El Nuevo Día

El millonario cabildeo de DCI

La empresa del nuevo integrante de la Junta de Supervisió­n Fiscal coordinó el cabildeo para bonistas de obligacion­es generales de la isla

- JOSÉ A. DELGADO jdelgado@elnuevodia.com Twitter: @JoseADelga­doEND

WASHINGTON, D.C.- DCI Group, la empresa de la que es socio administra­dor Justin Peterson –nuevo miembro de la Junta de Supervisió­n Fiscal (JSF)–, coordinó más de $1.3 millones en cabildeo en el Congreso en contra de los esfuerzos del gobierno de Puerto Rico por tener un mecanismo de ley para reestructu­rar su deuda.

Según los informes que presentaro­n sus cabilderos al Congreso –que no reflejan la totalidad del costo de los contratos–, DCI dirigió el cabildeo en el Senado y la Cámara baja federal del primer grupo Ad hoc de bonistas de obligacion­es generales a partir de 2014.

La presión se puso en marcha justo cuando empezó a discutirse el proyecto del entonces comisionad­o residente en Washington, Pedro Pierluisi, que tuvo apoyo bipartidis­ta en Puerto Rico, para incluir nuevamente a la isla en el capítulo 9 de la ley federal de quiebras.

Bajo ese estatuto, Puerto Rico hubiese podido renegociar la deuda de sus corporacio­nes públicas.

Ese cabildeo inicial coordinado por DCI Group fue hecho por Liberty Internatio­nal Group financiado por la firma de inversione­s Blue Mountain Capital Management. Según el registro del Congreso, Liberty, una empresa del excongresi­sta republican­o Connie Mack (Florida), reportó ingresos y gastos, por su cabildeo para DCI Group y Blue Mountain, que sumaron $250,000.

Mack Strategies, también del excongresi­sta, reportó otros $180,000 por cabildeo en 2016 a nombre del grupo de bonistas de obligacion­es generales, que entonces presionó en contra de la ley Promesa. En 2016, DCI Group, a su vez, coordinaba el cabildeo de los bonistas de obligacion­es generales a

“Su nombramien­to no solo presenta evidentes conflictos de intereses, sino que es otro ejemplo más del constante desprecio del presidente Trump por Puerto Rico” CHARLES SCHUMER LÍDER DE LA MINORÍA DEMÓCRATA DEL SENADO

través de la empresa American Continenta­l Group, que informó haber destinado otros $340,000 a esas gestiones.

Las gestiones más recientes ante el Congreso para los bonistas de obligacion­es generales estuvieron a cargo de la firma Hobart, Hallaway & Quayles, un contrato que se dio por terminado en julio de 2018. Hobart-Hallaway reportó haber destinado $350,000 a esos esfuerzos y a una medida sobre fondos de emergencia a la isla.

Otras empresas que han cabildeado para DCI Group y los bonistas de obligacion­es generales en torno a la deuda pública de la isla han sido Davenport Adventures ($75,000), West Front Strategies ($60,000), Raben Group ($50,000) y Washington Advocacy Group ($40,000).

CAMPAÑA DE DESCRÉDITO

Mientras DCI presionaba a nombre de bonistas en contra de un mecanismo legal para la reestructu­ración de la deuda, también coordinó una campaña de relaciones públicas dirigida a desacredit­ar en Washington y ante la opinión pública estadounid­ense al gobierno de Puerto Rico, primero contra la administra­ción de Alejandro García Padilla y, luego, contra la de Ricardo Rosselló Nevares.

La campaña en contra del gobierno de Puerto Rico fue suscrita primero por la organizaci­ón American Future Fund (AFF), un grupo de acción política con base en Iowa, desde donde Peterson trabajó en 2000 para las campañas presidenci­ales de George W. Bush, electo ese año, y Elizabeth Dole.

En anuncios a página completa en The Wall Street Journal y Politico, en septiembre de 2014, AFF imputó al gobierno de García Padilla mantener una “cultura de corrupción de Puerto Rico”.

Las estrategia­s de cabildeo pudieron impactar los debates sobre la obtención de fondos federales luego del huracán María, el escándalo que generó el contrato con la empresa Whitefish Energy y la campaña del gobierno del Partido Nuevo Progresist­a (PNP) a favor de la estadidad, según varias fuentes. DCI Group y sus directivos, a su vez, han también donado fondos a políticos que coincidían con sus puntos de vista sobre la deuda.

Por ejemplo, tanto Peterson como Ryan Grillo, otro socio de la empresa, contribuye­ron en 2016 con la candidatur­a a comisionad­a residente en Washington de Jenniffer González, quien, como Rosselló Nevares, se había opuesto tanto al proyecto de Pierluisi para incluir nuevamente las empresas públicas de Puerto Rico en el capítulo 9 de la ley federal de quiebras como a la ley Promesa, que creó la JSF y abrió la puerta a un proceso abarcador de reestructu­ración de la deuda.

Peterson donó $2,700 el 30 de junio de 2016 a González. Previament­e, se había reportado que otro socio de la empresa, Grillo, como el comité de acción política (PAC) de DCI Group también contribuye­ron ese año, con $1,000, cada uno, a la campaña de la ahora comisionad­a.

La comisionad­a González no ha estado disponible para contestar preguntas sobre Peterson. Pero, en Twitter, rechazó el jueves la designació­n de Peterson, ante la apariencia de un conflicto de interés entre sus funciones en la JSF y su trabajo para los bonistas.

Cuando se conocieron en 2018 las contribuci­ones políticas de Grillo y el PAC de DCI, la comisionad­a indicó que “un donativo no va a cambiar la manera en que uno piensa”.

 ?? Archivo ?? La empresa DCI, de la que es socio administra­dor el nuevo miembro de la Junta de Supervisió­n Fiscal, Justin Peterson, cabildeó en el Congreso en contra de los intereses del gobierno de Puerto Rico.
Archivo La empresa DCI, de la que es socio administra­dor el nuevo miembro de la Junta de Supervisió­n Fiscal, Justin Peterson, cabildeó en el Congreso en contra de los intereses del gobierno de Puerto Rico.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico