Biden busca el voto boricua en Pensilvania
Las campañas presidenciales saben que los puertorriqueños pueden ser decisivos en este importante estado péndulo
WASHINGTON, D.C.- En la cima del mapa electoral de Estados Unidos está Pensilvania, donde el crecimiento de la población puertorriqueña obliga a los dos partidos principales estadounidenses, particularmente a los demócratas, a prestarle mayor atención en esta elección presidencial.
Donald Trump no puede perder Florida y sus 29 votos electorales para poder ser reelecto presidente, coinciden hasta estrategas republicanos.
Pero Pensilvania –con 20 votos– puede ser imprescindible para los demócratas en la contienda para obtener la mayoría de los 538 votos del colegio electoral estadounidense.
Después de Florida, en ningún otro estado el voto boricua es más importante que en Pensilvania.
En un estado diverso, la comunidad boricua se encuentra principalmente en los bastiones demócratas metropolitanos, como Filadelfia.
El estratega demócrata James Carville una vez describió a Pensilvania como “Filadelfia y Pittsburgh (zonas metropolitanas demócratas) con Alabama (en referencia a un estado conservador) entre medio”.
“Los puertorriqueños de Pensilvania tienen las características que suelen favorecer al candidato demócrata. Son personas que tienen más vida urbana o están en centros que se han urbanizado”, indicó el profesor Carlos Vargas Ramos, del Centro de Estudios Puertorriqueños en el Hunter College.
Pensilvania ha sido un estado péndulo en elecciones presidenciales y en contiendas para el Senado. Pero hasta la victoria de Trump en 2016, había optado por el candidato presidencial demócrata desde 1992.
La noche electoral de 2016, Florida acaparó la atención. Pero, horas después de ser declarado ganador en Florida, Trump requería de Pensilvania, Wisconsin y Michigan para alcanzar la Casa Blanca. Poco a poco, por márgenes estrechos, triunfó en los tres.
En un estado en el que votaron más de seis millones de personas, Trump superó a Hillary Clinton en Pensilvania por solo 44,292 votos, lo que acentúa el interés que levanta el elector puertorriqueño, que suele preferir a los candidatos demócratas, de cara a la elección del 3 de noviembre.
Según los datos del Censo federal, los boricuas de Pensilvania rondan las 493,000 personas, alrededor del 3.3% de la población del estado. De esos, unos 314,000 tienen edad para votar el 3 de noviembre, indicó Vargas Ramos.
Nadie puede precisar cuántos boricuas están inscritos en Pensilvania. Las juntas electorales no recogen datos sobre la etnia del votante. Sin embargo, la gran tarea es sacarlos a votar.
“Las campañas nacionales (de los partidos principales estadounidenses) nunca hacen suficiente por nosotros”, dijo la concejal municipal María Quiñones Sánchez, quien ha representado el corazón del barrio boricua de Filadelfia desde enero de 2008.
SOBRAN LAS RAZONES
Quiñones Sánchez, la primera latina en el Concejo Municipal de Filadelfia, afirmó que, después de casi cuatro años del gobierno de Trump, “no necesitamos que las campañas nos motiven”.
“Tenemos amplias razones” para salir a votar, desde la lenta e ineficiente respuesta a la catástrofe que causó el huracán María hasta la falta de acceso a servicios de salud y la insistencia del presidente Trump en minimizar la emergencia del coronavirus, sostuvo la concejal municipal.
Quiñones Sánchez, una demócrata que suele ganar en su distrito sin el apoyo del partido en que milita, destacó el esfuerzo del tándem Joe Biden-Kamala Harris por acercarse al electorado boricua.
La senadora Harris, candidata demócrata a la vicepresidencia y con raíces en India y
Jamaica, estuvo recientemente en el Taller Puertorriqueño de Filadelfia, centro cultural de la diáspora boricua de esa ciudad.
Biden –natural de este estado– hizo ayer campaña en Erie, una de las localidades que, en 2016, pese a normalmente votar por demócratas, apoyó a Trump.
“Hemos podido enfocar la campaña en el plan de Biden para Puerto Rico. Ha sido un éxito, pues hasta el presidente Trump, inmediatamente después, recordó que era su responsabilidad la reconstrucción de Puerto Rico”, indicó Quiñones Sánchez, quien fue directora de la oficina del gobierno de la isla en Filadelfia –que ya no existe– durante la administración de Sila Calderón.
Quiñones Sánchez dijo que aprovechó su conversación con Harris para acentuarle que, en términos de status, la diáspora es más diversa de lo que pueda aparentar Florida y que en ese asunto no pueden tener “una mente estrecha”.
Además, destacó la importancia de movilizar a los afroamericanos, que en la zona de Filadelfia no salieron a votar en 2016 con la fuerza, por ejemplo, que exhibieron en la última elección de Barack Obama, en 2012.
Los anuncios en español de radio, televisión y en la internet que la campaña de Biden ha dirigido a los boricuas -varios de los que hacen alusión al trato que el presidente Trump ha dado a Puerto Rico tras el huracán María- son pautados con fuerza en medios de Florida y Pensilvania.
La semana pasada, la campaña de Biden divulgó un nuevo anuncio radial que busca llamar la atención de los electores boricuas de Florida y Pensilvania y en el que se cuestiona el motivo de la asignación de fondos para reconstruir la red eléctrica e instalaciones educativas.
“Tres años después se acordó de la isla. ‘Meera’. Acá tú sabes que nosotros mismos tuvimos que resolver para levantarnos. No necesitamos más promesas... Ahora lo que quiere es comprar el voto boricua. Acá no somos bobos”, dice una madre a la que un hijo telefonea desde Estados Unidos para preguntarle si escuchó los informes sobre fondos recientemente aprobados por el gobierno federal para mitigar los daños causados por el huracán María.
EL PANORAMA DE TRUMP
Al hablarles a los boricuas, la campaña de Trump -quien ha rechazado la estadidad para Puerto Rico- ha destacado en los últimos días el respaldo de la gobernadora Wanda Vázquez Garced al presidente, e insistido -en momentos en que el inquilino de la Casa Blanca, sin dar detalles, promete incentivar la manufacturaen criticar la eliminación de la sección 936 del Código de Rentas Internas federal.
Como senador, Biden votó a favor de la derogación de ese estatuto. Pero la medida se aprobó en un Congreso republicano bajo la presidencia del demócrata Bill Clinton. “Los puertorriqueños van a ser parte importante de la coalición ganadora del presidente”, dijo el boricua Juan Carlos
Benítez, de Latinos por Trump.
Una encuesta reciente del Center for American Progress Action Fund reflejó que es muy baja la confianza en el presidente Trump con respecto al manejo de la pandemia del coronavirus, que ha provocado la muerte de cerca de 214,000 personas en este país.
En una escala de 0 al 10, el 48% de los boricuas residentes de Pensilvania y Florida indicó tener cero confianza en Trump con respecto a la emergencia del coronavirus. Solo un 13% marcó más de 6 en esa escala.
Las encuestas de 2016 fallaron en conocer la intención de voto de los electores de algunos estados claves. Ahora, el promedio de encuestas que calcula Real Clear Politics coloca a Biden con una ventaja de 9.6% en la intención de voto a nivel nacional.
En Estados Unidos, sin embargo, la victoria se rasga voto a voto a través de cada estado y Washington, D.C., que a base de su población se dividen los 538 votos del colegio electoral.
En Pensilvania, el promedio de encuestas tiene a Biden con un 7.1% de ventaja. Tras el caótico debate presidencial del 29 de septiembre, la tendencia parecer ir más en favor de Biden.
El estudio del Instituto de Encuestas de la Universidad de Monmouth, hecho entre el 30 de septiembre y el 4 de octubre -después del debate y abarcando días en que Trump estaba hospitalizado por el coronavirus-, otorgó una ventaja de 12% a Biden entre las personas inscritas y de 8% entre los que dicen que con toda probabilidad van a votar.
“Biden sube en respaldo entre un grupo de votantes que no salió a votar en 2016 o simplemente no tiene una fuerte identidad partidista… Solidifica la base demócrata, particularmente los votantes afroamericanos”, indicó Patrick Murray, director del Instituto.
POBLACIÓN EN AUMENTO
A partir de 2017, coincidiendo con la catástrofe que provocó el huracán María, la población puertorriqueña en Pensilvania ha ido en aumento. Se calcula que ha crecido en unas 50,000 personas en los últimos tres años.
Junto a la emigración de la isla, boricuas de Nueva York ven en localidades del noreste de Pensilvania –desde donde aún pueden estar cerca de su trabajo– un menor costo de vida, sobre todo en el pago de vivienda.
Filadelfia y sus suburbios son un objetivo natural para Biden. De los cerca de 200,000 hispanos en la ciudad, dos tercios son puertorriqueños.
La población boricua tiene, además, lazos históricos en localidades como Allentown, Reading y Lancaster. “Nuestra comunidad se ha esparcido”, dijo la concejal Quiñones Sánchez.
Los recién llegados de la isla, históricamente, “son las personas que menos probabilidades tienen de salir a votar”, sostuvo Vargas.
José Javier Soto Aguirre, un empresario puertorriqueño que jugó baloncesto superior en Puerto Rico de 2006 a 2010, se mudó temporalmente al barrio boricua de Filadelfia en diciembre de 2017, tras el huracán María. En su pueblo de Patillas, la energía eléctrica no regresó hasta marzo de 2018.
“Me quedé sin trabajo”, dijo, en referencia su negocio de máquinas de vender refrescos. Una tía le ofreció mudarse a Filadelfia, donde fue maestro de español y ahora es administrador de propiedades de la Asociación Puertorriqueña en Marcha.
Pese a que lleva casi tres años en Filadelfia, Soto Aguirre indicó que su domicilio sigue en Patillas, a donde irá a finales de mes para votar en las elecciones generales de Puerto Rico y el referéndum de estadidad sí o no.
“Estoy aquí por necesidad, no por gusto. Todavía me interesa más la política de Puerto Rico. Me inscribí porque pensaba votar aquí, pero al enterarme que puedo votar en Puerto Rico voy a votar allá”, sostuvo Soto Aguirre, quien hizo sus estudios universitarios y jugó baloncesto en Misuri.
Aunque entusiasmar a los nuevos inmigrantes boricuas sea más complicado, Vargas Ramos consideró que los miles de puertorriqueños que recibieron familiares en sus hogares y se movilizaron a ayudar a la isla “deben ser los más motivados para salir a votar”.
“Las campañas nacionales (de los partidos principales estadounidenses) nunca hacen suficiente por nosotros (boricuas)”
MARÍA QUIÑONES SÁNCHEZ
CONCEJAL MUNICIPAL DE FILADELFIA