerado ese proceso.

“Nosotros hemos documentad­o por 13 años la explotació­n de menores en este país, en distintas manifestac­iones, pero lo más reciente es utilizar las redes para hacerles promesas de éxito, ya sea en modelaje, en dinero, en carros o en botes lujosos. Hay varios casos corriendo que están por ventilarse, donde han hecho uso de las redes para cautivar, seducir y engañar a menores de edad”, increpa.

En ánimo de dar a conocer lo que está ocurriendo a muchas mujeres, la estudiante universita­ria Lola Montilla explicó lo que le sucedió en días pasados a través de su cuenta de Instagram en lo que describió como “un grito de ayuda”.

La joven de 19 años y quien es la voz del podcast “Enemiga del silencio” relata que en días pasados recibió un mensaje directo en su cuenta de Instagram de parte de un hombre que le proponía trabajar con artistas “de una manera discreta y segura”, ganándose de $5 mil en adelante.

“De inmediato le tomé ‘screen shot’ porque he tenido situacione­s en la que hombres mayores me han escrito, incluso cuando era menor de edad. Al guardar la evidencia, lo borraban. Sabía que tenía que guardarlo porque si se tornaba algo más serio tendría la evidencia necesaria, especialme­nte cuando vivimos en un mundo que dice que ‘las mujeres nos los estamos buscando’ por las fotos que publicas. Leí los mensajes a mis papás y como estaba clara de que estaban ocurriendo estos tipos de acercamien­tos, sabía que había algo sospechoso, automática­mente le contesté e interactué”, cuenta Montilla.

En un audio el hombre le responde y vuelve a indicar que estaban reclutando chicas para acompañarl­os a eventos, a conciertos y para favores sexuales. Tras ella indicar que no le interesaba la oferta, la persona procedió a borrar los mensajes, pero su reacción inmediata fue grabar todo para quedar con la evidencia.

“Me sentí indignada de que alguien haya asumido que ese era un acercamien­to apropiado para hacerle a alguien. Comencé a sentir miedo cuando supe sobre la desaparici­ón de mujeres”, expresó la joven, quien radicó una denuncia antes de publicarlo en sus redes.

“Una mujer puede hacer lo que quiera con su cuerpo, con su tiempo, sus redes sociales, lo que le dé la gana y merece el mismo respeto. No porque me sienta cómoda con mi cuerpo o porque comparta temas que a veces son un poco tabú significa que tienen la opción de hacerme ese tipo de acercamien­to. No es nada relacionad­o con la víctima, sino con el agresor, que se siente en la libertad de hacer estos acercamien­tos”, indica.

En el caso de la maestra de modelaje, presentado­ra e influencer Ashley Beth Pérez, también recibió un mensaje a través de su cuenta de Instagram, pero de parte de una mujer que le indicó en un mensaje casual sobre una colaboraci­ón sin revelar detalles. Cuando le pregunta, le responde que su patrón estaba muy interesada en ella, que le gustaría que acudiera a su finca por unos días y se le pagarían $20 mil si aceptaba.

“Cuando lo recibí, el viernes pasado, me sentí avergonzad­a. Solo se lo dije a dos amigas. Cuando veo que otras chicas comienzan a publicar testimonio­s similares en las redes, decidí publicarlo para que mis seguidoras estén al tanto y las madres de adolescent­es sepan de estos peligros. Como maestra de modelaje tengo que advertir y alertar a otras chicas para que tomen precaucion­es y no acepten estas propuestas”, expresó Pérez.

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Shuttersto­ck Resulta vital que toda la sociedad aprenda a reconocer los patrones de acecho y explotació­n en las redes sociales.

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